EUROLIGA | REAL MADRID 83 - ZALGIRIS 92

El Zalgiris saca las vergüenzas de un Real Madrid en crisis

Los blancos sucumben ante el conjunto lituano en un partido que acabó, otra vez, con pitada del WiZink Center.

Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Este Real Madrid no carbura. Y lo ha dejado claro ante un Zalgiris que lo castigó casi como ningún otro en el WiZink Center. Porque por más que en el tercer cuarto los blancos lo intentaron, el acierto exterior del rival -o el no lograr conseguir defender el tiro exterior, como viene mostrando esta temporada- lo acabó condenando. El equipo de Chus Mateo firma su tercera derrota consecutiva en Euroliga, tras un partido que el técnico terminó viendo fuera del banquillo al ser descalificado por doble técnica en el tercer cuarto. Un golpe que deja muy tocado al entrenador y al equipo, el cual no logra encontrar solución a los ya problemas de siempre (83-92).

Que Zalgiris iba a tratar de imponer su ritmo desde el inicio no era ninguna novedad. Y así lo hizo. Bajo la batuta de Sylvain Francisco y con un Lonnie Walker IV enchufado (10 puntos hizo en los primeros diez minutos) -seguro que a más de un madridista se le pasó por la cabeza esa frase de la canción de Karol G que ha sido el tema del verano de "qué hubiera sido…" si esos rumores que pusieron al estadounidense en la órbita blanca se hubieran materializado-, el Real Madrid tuvo que emplearse a fondo para tratar de frenar la ofensiva exterior (uno de los grandes males esta temporada de los blancos) del conjunto lituano (6/8 en triples hizo en el primer cuarto) y también buscar la fórmula de hacer daño en ataque ante un equipo que no paró de hacer cambios durante todo el cuarto, que se acabó tiñendo de verde (19-24).

Y la realidad es que el guion apenas cambió al inicio del segundo, hasta el punto de que Chus Mateo se vio obligado a pedir un tiempo muerto tras poco más de dos minutos de juego para tratar de ajustar algunas piezas… Y funcionó. Un triple de Sergio Llull, tras asistencia de Serge Ibaka -puntos desde el banquillo, por cierto-, después de una buena defensa en zona blanca, dejó la diferencia en sólo dos puntos, algo que obligó a Trinchieri a parar el juego apenas un minuto después (26-28). Y lo cierto es que no tardaron en volver a subir la renta.

Reflexión de Paco Redondo, segundo entrenador del Real Madrid. Relevo

Primero con un buen ataque. Después, aprovechando un error blanco en el que Dzanan Musa acabó perdiendo la bola. Y luego, en un contraataque tras cazar un rebote defensivo que culminó con un triplazo de Lonnie Walker IV (su punto número 19 en sólo 11 minutos y medio de juego, aunque llegó a los 21 antes del descanso) y el +9 en el marcador que obligó al técnico blanco a parar, otra vez, el partido… Aunque sirvió de poco. Porque la sangría exterior seguía sin cesar y el +17 no tardó en verse en el marcador.

El parcial era ya de 15-0 y el Real Madrid llevaba casi cuatro minutos sin ver el aro rival cuando, desde la línea del tiro libre, empezó la reacción blanca para contrarrestar al vendaval verde. Primero, Eli John Nidaye, anotando los dos tiros; después, Llull, trasformando dos de tres; y luego Edy Tavares, con uno de dos, cuyo rebote acabó en un ataque fallido del Zalgiris y una contra blanca que acabó con Llull enchufando una mandarina de las suyas y poniendo el 34-45 en el marcador… Aunque el Zalgiris no tardó en reaccionar.

Tras un tiempo muerto de Trinchieri, Deividas Sirvydis desde el exterior y Sylvain Francisco desde el tiro libre volvieron a aumentar la distancia. Y tras ello llegó la frustración blanca. Primero, con una antideportiva de Ndiaye y luego, con una protestada falta de Campazzo que, además, le costó también la técnica a Chus Mateo, y que terminaron por hacer al Zalgiris llegar a los 54 puntos antes del receso y poner un +19 que Sergio Llull, desde la línea de tres, logró bajar al +16 con el que el duelo se fue al descanso (38-54).

Y aunque el partido pareció reanudarse como terminó, con pitada del WiZink Center a los árbitros, esta vez Gaby Deck bajo aro, Mario Hezonja, desde el tiro libre, y Tavares en su zona, lograron reducir la distancia a los 10 puntos. Y entonces llegó la polémica (y la reacción blanca) cumplido el ecuador del cuarto. Chus Mateo acabó descalificado por doble técnica tras protestar, junto con Campazzo, una falta no pitada al argentino. Mario Hezonja logró reducir la distancia a 9 y aunque Sylvain Francisco la volvió a subir a 11 con un triple tras dos tiros libres fallados de Deck, Abalde volvió a demostrar que lo suyo esta temporada va muy en serio con un triple que terminó por enchufar a todo el mundo.

A partir de ahí, llegó un intercambio de puntos en el que apareció Dzanan Musa con seis puntos consecutivos que pusieron el 55-64 en el marcador. Las pulsaciones comenzaron a subir. Pero los triples de Zalgiris continuaban. Y un par de errores consecutivos de los blancos, con una pérdida, un rebote no cazado y una falta en ataque de Ibaka, acabaron dejando perder todo ese terreno que habían logrado ganar: el tercer cuarto se cerró con +12 para los de Trinchieri (60-72). Y el inicio de los últimos diez minutos fue más de lo mismo hasta llegar a verse, otra vez, el +18.

Sin embargo, un 2+1 de Gaby Deck y una canasta de Tavares volvieron a hacer confiar a los blancos, pero otro tiempo muerto de Trinchieri logró frenar la reacción. Aun así, el equipo blanco siguió remando, pero cuando parecía que volvían a reengancharse, dos triples consecutivos del cuadro lituano lo dinamitaba todo. Y por más que lo intentaron, los blancos acabaron poniendo más corazón que cabeza ante un Zalgiris que no perdonó y un WiZink Center que comenzó a vaciarse a falta todavía de tres minutos para el final. Pitada del WiZink Center tras el bocinazo final para hacer más sonora la crisis blanca que suma y sigue en la Euroliga.