BALONCESTO

El bioquímico que cambió el laboratorio por una cancha: "En un vestuario la química es crucial"

Mikel Odriozola, que afronta su segunda temporada al frente del Gipuzkoa Basket, nunca soñó con ser entrenador de basket.

Mikel Odriozola afronta su segunda temporada al frente del Gipuzkoa Basket. /Gipuzkoa Basket
Mikel Odriozola afronta su segunda temporada al frente del Gipuzkoa Basket. Gipuzkoa Basket
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Su camino hasta el banquillo de un equipo de baloncesto no ha sido, por decirlo de alguna manera, el habitual. Todo lo contrario. Mikel Odriozola, de hecho, nunca soñó con ser entrenador de baloncesto. El basket era un hobby que le permitía pasar un buen rato con sus amigos y desconectar. Le apasionaba, pero hasta ahí. Disfrutaba viendo cómo las enchufaba Arvydas Macijauskas. Se convirtio en su ídolo. Tanto lo fue que, gracias a un amigo, a Mikel, en el mundo del baloncesto se le conoce como Mache por una anécdota ocurrida en un entrenamiento en su época de jugador.

Con la vida encaminada hacia otras latitudes, una llamada cambió la vida del ahora entrenador del Gipuzkoa Basket. No dudó en dejar de lado el laboratorio en el que este bioquímico estaba trabajando dentro de un grupo de investigación para aceptar un reto que no sabe dónde le llevará. De momento, solo piensa en el hoy y en el ahora. "Con eso ya tengo suficiente", asegura.

¿Qué hace un bioquímico entrenando al GBC?

La historia de Mikel Odriozola es poco habitual en este mundo. Estuve de ayudante en Iraurgi con Iñaki Jiménez, que me dio la oportunidad, y lo compaginaba con mi trabajo de investigar. Trabajaba en un laboratorio de la UPV, en la Facultad de Química. Trabajábamos en química farmacéutica, me ofrecieron la oportunidad y, como solo vivimos una vez, dije 'voy a intentar aprovecharlo y vamos intentar disfrutar de esto, que era mi hobby'. El planteamiento era fácil, si dejas el baloncesto ahora, es imposible que vuelvas. Vamos a ver cómo sale y tuve la oportunidad de entrenar en casa y que el año fuese bien. Llegó la renovación... Yo voy pensando en el año a año. Es un poco curioso. No me planteaba entrenar a estos niveles y no me lo esperaba. El año pasado me lo preguntaban, si era mi sueño entrenar a Gipuzkoa Basket. Y respondía que para que sea tu sueño, tenías que haberlo soñado alguna vez. Y no estaba en mis planteamientos. Evidentemente, estaba muy contento y me gustaba, pero estaba pensando en otras cosas, en el baloncesto como hobby. Ahora estoy contento y lo que dure, durará.

Odriozola explicas los motivos por los que decidió ser entrenador de baloncesto. Relevo

¿Cómo se cambia ese chip?

Admito que es difícil y más en tu ciudad. Tenía mi trabajo. Terminaba de hacer mi trabajo en el laboratorio a una hora y luego estaba con mis amigos el fin de semana. El baloncesto era un hobby, lo utilizaba para desconectar, para hacer deporte, disfrutar y ahora se ha convertido en mi trabajo, con lo que eso conlleva. Somos personas y hay que gestionar todo eso. Tengo muchos amigos de baloncesto, mis padres son socios desde el principio, mi hermano juega...Ahora es baloncesto dentro, fuera... A veces cuesta desconectar. Es algo muy bonito porque estás haciendo algo que te gusta y creo que soy un afortunado de poder trabajar en algo que me apasiona, pero tengo que reciclarme mentalmente porque el baloncesto está ocupando un espacio y unas cosas que en mi vida hubiera pensado y muchas veces no estoy lo preparado que me gustaría para asumir eso. Poco a poco voy aprendiendo y tengo que seguir aprendiendo. Si supiera cómo se lleva esa adaptación desde el principio, seguramente lo hubiera llevado hasta mejor.

¿Tiene algo que ver la bioquímica con el baloncesto?

