El Real Madrid salta sin red a la batalla de Belgrado

Belgrado.- El llamado día 'D' ha llegado. En sólo unas horas el Real Madrid juega un partido a vida o muerte en Belgrado. Y es que sólo le vale ganar. Las dos derrotas de la semana pasada en casa ante el Partizan han dejado al conjunto de Chus Mateo contra las cuerdas y con mil ojos pendientes de lo que esta tarde, a partir de las 20:30 horas, ocurra en el Stark Arena. Ya no sólo por ser el reencuentro de ambos clubes tras la batalla campal que protagonizaron el pasado jueves, sino por cómo se desarrollará todo -se ha llevado a cabo un gran despliegue de seguridad- y qué planteamientos harán ambos entrenadores ante las ya anunciadas ausencias a consecuencia de las sanciones.

Aunque lo cierto es que durante el primer partido de estos playoffs de la Euroliga sí que se vio a un Real Madrid ordenado, sabiendo a qué jugaba y que tuvo el partido en sus manos hasta que un triple de Punter le dio la vuelta al marcador, durante el segundo encuentro de la serie el conjunto blanco estuvo totalmente borrado. La pizarra parecía no existir ante la gran lectura que hizo el técnico de Partizan, Zeljko Obradovic, del equipo de Chus Mateo. La baja de Edy Tavares fue la que más condicionó un juego interior, liderado por la dupla formada por un Poirier -volvió tras ser operado de apendicitis- y Yabusele, que acabó anulado, sobre todo, por Mathias Lessort.

Sin embargo, esta tarde no se verá ni al pívot del conjunto serbio ni al ala-pívot francés, ambos sancionados por la tangana con uno y cinco partidos, respectivamente, pero sí que apunta a que Tavares pueda jugar. Al menos, lo intentará. "Tavares está tratando de recuperarse contra reloj pero no tenemos certeza absoluta de que pueda estar", dijo Chus Mateo este domingo tras la victoria en Liga Endesa ante Casademont Zaragoza. Mientras que ayer el técnico aseguro que "está algo mejor". Aunque se encuentre entre algodones, lo cierto es que el pívot tendría intención de jugar si así se cree conveniente en función de cómo se encuentre y cómo consideren los servicios médicos del club.

De este modo, Mateo sólo tendría que suplir en el juego interior la baja del ala-pívot francés, para lo que se recuperaría a Cornelie -no convocado por decisión técnica para el encuentro anterior- y también la del alero Gabriel Deck -tiene un partido de sanción-, que a veces ha actuado de '4' y que se ha convertido en el rey de los intangibles del Real Madrid de baloncesto, sobre todo en situaciones complejas.

En este caso, contando con la vuelta de Tavares, Chus Mateo tendrá que ajustar la pizarra para evitar que el Partizan, como ya hizo con Smailagic en el primer partido, anule al pívot caboverdiano y lo obliga a abandonar su zona de confort: la pintura. Eso sí, esta vez Zeljko Obradovic no podrá contar con Mathias Lessort, su referente en el poste, castigado con un partido de sanción y una de las piezas claves del cuadro serbio.

Asimismo, además de perder a su referente en la pintura, Obradovic tampoco podrá contar con Kevin Punter, su líder en la anotación, sobre todo desde media y larga distancia. Dos bajas que se antojan más sensibles que las del Real Madrid en caso de que Tavares sea de la partida ya que, además, el conjunto blanco tiene más banquillo (además de Cornelie, Causseur -que según Mateo ayer seguía con picos de fiebre- y Ndiaye también están inscritos en Euroliga por lo que podrían ser convocados por Mateo).

Es por eso que en el Partizan se espera un paso al frente de otros jugadores del conjunto serbio como Dante Exum. El base estadounidense, de quien se hablaba de una lesión en el tendón de Aquiles o en los ligamentos tras la trifulca del WiZink, ha descartado una dolencia de gravedad. Además, se le vio entrenando en la mañana de ayer con el resto del grupo, por lo que todo apunta a que hoy jugará, aportando así su verticalidad y físico al equipo. "Dante Exum ha insistido en entrenar y creo que ayudará mañana al equipo", dijo Obradovic. Por otro lado, el técnico también puede apostar por Nunnally y Papapetrou como jugadores que puedan tirar del carro para dar a Avramovic más libertad a la hora de tratar de crear y hacer daño en el juego ofensivo.

Lo que está claro es que, ante las bajas, ambos técnicos tienen que adaptar sus pizarras y ajustarlas aún más que lo visto en los dos partidos anteriores para un choque en el que, además, confluyen la experiencia, por un lado, y el factor cancha, por otro.

Mientras que el Real Madrid tiene a jugadores con más bagaje en este tipo de situaciones -Llull, por ejemplo, aseguraba hace unas horas que han "demostrado en ocasiones anteriores que cuando más difícil se ponen las cosas, más se compite y más carácter se pone"-, Partizan cuenta con la baza de que juega ante su afición en un Stark Arena que desde el jueves tiene colgado el cartel de sold out (más de 20.000 entradas vendidas) y que, cuando se necesita, se convierte en un infierno para así elevar a los suyos.