Roger Grimau aguanta, de momento, el terremoto de una crisis que va más allá
La irregularidad y la falta de solidez defensiva marcan la primera vuelta culé en Euroliga. El técnico mantiene la confianza del club, pero los próximos 5 partidos serán claves.
Si hubiera que definir lo que ha sido la primera vuelta del Barça en la Euroliga, hay que irse a la clasificación para no tildarla de decepcionante. Porque las sensaciones con las que ha llegado al ecuador de la liga regular el equipo de Roger Grimau no son buenas. Y estas no sólo son obra de la competición continental. El conjunto culé acumula siete derrotas en diez partidos. Las dos últimas de una forma más que contundente. Y aunque todos los dedos señalan al banquillo, la crisis azulgrana va más allá de Roger Grimau, quien, de momento, mantiene la confianza de la directiva para seguir al frente del equipo. Mientras que se abre la opción de incorporar a un nuevo efectivo que ayude a corregir errores.
La defensa y el tiro exterior, dos dramas
El Barça ha cerrado la primera vuelta de Euroliga en tercera posición con un balance de 11-6. Visto así, no está mal. ¿El problema? Que los errores con los que se ha llegado al final de la primera vuelta se han repetido de forma cíclica desde que empezó la temporada. Y la excusa de que era una plantilla nueva ya no sirve. Ni tampoco la del técnico. Porque el equipo sigue convirtiéndose en un mar de dudas sin saber cómo continuar o culminar jugadas. Y la falta de dureza y agresividad en defensa también parece que se ha convertido en tónica general.
De hecho, perder por 20 puntos de forma consecutiva, algo que no ocurría desde hace más de 20 años, es más que preocupante. Sobre todo si los errores son los mismos y las sensaciones van a peor. Pero es que, además, el conjunto culé tampoco es capaz de ser una amenaza con el tiro exterior. La baja de Álex Abrines, en este caso, se está notando, pero no es lo único que falta en este sentido.
Ante AS Mónaco se quedó en un pobre 8/27 en triples; ante Zalgiris en 12/30; ante ALBA Berlín en 6/24; ante Milán en 7/18, mismo número de triples anotados en las dos jornadas anteriores a esa. Y sólo ante ASVEL el 1 de diciembre, con 17/26, fue el partido de este mes de diciembre en el que mostró algo más de ofensiva exterior. Y todo eso va más allá del técnico. Eso sí, donde sí tiene que ver es en el runrún sobre Willy Hernangómez, que no cesa.
¿Qué pasa con Willy Hernangómez?
Ya hace unas jornadas el propio Grimau reconoció que quizá se había equivocado con la gestión de Willy Hernangómez ante Olimpia Milán: no jugó en toda la segunda mitad y lo sacó en los dos últimos minutos. "Son sensaciones y momentos. Lo mismo me he equivocado. Pero era la decisión que en ese momento puede ayudar a ganar el partido", dijo tras aquella derrota el 15 de diciembre. Y a partir de ahí la participación del pívot, el fichaje estrella del Barça este verano, ha ido cayendo en picado.
De los 14:45 minutos que jugó ante Olimpia Milán, en los que anotó 10 puntos, pasó a 14:22 ante ALBA Berlín (siete puntos). Después jugó 10:16 ante Zalgiris -anotó seis puntos- y este viernes se ha quedado en 7:06 ante AS Mónaco, en los que anotó cuatro puntos. Unas cifras que dejan claro que algo ocurre con el pívot.
¿Un fichaje a la vista?
Dadas las circunstancias, la pregunta hace tiempo que sobrevuela Barcelona. Si Grimau, de momento, mantiene el respaldo del club, algo hay que cambiar. Y la posibilidad de incorporar a un nuevo efectivo empieza a coger fuerza en las oficinas culés. En este sentido, será Juan Carlos Navarro quien mueva ficha, y lo que está claro es que cuenta con el respaldo de Laporta para ello. Eso sí, se tiene que tener muy en cuenta el fairplay financiero, en el cual computan como uno todas las secciones deportivas del club y aquí lo de incrementar el gasto de plantilla no es tan sencillo, como ya se está viendo con la sección de fútbol.
Cinco partidos, claves de cara al futuro
Lo que ocurre a partir de ahora es que el Barça tiene cinco citas que serán clave, con una de ellas señalada con rojo en el calendario… La primera: el 3 de enero, ante el Real Madrid en el Palau, en el Clásico de Euroliga. Después, esa misma semana, se mide a Baskonia, mientras que el fin de semana peleará por ser cabeza de serie en la Copa del Rey de Málaga en el partido ante Monbus Obradoiro. Y después se enfrentará a Olympiacos y Zalgiris.
¿Lo positivo? Que los cinco duelos serán en el Palau, plaza donde el Barça sí parece reencontrarse consigo mismo y mostrar una imagen mucho mejor que la que está dando a domicilio. Habrá así que esperar para ver qué ocurre en estos partidos para saber si finalmente el respaldo actual a Grimau se mantiene, si la directiva mueve ficha y si hay alguna nueva incorporación en la plantilla culé.