EUROLIGA | BASKONIA 88 - FENERBAÇE 76

Pablo Laso detecta la clave para evitar que Baskonia sea una montaña rusa

El equipo de Vitoria firma su mejor partido de la temporada gracias a un juego coral y a la defensa.

Donta Hall y Chima Moneke celebran la victoria ante el Fenerbahçe. /BASKONIA/X
Donta Hall y Chima Moneke celebran la victoria ante el Fenerbahçe. BASKONIA/X
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Si algo sabe bien Pablo Laso es detectar el problema y trabajar para lograr hacer ese clic que lo cambie. De hecho, basta con ver (o leer) lo que dijo el pasado domingo tras el tremendo batacazo del Baskonia en la Liga Endesa ante el Valencia Basket y compararlo con el partido de este martes en el Buesa Arena ante el Fenerbahçe en Euroliga(88-76). La noche y el día de un equipo que ahora tiene que confirmar este jueves ante el Bayern de Múnich que no es esa montaña rusa que parece y que, por cierto, no quiere el entrenador. "Muchas veces durante la temporada ocurren cosas que cambian dinámicas", dijo Laso el domingo. Y lo cierto es que todo apunta a que ese batacazo hizo mella (para bien) en su plantilla, a tenor de lo visto este martes.

El Baskonia firmó un gran partido, tanto defensiva como ofensivamente. De hecho, fue el más brillante del equipo de Vitoria esta temporada. Y lo logró gracias a un juego coral -los nueve jugadores que usó Laso aportaron cuando estuvieron en pista- y, sobre todo, gracias a mucha defensa. Buena presión en la línea de pase, atentos al rebote, manteniendo la solidez y concentración cuando el Fenerbahçe trató de reengancharse y, sobre todo, una gran primera parte atrás fue la clave para llevarse la victoria y recuperar unas sensaciones que parecían perdidas. Y, sin duda, que el técnico 48 horas antes dijese que era de los que pensaba que "a veces la plantilla mejora quitando" fue un toque de atención que caló bien hondo en la plantilla.

"Creo que obviamente el trabajo defensivo del primer tiempo ha sido el que ha marcado el partido, han sido minutos muy sólidos, nos ha permitido correr, hacer buenos tiros, hemos tenido el dominio del partido y ha sido obviamente por el trabajo defensivo y del rebote", explicaba Pablo Laso tras la victoria. Y es que de ese trabajo colectivo en defensa partió todo lo demás.

De hecho, en esto radica la clave de la identidad que quiere Laso de su equipo y ahí es donde los jugadores incidieron para lograr ese cambio radical que mostró que el Baskonia, si quiere, sabe jugar a lo que quiere. "Creo que esto es obligatorio, el tener la sensación de que vamos a por el partido, algo que hay que transmitir sobre todo en casa. A veces parecía que estábamos esperando y luego reaccionar, pero creo que hay que hacer ese esfuerzo desde el inicio. Creo que somos un equipo más de ataque que de defensa, porque pensamos más en eso. Para nosotros, al nivel que queremos crecer es obligatorio tener una identidad defensiva. Veo por ejemplo los números de Tadas y es un jugador muy sólido porque defensivamente está bien. Esto va a ser obligatorio. Tenemos muchos jugadores orientados hacia la ofensiva y si queremos ganar hay que defender. Tienen que hacerlo", dijo el técnico.

Y aunque asegurase que prefería no desvelar la explicación que él tiene al hecho de que a veces parezca que su equipo es una montaña rusa -"no me gusta que seamos así. Claro que tengo una explicación, pero prefiero guardármela", dijo-, sí que acabó desvelando detalles de esta. "Estoy contento porque hemos dado 24 asistencias, para mí eso es importante. Que seamos capaces de buscar al jugador que está en racha o saber cuándo se puede tirar, cuándo no, cuándo dar un pase extra… Ahí está la calidad de un jugador. En hacer las cosas para el equipo, no sólo meterlas", explicó.

Esto es algo que se vio, por ejemplo, en jugadores como Chima Moneke, al que se le vio compartir la bola mucho más que otras veces. O en el juego colectivo que crearon Kamar Baldwin, el buen hacer de Tadas Sedekerskis o el trabajo en la zona de Donta Hall. Y en todo ello la clave estuvo en la mentalidad y en ese cambio de chip que logró en los suyos para pasar de la imagen desastrosa ante Valencia Basket a la que dejaron este martes ante el Fenerbahçe.

"Les he dicho que en el partido del otro día, para mí, no dimos los mínimos. Creo que debemos ser mucho más sólidos como equipo, defensiva y ofensivamente. Para mí, la montaña rusa no me gusta. Me gusta que el equipo tenga identidad. Me gusta venir siempre igual (a rueda de prensa) independientemente de si ganamos o perdemos. Como creo que tengo un equipo con calidad, creo que el equipo ganará más partidos de los que pierda. Pero con identidad", mantuvo el técnico. Y eso tendrá que hacer este jueves ante el Bayern de Múnich.