El último tiempo muerto en Mónaco muestra una nueva variante para el Real Madrid: "Va a tirar Bruno Fernando"
El nuevo pívot, al que todavía le falta adaptación, amplía el abanico de opciones ofensivas para la pizarra de Chus Mateo.

Si hubiera que resumir en una frase lo que fue el partido del Real Madrid en Mónaco (77-73), basta con coger la primera que dejó Chus Mateo en su valoración postpartido: "No hemos jugado bien hoy". Más allá de la polémica arbitral, el equipo blanco no logró jugar como venía haciendo en las últimas semanas. Ni a nivel de ejecución ni de concentración. Sin embargo, lo que sí desveló la pizarra del técnico blanco es que tiene claro que el peso de Bruno Fernando dentro del equipo va más allá de ser un recambio de garantías para Edy Tavares en el juego interior.
Vaya por delante que no fue el mejor debut para el nuevo pívot del Real Madrid. Ni tampoco ante el rival más fácil (AS Mónaco es un equipo candidato a estar en la Final Four, que va tercero esta temporada). De hecho, se le notó todavía falto de rodaje y de cierto entendimiento dentro de los sistemas (algo que logrará, precisamente, al entrar en dinámica y jugar más partidos), sufrió en ataque donde no parecía encontrar bien su sitio y también en el rebote, donde parecía llegar a destiempo en algunas situaciones, aunque acabó cazando cuatro en los 14:38 minutos que estuvo en pista.
Si bien, durante sus primeros minutos con la camiseta blanca, aunque no lo buscaban del todo sus compañeros y no le llegaban muchos balones, sí que trató de poner actitud para intentar adaptarse lo antes posible. Y de hecho, esto lo vio Chus Mateo que le acabó dando la confianza suficiente como para jugarse la última bola en busca de una épica que, finalmente, no llegó. Más que nada porque con la jugada que dibujó en su pizarra en el último tiempo muerto demostró que la llegada de Bruno Fernando, para él, va más allá de ser sólo un suplente para Tavares.
"Sergi, va a tirar el triple Bruno desde el medio". Eso fue lo que marcó Chus Mateo y con lo que trató de sorprender al AS Mónaco. Una nueva variable que, quizá, llegó de forma precipitada, pero que hizo que el técnico apostase por un interior para jugarse ya no sólo un tiro exterior, sino un tiro absolutamente decisivo en lo que era un partido importante por esa pelea por los playoffs en la que está sumido el equipo blanco.
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La clave está en que, a día de hoy, ese tipo de tiros quienes suelen ejecutarlos son el capitán, Sergio Llull, o, en su defecto, Mario Hezonja. ¿Qué ocurre? Que el croata no estaba, después de su autoexpulsión, y que, a tenor de ello, el marcaje que iba a tener Llull e incluso Dzanan Musa para evitar que tirasen iba a ser mayor que el de otros jugadores.
Por eso, lo que dibujó Chus Mateo fue, precisamente, una jugada en la que tanto el bosnio como el de Mahón serían el señuelo para que el pívot fuese el que se la jugara de tres. Y la realidad es que, tras recibir el pase de Andrés Feliz, que fue quien sacó de banda, no le tembló el pulso ni dudó, pese a presión de Nick Calathes, a la hora de jugarse esa bola.
Finalmente el tiro acabó estrellándose en el lado izquierdo del hierro, pero con ello lo que demostró es que el abanico de recursos de Chus Mateo se ha ampliado, porque al nuevo pívot del Real Madrid no le tiembla la mano para tirar de tres, ni aunque fuese su primer tiro exterior del partido. Y todavía queda que se termine de adaptar y que también debute (y se aclimate al equipo) Dennis Smith Jr, algo que podría empezar a ocurrir este mismo domingo en el partido ante el Joventut Badalona, ya que ambos ya han sido inscritos, también, en la Liga Endesa.