Una de las cosas que más me vienen a la cabeza es de mi época del doctorado y alguna vez a los jugadores se lo he contado. Y dirán: 'Mira este loco que nos cuenta de drogas, fármacos.. si a mí no me interesa'. Nosotros estábamos intentando conseguir un compuesto químico y al final lo que haces es probar, probar y probar, con conocimiento, aplicando lo que sabes, pero probar. Estuvimos muchísimo tiempo para conseguir uno, muchísima frustración, nos llevó mucho tiempo, tiempo de estrés y una de las cosas que más me acuerdo aquí cuando no salen las cosas es de eso, de intentar tener otra idea, perseverar, buscar otra solución, intentar tener paciencia también. Muchas veces creo que el deporte y el baloncesto tiene eso, que nos vamos a equivocar. En Bioquímica hay que diseñar un proyecto y esto también lo es, hacer un plan, seguirlo, teniendo adaptabilidad, que creo que en la sociedad en la que estamos es importante tener esa adaptabilidad e ir poco a poco. Hay otras cosas que no tienen nada que ver. Teníamos un grupo de investigación que trabajábamos juntos, pero el concepto de grupo que hay allí con lo que es esto, no tiene nada que ver. Tener un examen público cada semana, que se llama partido, eso no existía allí. Hacíamos todo internamente y no tenía un impacto hacia afuera inmediato.

"Me ha ayudado mucho a manejar la frustración, a gestionar el error, a tener paciencia, a saber trabajar con diferente gente. A la hora de abordar los probemas, yo creo que al venir de un sector diferente, te abre la mente"

Mikel Odriozola

¿Te ha ayudado para llevar un vestuario?

Te diría que me ha ayudado mucho a manejar la frustración, a gestionar el error, a tener paciencia, a saber trabajar con diferente gente. A la hora de abordar los problemas, yo creo que al venir de un sector diferente, te abre la mente. Una de las cosas buenas y malas que tengo es que hay muchas cosas que se hacen en el mundo del entrenador que no tengo ni idea. En el laboratorio lo que pasaba mucho es que estabas obligado a aprender siempre y para mí eso es natural. Yo no soy de los que más experiencia tiene, más conocimiento tiene, no tengo problemas en asumir que me equivoco, incluso delante de los jugadores no tengo problemas y tengo muy claro que tengo que seguir aprendiendo. Si no tuviera esa importancia en el aprender, no valdría para ser entrenador. Desde que empecé con Iñaki en LEB Plata he aprendido un montón. Miro atrás y da hasta un poco de vértigo, pero aprendes no porque estés estudiando mucho, lo haces porque la competición te obliga. Soy bastante competitivo, me gusta hacer las cosas bien. A veces no salen. Hay cosas del año pasado que me hubiera gustado hacer de otra forma, seguramente me pase lo mismo. Intentaré aprender. Si alguien piensa que se va a encontrar un entrenador que va a hacer todo perfecto, se equivoca. Los entrenadores tenemos que asumir que lo vamos a hacer mal, que por eso vamos a ser criticados, y tenemos que vivir con eso, asumirlo y tirar para adelante con naturalidad.

Odriozola explica los parecidos entre la bioquímica y ser entrenador de baloncesto. Relevo

¿Cuánto de importante es la química dentro del vestuario?

Cuando económicamente no alcanzas a los equipos top de la Liga, en esta liga tienes que construir un equipo lo mejor posible y la química es crucial, esa química de que ellos se apoyen entre ellos, que yo les pueda ayudar, vivir con naturalidad los enfados, las frustraciones de cada uno y saber que todos tenemos un objetivo común. Pero luego también entender que cada uno de nosotros, y más los jugadores, cada uno tiene objetivos individuales y tienen que tener ese punto de egoísmo, porque si tu quieres tener una persona ambiciosa en el equipo, tiene que mirar por sí mismo. La clave es que cada uno seamos capaces de llevar eso y englobarlo para el bien común. Eso es lo más importante y tenemos que crear una buena química. El año pasado estuve muy contento con los jugadores y lo que llevamos de tiempo, también. Y eso tiene que ser muy importante y dar un buen ejemplo hacia afuera.

La nueva plantilla del Gipuzkoa Basket para la temporada que está a punto de comenzar.  DV
La nueva plantilla del Gipuzkoa Basket para la temporada que está a punto de comenzar. DV

¿Cómo estáis a falta de tres semanas para que arranque la competición?

Conociéndonos un poco, poniendo a punto físicamente a la gente y empezando a trabajar. No queda mucho, pero todavía lo vemos un poco lejos.

¿Es empezar de cero otra vez? Del quinteto titular del año pasado, solo queda Ander Martínez. Se han ido Oroz, Barcello, Carlson y Aurrecoechea...

