EUROLIGA

Israel González, el bibliotecario que "ni de coña" se esperaba estar en la Euroliga

El técnico cántabro tardó en hacerse cargo de un equipo profesional tras recoger el relevo de Aíto en Berlín.

Israel González da indicaciones a los jugadores del Alba Berlín durante un partido. /ARCHIVO
Israel González da indicaciones a los jugadores del Alba Berlín durante un partido. ARCHIVO
Guillermo García

Guillermo García

Chus Mateo vs Israel González. El técnico que cogió el relevo de Pablo Laso en el Real Madrid contra el entrenador que sucedió a Aíto García Reneses en el banquillo del Alba de Berlín. Dos entrenadores que han recorrido un largo camino como técnicos ayudantes antes de asumir la gran aventura de sus vidas al frente de dos equipos que hoy miden sus fuerzas en la Euroliga.

En el caso de Israel González el trayecto comienza en Torrelavega, cuando siendo apenas un niño se dedicaba a ir a los colegios a los que se iba a enfrentar como jugador para estudiar a sus rivales. El baloncesto se convirtió en su pasión, pero su llegada a la élite se cocinó a fuego lento. Entre medias una etapa como bibliotecario en el Instituto Cervantes y como profesor. Y entre libro y libro, las lecciones de grandes maestros como Pablo Laso, Pedro Martínez o Aíto García Reneses. Por formación no será.

¿Cómo ha sido el viaje de Israel González desde Torrelavega hasta un banquillo de Euroliga en Berlín?

Pues mira, cuando era juvenil me fui al colegio detrás de mi casa. Allí no había equipo y quise ver si podía hacer uno allí. Iba con camisetas de baloncesto y revistas de Gigantes y me acuerdo que se las regalaba a los niños y pasamos de tener dos niños que querían apuntarse a baloncesto a hacer dos equipos prácticamente de minibasket. Ahí empecé.

Luego, cuando me fui a Canarias a estudiar INEF, pues tuve la suerte de coincidir con Himar Ojeda en la facultad y él era entrenador de un equipo de niños en el club que yo quería ir a entrenar, porque me habían hablado muy bien de él. Eran los Salesianos, que habían sido campeones de España y subcampeones de España dos años consecutivos, siendo un equipo de colegio y donde el niño más alto medía 1,80. Yo quería ir allí a aprender y, efectivamente, pude entrenar allí tres o cuatro años.

Israel González dando indicaciones durante un partido.  ARCHIVO
Israel González dando indicaciones durante un partido. ARCHIVO

Luego nos absorbió el Gran Canaria. Después tuve una pequeña fase en Italia, donde estuve haciendo la objeción de conciencia y por las tardes me enrolé en el club de baloncesto Tupinelli, un club pequeño de Milán. Luego volví a Cantabria, donde entrené en La Paz al equipo júnior y luego al equipo de Primera regional y de ahí di el salto al Lobos Cantabria, donde empecé en el baloncesto profesional.

El técnico que le dio la alternativa para empezar en el Lobos fue un tal Pablo Laso. ¿Qué importancia tiene en su carrera?

Mucha, porque a pesar de haber sido entrenador de la selección cántabra y del equipo de Primera Regional de Torrelavega, del Merkamueble, del Grupo Deportivo La Paz, pues en ese momento era el preparador físico del Lobos. Es verdad, yo me involucraba un poco en los entrenamientos porque a mi me gustaba, pero cuando llegó Pablo Laso se hizo de una forma oficial. Él dijo que me quería a jornada completa porque yo iba algunas mañanas. Bueno, no es que no llegara es que realmente para hacer de ayudante tienes que meter muchas horas con el vídeo y yo no podía porque yo tenía mi trabajo, ¿no? Que aunque lo compatibilizaba por horarios, realmente no podía. Entonces él dijo que no, que quería que estuviera 'full time' y él es el que me hace dejar el colegio y que me involucre al 100% en el baloncesto. Viendo lo que ha ido sucediendo, fue un acierto.

