El Real Madrid no fichará de momento... y Chus Mateo adapta su discurso
El club blanco prefiere esperar salvo que salga una gran oportunidad.
El Real Madrid de baloncesto continúa con su hoja de ruta en materia de mercado. La misma que se marcó a inicios de temporada y que ni la lesión de Andrés Feliz ni la que arrastra Usman Garuba han modificado. De hecho, así se demuestra con el cambio de discurso -o el matiz al mismo- que ha hecho el propio entrenador del equipo blanco, Chus Mateo, que confirma que los blancos no tienen prisa ni urgencia por hacer ningún fichaje… ni siquiera pese a las dos bajas con las que cuenta. Al menos, no de momento. Y es que, según ha podido saber Relevo, salvo que aparezca una gran oportunidad de mercado con la que el club blanco entienda que podría cambiarse e impulsar la dinámica del equipo, no habrá chico nuevo por Valdebebas… por ahora.
Cuando el equipo blanco cayó derrotado en la final de la Supercopa Endesa ante el Unicaja, Chus Mateo fue preguntado sobre si con 13 jugadores en plantilla era suficiente, la respuesta fue clara: "Nosotros tenemos que estar atentos porque hay una exigencia física, como se ha podido ver, un nivel físico tan brutal que necesito de más jugadores seguramente para una temporada de 90 partidos. Eso lo sé yo, lo sabemos todos y lo único que tenemos es que estar atentos a ver cómo va rodando el equipo y qué necesitamos. Aún no lo tenemos muy claro eso y estaremos atentos".
Y añadió: "Nuestra inquietud ahora es saber en qué necesitamos mejorar y por dónde incorporar a alguien. Seguramente sea así durante el año, no hay prisa, hay que ver cómo funcionamos, pero sí que es obvio que con 90 partidos para dos competiciones de la exigencia que tienen estas dos, es importante tener una plantilla larga".
Aquellas declaraciones del técnico reforzaban la idea de que el club blanco iba a estar sí o sí pendiente del mercado, aunque se lo fuese a tomar con calma. Todo ello mientras el nombre de Dylan Osetkowski seguía sobrevolando Valdebebas a expensas de conocerse la posible sanción de la FIBA por dar positivo en marihuana que, un mes después, todavía sigue sin conocerse.
A partir de ahí, lo que ocurrió fue el revés de Garuba, que este mismo miércoles abandonaba Valdebebas junto a personal médico del club mientras el resto del equipo entrenaba. Algo que se ha convertido ya en un habitual para el jugador madrileño, que arrastra una fractura por estrés en el pie desde el verano, y que no termina de encontrar el camino para terminar de recuperarse.
De hecho, el propio Chus Mateo habló de ello la pasada semana, tras la victoria blanca del jueves ante el Panathinaikos: "Hasta que no esté recuperado del todo, prefiero que siga recuperándose aparte. Ha hecho varias intentonas de volver, se ha resentido una vez del gemelo, otra de la parte delantera de la tibia… es un flaco favor el que se hace a sí mismo y al resto, porque pensamos que lo vamos a tener y no está suficientemente bien. Hay que tener paciencia con él para que se recupere".
Esto lo que hizo fue incrementar o potenciar la posibilidad de que un perfil como el de Osetkowski era lo que necesitaba el equipo blanco para el juego interior. Sobre todo, después de que ya hubiera runrún ante la falta de un fichaje para suplir a Gerschon Yabusele y que Ndiaye parecía no tener del todo la confianza del técnico a la hora de ser el '4' del Madrid, mientras que Serge Ibaka tampoco terminaba de brillar para suplir los cambios de Edy Tavares.
El Real Madrid siguió rodando, Ndiaye fue ganando confianza poco a poco y la fórmula de usar a Gaby Deck o Mario Hezonja de '4' -algo que ya era un habitual en temporadas anteriores- comenzaba a dar sus frutos. Y entonces llegó la lesión de Andrés Feliz.
El base se rompió la fascia plantar el pasado 10 de octubre, quedándose bastante sólo Facundo Campazzo en la dirección de juego. Porque si algo se vio, por ejemplo, en el duelo ante Baskonia de Euroliga -el cual se perdió el argentino por sanción- era que el equipo blanco necesitaba de más madera en la dirección de juego ante la Campazzodependencia. Después de que se viese que Sergio Llull, que fue el recambio natural, fuese mejor en el '2' o que Xavier Rathan-Mayes tampoco terminase de generar el suficiente juego para el resto.
Si ya de por sí la plantilla del Real Madrid era corta, o, en palabras de Chus Mateo, necesitaba "de más jugadores para una temporada de 90 partidos", se le sumaban dos bajas más. Algo que hizo que incluso que surgiera la posibilidad de incorporar a un temporero, para suplir la ausencia de Feliz. Es más, tras la derrota en Vitoria hace una semana, el propio Chus Mateo aseguró: "Cuando juegas al límite, como hemos jugado nosotros, jugando con menos jugadores que otras temporadas, llegas muy justo al final". Otra referencia a esa idea que venía plasmando desde la final de la Supercopa.
¿Qué ocurre? Que tras ello se han dado varios factores. El primero, que a Feliz se le espera para después de las Ventanas FIBA. Es decir, dentro de un mes. Lo que hace que lo que podía ser más largo, finalmente sea un plazo algo menor y, además, ayudado por el parón. Después, la situación del mercado, con más de un equipo Euroliga (como Zalgiris y el Barça, tras la lesión de Nico Laprovittola) buscando un perfil de este tipo y con la dificultad que supone fichar un temporero a sabiendas de que en un mes regresa el lesionado y esa plaza libre desaparece. Y luego, el hecho de que al Real Madrid realmente no le ha dado tiempo a probar como tal -con rodaje y ya con los jugadores sabiendo cómo es jugar juntos- con Andrés Feliz como para saber si es ahí o no donde necesita un refuerzo.
Y claro, de ahí que este miércoles, en la rueda de prensa previa al duelo de Euroliga ante el Estrella Roja, se viese ese cambio de discurso de Chus Mateo, después de que el técnico asegurase lo siguiente: "No dije exactamente que fuera un pelín corta, sino que tenemos que estar atentos que en el momento en el que se crea conveniente, reforzarnos, porque es muy exigente y en eso entiendo que podemos estar. A mí lo que me toca es pensar en lo que tengo, yo no puedo pensar o prever si puede venir alguien… no lo sé, no sé si vendrá o no, yo sé que lo que tengo es lo mejor que puedo tener, tengo para ganar en el día a día de momento lo mejor y no voy ni vamos a pensar si es corta o larga, para mañana podemos estar perfectamente y ya veremos en un futuro".
Con este discurso, el técnico blanco plasma la que a día de hoy es la realidad del Real Madrid y es, según ha podido saber Relevo, que pese a que se le ofrecen jugadores, va a seguir tomándoselo con calma. Primero, porque aún no saben qué tipo de perfil realmente quieren y, en segundo lugar, por el gran desembolso que supondría fichar ahora y que, más adelante, se viera que no era esa la pieza que necesitaban. Eso sí, si algo tienen claro es que en caso de que encontrasen un jugador que vieran que pudiera cambiar la dinámica o impulsar realmente el equipo, sí que entonces se plantearían el hacer ese esfuerzo económico para cerrarlo.
¿Y todo ello a qué se debe? A que para el club blanco, la necesidad real es contar con las piezas necesarias una vez que empiecen a disputarse como tal los títulos. Y el primero es en febrero. Por eso, la premura que parecía patente por ampliar la plantilla ahora no lo es tanto y de ahí las palabras de Chus Mateo.