Esta Liga es lo que tiene. En la mayoría de los equipos, los cambios que hemos tenido nosotros, es algo habitual. Es una liga intermedia y hay que adaptarse. Yo creo que no empezamos de cero. No lo empecé ni yo el año pasado, que era nuevo. Que se conozcan los jugadores ayuda mucho. Este año, yo conozco a los jugadores, ellos me conocen a mí. Ya hemos trabajado ciertas cosas, pero hay que acoplar a todo el mundo.

"Yo creo que el entrenador tiene que adaptarse a los jugadores. No soy de esa creencia de que los jugadores tienen que adaptarse a nosotros. Creo que tiene que haber un equilibrio entre las dos cosas"

Mikel Odriozola

¿Qué es lo más difícil?

Primero, conocerlos bien. Yo creo que el entrenador tiene que adaptarse a los jugadores. No soy de esa creencia de que los jugadores tienen que adaptarse a nosotros. Creo que tiene que haber un equilibrio entre las dos cosas. Nos tenemos que conocer, se tienen que conocer los jugadores entre ellos y, a partir de ahí, tenemos que ver cómo optimizar las virtudes de cada uno. Es lo que más cuesta. La gente viene con ganas. Físicamente, la mayoría son bastante profesionales y vienen bien. Hay que hacer una puesta a punto, pero lo más difícil es integrar y adaptar a todos.

Mikel Odriozola en su laboratorio.  GBC
Mikel Odriozola en su laboratorio. GBC

¿Cuál es la realidad del GBC?

El club está intentando reestructurarse poco a poco. Se llegó a un punto de una deuda económica que se tiene que ir resolviendo poco a poco. Se van dando pasos en ello y el club lo que quiere, primero, es lograr esa estabilidad e intentar subir un poco respecto a masa social, que también se perdió bastante. Hoy en día, el deporte profesional sin las aficiones es difícil de entender. Para el club es muy importante involucrar cada vez a más gente y eso lleva tiempo. Eso te hace llegar a una realidad económica, que ahora mismo estamos de la media parte para arriba de la Liga y más desde que esta se abrió. El club quiere estabilizarse y, por otro lado, crecer poco a poco. Creemos que se están dando buenos pasos, pero seguramente lleve un poco de tiempo.

La temporada pasada se generó una ilusión importante, se habló incluso de ascenso. ¿Este año?

Cuando yo llegué no estábamos pensando en el ascenso. Estábamos intentando ser competitivos en playoff y luego ya se vería. Este año vamos con la misma mentalidad. Iremos viendo dónde nos pone la competición. Queremos ser muy competitivos en casa, dar una buena imagen y ser agresivos porque es importante para nosotros, delante de nuestra afición, respetar los valores que creo que tenemos que tener aquí en la provincia. Y, a partir de ahí, ser lo más ambiciosos que podamos.

Un amante del basket como es Mikel Odriozola, ¿cómo vive la situación de este deporte en Gipuzkoa después de no hace mucho estar peleando por cosas importantes en ACB?

Yo había visto al Askatuak jugar arriba. Me acuerdo de ver los primeros partidos del Datac Gipuzkoa Basket, su desaparición, el regreso, el primer ascenso en El Gasca, ver Illumbe lleno hasta arriba, la época del playoff, de clasificarse para jugar competición europea, pero que no pudieron ejecutar... Dio un poco de pena la situación que se vivió, que el club tuviese que restructurarse tanto, perdiendo esa masa social. Igual pudimos estar un poco por encima de nuestro nivel real, pero pasa con muchas cosas, es como una burbuja que estalla. Es una pena. Gipuzkoa es una de las provincias de todo el estado que más cultura deportiva tiene, que mejor se entiende los deportes colectivos. Es bueno que haya referentes para que luego los chavales, como era yo en su momento, puedan hacer deporte, que es de lo que se trata. Nosotros vamos a ofrecer una parte de ocio, pero creo que también somos un ejemplo para que la gente pueda empezar a hacer deporte.

Fue un sí, pero no...

Sí. Fue un sí bonito en su momento, pero trajo unas consecuencias. Evidentemente, cuando estás en ese momento, para la gente que estaba era difícil calibrar eso. Tiene mucho mérito lo que ha hecho este club, pero ahora la realidad es que estamos donde estamos. Lo importante es dar pasos poco a poco, crear una estructura consistente. Le pasó a la Real en su momento cuando bajó a Segunda y mira cómo está. Hay que crear una estructura consistente, una realidad que pueda mantener el club.