¿En esa época como profesor o cuando estuvo como bibliotecario en el Instituto Cervantes en Milán, llegó a pensar que estaría en un banquillo de Euroliga?

[Risas] Ni de coña. Imposible. Yo estudié INEF porque a mi me gustaba mucho, pues yo he querido siempre ser entrenador desde pequeñito. Yo jugaba en cadete y me iba a ver a los rivales que íbamos a tener cuando podía y llegaba a casa y me apuntaba en una libreta qué es lo que habían hecho, qué es lo que no habían hecho y practicaba el scouting. Mis hobbies siempre han sido el ajedrez y el otro el deporte. Entonces yo creo que para ser entrenador era un poco un camino natural. De hecho hice INEF con ese planteamiento. Pero siempre pensé que sería profesor de educación física en un colegio y que por las tardes tendría mi equipo de niños o de regional, pero nunca pensé que iba a seguir estos pasos. Ha sido un camino muy afortunado y luego de una forma muy natural he ido progresando y me ha ido bien.

Además de Laso, ha tenido grandes maestros como Manuel Hussein, Pedro Martínez y, sobre todo, Aíto García Reneses. ¿Qué aprendió de todos ellos?

Yo creo que he tenido la gran suerte de haber aprendido de los mejores entrenadores de España. Y cada uno tiene sus cosas buenas, pero Aíto es el que escribió el libro de baloncesto moderno. Lo tenía todo muy por la mano, sabe muy bien qué es lo que quiere y yo creo que lo más importante es que Aíto enseña a los jugadores a leer baloncesto, a entender el baloncesto. Yo creo que el haber estado con él me ha dado una nueva visión y ha sido clave para mi formación.

"He tenido la gran suerte de haber aprendido de los mejores entrenadores de España"

Israel González

¿En algún momento en todos estos años como entrenador ayudante pensó que no iba a tener la oportunidad de asumir las riendas de un equipo?

Yo la verdad es que siempre he estado muy contento con el trabajo que tenía. Me gustaba mucho. Yo creo que ser entrenador ayudante no es simplemente ser el ayudante, sino que en sí mismo es ser entrenador. Puedes hacer otras muchas cosas que igual no son las funciones de primer entrenador, pero puedes trabajar con los jugadores, hacerles mejorar, hacerles entender ciertas cosas. Ya para mí era una situación muy satisfactoria. Estaba contento, estaba bien donde estaba y no tenía ninguna prisa. Pero bueno, la oportunidad me ha llegado. Me plantee si debería hacerlo o no porque ser entrenador significa estar expuesto y estar en una situación de más riesgo. Pero bueno, creo que las condiciones eran muy buenas aquí en Berlín, por el tipo de club, el tipo de filosofía y el entorno y nos decidimos a dar el salto.

¿Sintió presión por tener que suplir a Aíto o le supuso un alivio estar en un club como el Alba?

Estaba la presión de ver a un entrenador novel sustituir a Aíto. Yo soy consciente de que siempre me iban a comparar y que en esa comparación probablemente siempre salgo perdiendo. Esa es la presión. En todas las entrevistas siempre me preguntáis por Aíto y estoy muy orgulloso de ser su ayudante, pero yo contaba con esa presión.

"Poder continuar con el trabajo de Aíto ha sido una gran suerte"

Israel González

Por otro lado, he tenido la gran suerte de poder continuar su trabajo y tener ya una base muy buena de conceptos, de ideas y de jugadores, de haber aprendido esas cosas. He podido mantener una línea continuista en la que yo estaba convencido y creía. Ha sido una pequeña ventaja. De hecho, creo que el equipo juega de una forma bastante similar que cuando jugábamos con Aíto.

Este jueves se enfrenta a otro técnico que acaba de dar el salto tras muchos años como entrenador ayudante. ¿Se siente reflejado en lo que ha vivido Chus Mateo?

Chus Mateo ha sido un grandísimo ayudante y está demostrando que tiene mucha capacidad también para ser un gran primer entrenador. Creo que quizás los caminos han sido algo diferentes, pero sí que me he sentido identificado porque ha sido una persona que ha trabajado muchos años a la sombra y luego cuando le han llegado las oportunidades lo ha hecho bien. Creo que además está haciendo un buen trabajo en el Real Madrid.

