El sobrecogedor rezo por Mathias Lessort que lideró Markus Howard con sus rivales deja una imagen nunca vista
El base-escolta del Baskonia hizo un gran gesto lleno de valores al dirigir una plegaria por la lesión del pívot del Panathinaikos.
Hay gestos que van mucho más allá de ganar o perder un partido. Acciones que hacen que el baloncesto mantenga esos valores de los que siempre ha presumido y que, a veces, parecen olvidarse. Un claro ejemplo de ello se vio tras el bocinazo final del Panathinaikos - Baskonia, ese partido en el que la victoria fue contundente para el equipo griego (104-69), que vivió la parte más fea del deporte con la grave lesión de Mathias Lessort, pero también un recital de valores encabezado por Markus Howard.
Después de que Lessort no pudiera acabar el partido por una lesión de tobillo que dejó helado al OAKA y que apunta a ser grave, lo cierto es que el Panathinaikos no bajó el pie del acelerador. Los de Ergin Ataman se llevaron el duelo de forma casi incontestable ante el Baskonia de Pablo Laso. Y tras el final y llevarse a cabo los tradicionales saludos entre jugadores y entrenadores de uno y otro equipo, se dio una imagen inédita en el baloncesto.
Cuando Panathinaikos comenzaba a hacer un corro central en la pista, entre ellos estaba el base-escolta del Baskonia Markus Howard, acompañado también de Trent Forrest y el resto de jugadores del conjunto vitoriano. En ese momento, la plantilla verde y los jugadores de Baskonia terminaron de cerrar ese círculo, quedando la estrella baskonista justo en el centro. Y tomó la palabra.
Bigger than Basketball ❤️ @markushoward11 joins the @Paobcgr squad to pray and show support for Lessort 🙏 pic.twitter.com/lsEYUywcP7
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) December 19, 2024
Markus Howard, que proviene de una familia bastante religiosa y es practicante, comenzó a dirigir un rezo por el que en ese duelo había sido su rival, Mathias Lessort. Unas plegarias en las que se le escuchó pedir que "no sea nada serio", mandó su apoyo al jugador para que "se recupere lo antes posible" y también a su familia, tras el que todos los presentes acabaron con un "amén".
Este gesto no tardó en saltar a las redes sociales al haberse convertido en una muestra absoluta de valores y compañerismo dentro del baloncesto. Ya que en una situación así, el resultado quedaba en un segundo plano, porque lo importante para ellos era la salud de un compañero cuya lesión silenció a todo el pabellón y dejó bastante tocados a todos los jugadores de uno y otro equipo.