Recital de Fuenlabrada y Estudiantes, mientras Obradoiro y Betis sufren para sumar la primera victoria en su camino a la Final Four
Ninguno de los cuatro equipos con factor cancha a su favor falló en una noche de estreno.

No había otro objetivo que no fuera el poder comenzar los Playoffs con victoria y en el Movistar Estudiantes comprendieron el mensaje a la perfección. Porque los jugadores de Natxo Lezkano protagonizaron un completo encuentro en el que marcaron terreno desde el inicio y en el que los puntos de Kravic hicieron mucho daño a un Inveready Gipuzkoa que, sin embargo, no le perdió en ningún momento la cara al partido. Y eso que el equipo local lo intentó de todos los modos posibles. Primero con contundencia interior y, poco después con un juego exterior en el que Juan Rubio y Jayson Granger marcaban diferencias en una noche en la que Joaquín Rodríguez se gustaba desde el 6,75. La mejor manera de combatir el acierto gipuzkoano desde el perímetro y la contundencia de un Daishon Smith que lo intentó sin éxito antes de que ambos equipos pasaran página para pensar ya en el partido del domingo (83-71 | 1-0).
Quien tampoco iba a fallar ante su afición iba a ser un Monbus Obradoiro que iba a tener que trabajar duro ante uno de los rivales más exigentes de estos Playoffs. Todo un Súper Agropal Palencia que llegó a dominar el marcador durante diferentes fases del juego tras un estelar primer cuarto en el que firmaron 32 puntos en el aro contrario, pero poco a poco, el conjunto gallego iba a reclamar su dosis de protagonismo. Porque, apoyados en su afición, los de Félix Alonso iban a hacer de la constancia su mejor compañera de camino creciendo así desde la defensa para que las diabluras de Quintela y el contundente poderío de Ondrej Balvin terminara por decantar el primer punto de la serie a su favor (87-83 | 1-0).
Minutos después, la Comunidad de Madrid iba a ser protagonista de un nuevo final y, en este caso, con la victoria más contundente de la noche. La de un Flexicar Fuenlabrada que volvió a demostrar su gran momento de forma y que no dio opción alguna al Grupo Ureta Tizona. Un choque en el que el +12 del primer cuarto fue abriendo camino para un conjunto local que se apoyó en Leo Westermann para llegar al descanso con 21 puntos de renta. Unas diferencias que marcaron una segunda parte en la que la inercia de Jacobo Díaz ya no fue suficiente para un conjunto burgalés que tendrá que esperar al segundo encuentro para volver a intentarlo (92-62 | 1-0).
Mucho más ajustada iba a resultar la última victoria de la noche en el Palacio de los Deportes de San Pablo. Un choque en el que los de Gonzalo García de Vitoria tuvieron que esperar hasta el bocinazo final de la prórroga para poder celebrar un triunfo que llegó a peligrar durante algunos minutos. Porque tan solo el tiempo extra fue capaz de impulsar a los sevillanos gracias a pequeños detalles como una inspiradora canasta de Babatunde y unos tiros finales de Hughes con los que sentenciar el partido. La única manera de poder frenar el ímpetu de un rival liderado por Hermanson y que se gustó para poner en riesgo el factor cancha sevillano (95-94 | 1-0).