EUROLIGA | REAL MADRID 80 - OLYMPIACOS 72 (1-2)

El Real Madrid se hace grande y sigue vivo ante el Olympiacos

Los de Chus Mateo se llevan un gran partido ante el conjunto griego y fuerzan el cuarto partido.

Tavares se hace grande y anota ante el Olympiacos. /GETTY IMAGES
Tavares se hace grande y anota ante el Olympiacos. GETTY IMAGES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Era un partido de todo o nada. Uno de esos que el Real Madrid tantas veces ha conseguido remontar, contra casi todo pronóstico. Y los blancos no fallaron. "Solo hace falta una victoria", había dicho Chus Mateo durante la previa. Y cumplieron. Porque el Real Madrid sigue vivo en la Euroliga y pone el 2-1 en la serie ante el Olympiacos tar firmar un partido serio (y duro) ante un equipo griego que, aunque lo puso difícil hasta el final, no pudo con el que fue uno de los partidos más serios que ha firmado el equipo blanco esta temporada (80-72).

El Real Madrid empezó con las ideas muy claras de lo que tenía que hacer. Así lo dejó claro en la primera defensa del partido, que acabó obligando a Olympiacos a tirar de forma forzada y con los primeros puntos blancos: dos triples, uno de Facu Campazzo y otro de Dzanan Musa, tras leer a la perfección la defensa rival y buscar el mejor tiro de cara a aro. Lo que esto demostraba es que la consigna que había mantenido Chus Mateo no sólo era clara, sino que estaban sabiendo ejecutarla sin errores, que era lo clave. Y ese parcial de 8-2 de inicio fue un claro ejemplo de ello.

La resurrección de Dzanan Musa del domingo en Girona no había sido un espejismo (cerró el primer cuarto con 12 puntos) y eso lo estaba notando el equipo blanco… y el Movistar Arena, volcado desde incluso antes de que se echase el balón al aire con los suyos. Aunque el Olympiacos, que empezó echando de menos a Evan Fournier (baja por una lesión en su tobillo derecho) no iba a tardar en responder desde el exterior y tres triples (uno de Papanikolaou y dos de Nigel Williams-Goss) recortaron la distancia a sólo tres puntos, pasado el ecuador del primer cuarto. Aun así, el Real Madrid mantenía la paciencia y la concentración, algo absolutamente clave por más que el conjunto griego hiciese la goma aprovechando cualquier resquicio que dejaba una defensa blanca bastante bien plantada durante unos primeros diez minutos que acabaron con Andrés Feliz anotando sobre la bocina el 28-21, para cerrar lo que fue un cuarto redondo desde el exterior para los de Chus Mateo: 4/4 en triples.

Palabras de Tavares tras ganar e Olympiacos. Relevo

Sin embargo, el segundo cuarto fue diferente. Un par de errores blancos y alguna que otra discutida falta señalada que encendió por completo a la grada (hasta un aficionado se dirigió a uno de los enviados por la Euroliga para revisar las decisiones arbitrales sentado en una zona de la grada para decirle que era "una vergüenza") fueron aprovechados por los de Giorgios Bartzokas para ponerse a sólo un punto, gracias a dos tiros libres de Williams-Goss que obligaron a Chus Mateo a parar el juego (30-29) a 6:22 para el descanso. Pero la jugada tras el parón no salió y una falta de Feliz tras la que vio la técnica, permitió a los griegos darle la vuelta por primera vez en el marcador (30-31).

El apagón blanco había llegado y todo empezaba a ser un déjà vu de lo que fue el segundo partido de la serie, algo que aprovechó el Olympiacos para poner el +6 dirigidos, precisamente, por un exmadridista: un excelso Williams-Goss que lideró a los suyos para irse por delante al descanso (38-44) ante un Madrid prácticamente nulo en ataque (10 puntos hizo en todo el segundo cuarto).

La realidad es que tal y como se había puesto el duelo, lo mejor que le podía pasar al equipo de Chus Mateo era que se fuera a vestuarios con el fin de que bajasen las pulsaciones y tratas de resetear para desquitarse de esa dinámica de cierto nerviosismo o frustración en el que había entrado el equipo. Y fue Dzanan Musa el que rompió la sequía blanca. Aunque quien realmente hizo despertar a los suyos fue Mario Hezonja, con una asistencia que acabó en mate de Tavares, luego con un robo que le permitió irse sólo al aro y poner a los suyos a solo dos puntos en el marcador y después -tras un tiempo muerto- con la canasta que acabó poniendo las tablas a 46.

Ahí apareció la muñeca de Vezenkov para volver a poner a Olympiacos por delante con dos triples que fueron respondidos con 4 puntos de Edy Tavares y un robo que terminó con Abalde levantando al Movistar Arena tras volver a equilibrar la balanza... aunque por poco. Porque el tiro exterior griego volvió a aparecer obra de Saben Lee. ¿Y quién volvió ahí a aparecer? El croata, que no dudó en tirar desde fuera para mantener ese tira y afloja y las tablas en el marcador. 

Palabras de Hezonja tras ganar e Olympiacos. Relevo

Pero de nuevo una canasta casi sobre la bocina de posesión de Vezenkov puso por delante a los griegos tras lo que llegaron tres minutos exactos de imprecisiones de ambos conjuntos, que rompió Edy Tavares desde la línea del tiro libre para empatar de nuevo el duelo a 1:06 del final del tercer cuarto. Y una buena defensa blanca, con tapón de Garuba incluido, y la picaresca de Sergio Llull hicieron que el partido se fuera a los últimos diez minutos con los blancos por delante en el marcador (58-56).

Aquello había hecho clic en el Real Madrid. Pero el Olympiacos seguía muy cercan en el marcador. Hasta que tres buenas acciones blancas, que partieron de la defensa, obra de Garuba, Ibaka y Andrés Feliz, acabaron con Abalde poniendo el +7 y Bartzokas pidiendo tiempo muerto. Si había un pero en el equipo blanco era el rebote ofensivo, algo donde necesitaban subir una marcha más para así tener segundas oportunidades, más que nada, porque eso era lo que más estaba permitiendo a Olympiacos seguir apretando.

Pero un triple de Abalde y una buena defensa blanca acabaron con Ibaka poniendo el +10 a menos de cinco minutos para el final. La sensación era totalmente diferente a lo vivido hasta ahora en la serie. El Real Madrid creía cada vez y empezaba a sumar cada vez a más jugadores para la causa, pero si algo estaba claro es que necesitaban no perder la tranquilidad, sobre todo tras un triple de Vezenkov con el que firmó cinco puntos seguidos y volvió a dejar la distancia en cuatro puntos de diferencia tras lo que lo tuvo que parar el técnico blanco.

Y tras ello, una gran defensa de los de Chus Mateo acabaron con Campazzo no fallando desde el tiro libre y poniendo el +6 en el marcador a 43 segundos del final. Y aunque el cuadro griego lo intentó, los blancos no fallaron y aguantaron para lograr una victoria que hace que haya cuarto partido el jueves. El Real Madrid sigue vivo.