La temporada en la Euroliga para el Alba está siendo un poco una montaña rusa. Primero una racha muy positiva, luego otra negativa con 12 derrotas seguidas y ahora otra vez arriba con tres triunfos consecutivos. ¿Cuál es el verdadero nivel del Alba?

Probablemente, el intermedio. Yo creo que la racha de derrotas consecutivas no refleja lo que somos. Es verdad que somos el equipo con menor presupuesto de la Euroliga, pero tenemos un grupo muy bien formado que nos ayuda a competir. Llevamos tiempo juntos y creo que eso nos da cierta ventaja. Empezamos muy bien el año por eso mismo, por haber estado conjuntados y ser prácticamente el bloque del año pasado. Pero luego hemos tenido muy mala suerte con muchas lesiones, con muchas bajas. Yo diría que hemos estado seis semanas que en cada partido hemos perdido uno o dos jugadores.

"Ha habido un cúmulo de circunstancias que nos ha hecho no poder competir al máximo nivel"

Israel González

La Euroliga es una competición de muy alto nivel y si nosotros tenemos algunos partidos marcados y no los ganamos, puede ser muy difícil. Creo que ha habido un cúmulo de circunstancias que nos han hecho no poder competir al máximo nivel, pero aun así siempre hemos estado ahí. Hemos estado muy cerca de ganar muchos partidos, quitando Real Madrid y Fenerbahce. En todos lo demás hemos perdido de dos o tres puntos.

El equipo está ahí. Nuestros números de estadísticas avanzadas son muy buenos. Eso nos daba confianza en el futuro, que cuando recuperáramos a todos los jugadores íbamos a estar mucho mejor. Y es lo que está pasando. A ver si somos capaces de mantenerlo y nos respetan las lesiones. No vamos a ganar todos los partidos de la segunda vuelta, pero vamos a seguir jugando, dando guerra en todos.

¿Llegó a sentir ansiedad o preocupación por su puesto de trabajo durante esa racha de 12 derrotas seguidas?

Desde el club han entendido siempre muy bien la situación. Incluso mejor que yo. Siempre han sido conscientes primero de qué tipo de club de Euroliga somos. Y segundo, de cómo han sido las circunstancias que te he explicado. A nivel interno yo creo que hasta ellos eran más conscientes que yo, porque los entrenadores siempre queremos ser más exigentes. Y a mí siempre me han transmitido tranquilidad y nunca he visto ninguna sensación de presión. Y creo que eso también los jugadores lo han notado.

Israel González, pizarra en mano, durante un partido.  ARCHIVO
Israel González, pizarra en mano, durante un partido. ARCHIVO

De hecho, nuestro día a día, nuestro ambiente en el equipo, es muy, muy bueno, como si estuviera ganando todos los partidos. Nosotros tenemos una química muy buena en el equipo y hemos tenido una racha de perder 12 partidos y aún así esa química nunca se ha roto. Eso es lo que nos da la esperanza que teníamos de volver, de hacernos volver, porque si el equipo no se rompe después de todas las derrotas, quiere decir que es que hay algo especial en el grupo. Nunca he visto peligrar mi puesto de trabajo.

¿Cómo se define Israel González como entrenador?

Alguien que está con los jugadores y cuyo primer objetivo es enseñarlos, hacerlos mejorar, que el jugador individualmente evolucione para poder llegar al siguiente nivel. También soy una persona que siempre les dice la verdad a sus jugadores, da igual que sea junior o que sea el jugador estrella. Les digo las cosas buenas, las cosas malas, de una forma tranquila y serena, con el objetivo de aprender y mejorar.

¿Qué es más difícil: enseñar a chavales en un aula o enseñar a los jugadores un sistema de ataque?

Las dos cosas tienen su dificultad. Las dos cosas. Enseñar siempre es un arte y yo diría que las dos cosas son iguales. Otra cosa es que luego tienes que ganar en el baloncesto.