¿Qué vestuario tienes ahora?

Nos estamos conociendo un poco. Las primeras impresiones son buenas. La gente ha venido con ganas de trabajar. Tenemos una mezcla entre gente joven y con poca experiencia con adultos que llevan varios años en la Liga y la conocen. Tengo gente que quiere crecer y eso, para nosotros, es importante porque queremos crecer a lo largo del año. Si no, va a ser imposible que seamos competitivos. Puede que podamos pecar de novatos en algún momento, yo el primero.

Odriozola ve muchos partidos de Euroliga. Relevo

¿Eres un enfermo del basket, ves mucho?

De ocio vemos menos que antes. Por trabajo, eso sí, veo mucho. Me gusta ver mucho Euroliga. Antes venía bastante ACB y ahora veo menos. De nuestra Liga veo mucho. NBA casi no veo y la Liga Universitaria, tampoco. La Euroliga sí me gusta. Intento ir al Buesa bastante. Es la competición más atractiva en la que la mayoría de los partidos son competidos. Al principio, es una competición muy dura, son equipos que juegan muchos partidos, gente con mucho talento, tácticamente es una referencia para los entrenadores donde se puede aprender cosas y hay muchos campos en los que los ambientes que se crean son muy chulos. Empezando desde el Buesa, los equipos griegos, Kaunas me flipa, ya no te digo los equipos serbios... Son campos que normalmente están llenos, donde hay bastante afición y eso me gusta. A mí me gusta jugar partidos de verdad y en la Euroliga hay muchos de esos. Me encantaría jugar en cualquiera de esos campos. Sería una gozada. Hay campos que da gusto ver. Si fuera entrenador de equipo grande y tuviera que ir al campo del Partizán, no estaría acojonado, estaría 'qué chulo es esto, que ganas de jugar aquí'.

¿Cómo era el Mikel Odriozola jugador?

Era un chaval al que le gustaba mucho el baloncesto, se lo pasaba bien y tuvo la suerte de jugar con integrantes de su cuadrilla desde pequeño. Físicamente no he sido lo mejor del mundo, creo que leía bastante bien las situaciones y tenía bastante voluntad de trabajar. Poco más. Lo hacía para divertirme, lo tenía muy claro. En la adolescencia tenías tus ídolos, te comprabas las zapatillas. No me ha gustado ser nunca el centro de atención.

"Mi ídolo era Arvydas Macijauskas. Me llamaba mucho la tención esa capacidad de tiro que tenía y me ha gustado ese tipo de tirador. Aquí, de pequeños, en cuanto podíamos íbamos al Buesa. Era lo más llamativo que había"

Mikel Odriozola

¿Quién era tu ídolo?

Arvydas Macijauskas. Mucha gente del baloncesto me conoce como 'Mache'. Solía ir con su camiseta a entrenar. Me gustaba cuando tiraba. En un entrenamiento en el que metí tres seguidas, un amigo empezó a gritar su nombre. Yo no reaccioné, nos lo tomamos a risas y ahí se quedó. Me llamaba mucho la tención esa capacidad de tiro que tenía y me ha gustado ese tipo de tirador. Aquí, de pequeños, en cuanto podíamos íbamos al Buesa. Era lo más llamativo que había.

¿Con qué soñaba ese niño?

Te diría que no soñaba con muchas cosas. No he sido una persona soñadora. Siempre he querido tener una vida normal, valorar lo que me daban mis padres, tener buenos amigos e intentar disfrutar de las cosas. Quería ser mejor en lo que fuese. No tenía claro qué quería estudiar.. Desde luego no pensaba en ser entrenador. Era tímido e introvertido.

¿Y ahora?

Creo que me voy haciendo más simple todavía. Me gusta que los de alrededor mío estén bien de salud. Quiero seguir aprendiendo, mejorando y no estoy pensando en cuánto voy a entrenar o no, pero lo que quiero es intentar disfrutar esto lo máximo que pueda. La competición conlleva un estrés, hay cosas que no puedo controlar. Habrá momentos malos. Los entrenadores, hasta que no nos despiden, no somos entrenadores. Gestionar todo esto lo mejor posible. Intentar ayudar a los jugadores que tengo, ayudarles a crecer y eso es lo que me gustaría.