EUROLIGA | REAL MADRID 116 - MACCABI TEL AVIV 113

Facundo Campazzo hace volar al Real Madrid en un partido de récord ante el Maccabi

Los blancos se llevan el duelo que se consagra como el partido con más anotación de la historia de la Euroliga en tiempo reglamentario. El argentino firmó un 42 de valoración.

Facundo Campazzo durante el partido ante el Maccabi. /GETTY IMAGES
Facundo Campazzo durante el partido ante el Maccabi. GETTY IMAGES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

La buena racha del Real Madrid suma y sigue. Y lo ha hecho sumando la octava victoria consecutiva en un partido que empezó siendo algo descafeinado en cuanto a ambiente (pese a que los puntos parecían llover dentro del ahora llamado Movistar Arena), mientras que fuera, lo que llovían eran las críticas por la celebración del partido. Y es que más de un centenar de personas proPalestina se congregaron a las puertas del Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, entre ellas la colíder de Podemos, Ione Belarra, en señal de protesta por la celebración de un duelo en el que, por contra, no hubo ningún tipo de incidente y lo que hubo fue un recital ofensivo de baloncesto que acabó tiñéndose de blanco, gracias a un Facundo Campazzo absolutamente excelso en un partido que bien pareció de NBA por el marcador (116-113) y que se convierte en el de mayor anotación de la historia de la Euroliga sin que haya prórroga.

El Real Madrid comenzó el duelo con el revés por la baja de Serge Ibaka. El pívot no se encontraba bien y por eso se quedó fuera de la convocatoria tras firmar muy buenos partidos en las últimas jornadas, por lo que no pudo ser de la partida en un duelo en el que Dzanan Musa inauguró el marcador. Aunque el que el equipo israelí acabó rápidamente tomando la delantera gracias a ocho puntos de Sorkin (5-13). Si bien, los blancos no tardaron en reaccionar y fueron precisamente el bosnio y Facu Campazzo los que apretaron a nivel ofensivo y unieron a Mario Hezonja para la causa, aportando puntos desde el banquillo para que el primer cuarto, en el que se vio un baloncesto rápido y con los ataques imponiéndose a las defensas, se acabase tiñendo de blanco (33-30).

Durante el segundo cuarto el guion apenas cambió. El partido seguía siendo un tú a tú a nivel ofensivo en el que, eso sí, se coló un buen tapón de Hugo González con el que el joven escolta está dejando claro que su paso al frente a nivel defensivo esta temporada es todo un hecho. El marcador seguía igualado y fue el exculé Rokas Jokubaitis quien volvió a poner por delante a los suyos (44-45) y los hizo reaccionar. Porque a partir de ahí, el Maccabi apretó y un triple de Sorkin colocó el 53-58 en el marcador que obligó a Chus Mateo a parar el partido a falta de 1:28 para el descanso.

El homenaje a Llull por su récord en la Euroliga. N.G.

Y, precisamente, fue el ala-pívot bielorruso con pasaporte israelí el que, en una jugada en ataque, en la que el Real Madrid se mantuvo bien a nivel defensivo durante gran parte de la posesión, le acabó ganando la espalda a Sergio Llull para poner el 55-60 en el marcador. Y aunque Facu Campazzo respondió con una buena canasta hacia atrás, un triple de Rafi Menco, tras una buena asistencia de Jokubaitis, mandó el partido al descanso 57-63.

Tras el receso, el duelo empezó con imprecisiones. Mario Hezonja no acertó en un triple y en una canasta bajo aro tras un buen robo de Facu Campazzo. Mientras que el Maccabi tampoco estuvo fino, aunque sí que logró que Sorkin fuese a la línea de tiro libre para poner el +8 en el marcador. Fue finalmente Musa, que tuvo uno de esos partidos, el que rompió la sequía de dos minutos blanca con un triple desde la equina tras ser asistido por Hezonja (60-65).

El Maccabi seguía haciendo daño desde el triple, sobre todo, aprovechando el lado débil del Real Madrid tras lograr atraer a toda la defensa e incluso sacarla de la zona, logrando liberar ya fuese por fuera o en la pintura a uno de los suyos hasta firmar un parcial de 7-0 que acabó poniendo el +12 en el marcador. Si bien, ahí quien apareció fue Campazzo. Seis puntos consecutivos del argentino (un triple y tres desde el tiro libre) hicieron que el equipo blanco se enganchara, algo que acabó con Eli John Ndiaye tirando de muñeca del exterior y él mismo volviendo a anotar otro triple que puso el duelo en solo cuatro puntos de diferencia y obligó a Oded Kattash a parar el juego... pero sirvió de poco.

Los de Chus Mateo se habían enchufado y así lo demostró Andrés Feliz con ese 2+1 tras un buen contraataque blanco, que puso el 75-76. Y fue Abalde, tras una buena defensa de los suyos y asistido por Ndiaye, el que desde la línea de tres volvió a darle la vuelta al marcador y levantó a la grada del ahora Movistar Arena, que parecía algo tibia hasta entonces (78-76).

La confianza de los blancos había hecho acto de presencia. Así se vio con el triple de Andrés Feliz o con el de Eli John Ndiaye, que volvió a poner las tablas, dejando claro que está aprovechando con creces la baja de Gaby Deck para ganarse minutos en la plantilla blanca. Todo ello capitaneados por un gran Campazzo, que estaba siendo el mejor a ambos lados de la cancha, y que acabó coreado cuando el técnico le dio descanso en el último minuto del cuarto, en el que Sergio Llull volvió a hacer de las suyas con un triple que, aunque fue respondido por otro de Jokubaitis (otra vez en el lado débil), hizo que los blancos se fueran por delante de cara a los últimos diez minutos (91-90).

Y la realidad es que en el último cuarto las cosas apenas cambiaron. Los blancos seguían sin necesitar a Edy Tavares para sumar en ataque (se quedó a cero), ya que Campazzo, que hizo al Madrid superar los 100 puntos cuando todavía quedaba medio cuarto por delante, estaba siendo capaz de hacer virguerías tanto a título individual como para sus compañeros (acabó el partido con 31 puntos, 5 rebotes, 8 asistencias y un contundente 42 de valoración). Pero un triple de Tamir Blatt volvió a equilibrar el electrónico a menos de tres minutos para el final (105-105).

Hoard y Jasiel Rivero se empeñaron en seguir poniendo contra las cuerdas a los blancos, mientras que Musa y Hezonja se sumaron al Facu para mantener a los blancos en la pelea. El marcador era 114-113 a falta de 27,5 segundos para el final. Tras una buena defensa blanca de absolutamente todo el quinteto en pista, al Maccabi se le hizo de noche, se le agotó la posesión. La bola era para los blancos con 3,5 segundos por delante y aunque Jokubaitis gastó la falta rápida contra Campazzo, que no falló en los tiros libres para poner el 116-113 a sólo tres segundos del final. Y aunque los israelíes lo intentaron, el triple de Randolph no entró y los blancos coronaron una victoria de récord para Campazzo, en el que ya es el partido con más valoración de su carrera en la Euroliga. Y también el duelo con mayor anotación de la Euroliga en 40 minutos, después de superar el 117-107 que firmaron en 2004 el Fortitudo Bologna y el Zalgiris.