EUROLIGA | AS MÓNACO 85 - BARÇA 84

Al Barça le sobró corazón y le faltó una canasta para lograr el billete a Abu Dabi

El triple final de Kevin Punter no entró y los culés caen en el quinto partido de los playoffs de la Euroliga ante el AS Mónaco.

Willy Hernangómez pugna con Alpha Diallo, Mam Jaiteh y Mike James. /EFE/SEBASTIEN NOGIER
Willy Hernangómez pugna con Alpha Diallo, Mam Jaiteh y Mike James. EFE/SEBASTIEN NOGIER
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Hubo corazón, hubo cabeza, hubo mucho baloncesto... pero no hubo épica culé. Era complicado, por jugar en un pabellón (la Salle Gaston Medecin) donde no había logrado ganar ni en playoffs ni en liga regular; por la situación en la que estaba una plantilla que, sin duda, tiró de entereza ante las numerosas bajas; y por enfrentarse a un rival muy físico que iba a desgastar mucho la corta rotación culé. Pero la realidad es que el Barça se quedó a una canasta de haber firmado una clasificación histórica por todo lo que la englobaba. Los de Joan Peñarroya se quedan sin el billete a Abu Dabi, pero se despiden de la temporada europea con la cabeza más que alta tras haber peleado hasta el final (85-84).

La realidad es que Peñarroya, como ya hizo con anterioridad, apostó por un quinteto físico y de centímetros. Sin embargo, esto acabó propiciando que las defensas acabaran opacando a los ataques. Más que nada, porque tan sólo Tomas Satoransky logró los únicos dos puntos en casi dos minutos de juego, tras un mate que rompió la sequía. Alpha Diallo fue el que, como ya viene acostumbrando en esta serie, tiró de lucidez monegasca aunque si algo estaba quedando claro es que el bloque, es decir, el juego colectivo, era el que iba a marcar el ritmo de partido y ahí estaba ganando el Barça. De ahí ese 9-13 con el que se llegó al ecuador de los primeros diez minutos, tras el que, eso sí, Diallo tiró de talento y castigando a Kevin Punter -que tenía que subir un punto más en defensa- igualó la contienda a 13, firmando 9 de esos puntos.

Aunque sin duda, la mejoría culé llegó gracias a Willy Hernangómez. Su entrada a pista ya dio un aviso cuando en la primera acción, logró sacarle la falta en ataque a Daniel Theis. Y de hecho, su aportación a ambos lados de la cancha hizo que el cuarto acabase teñido de azulgrana (15-19). Sin embargo, los segundos diez minutos fueron otra historia. Sobre todo cuando Vassilis Spanoulis dio entrada a Papagiannis y sus 2,20 metros de estatura. Un jugador que no había sido de la partida hasta ahora y que revolucionó el juego monegasco, sobre todo para igualar el rebote y hacerse grande en una pintura que, hasta ahora, parecía tan solo dominada por los culés.

Aun así, los de Peñarroya seguían manteniendo los cuatro de ventaja... aunque eso apenas duró tres minutos. Porque el AS Mónaco subió un punto en agresividad, tanto en defensa como en ataque y Elie Okobo firmó el 32-31 con el que, por primera vez, los de Spanoulis lideraban el marcador. Y aunque un triple de Justin Anderson volvió a poner a los culés por delante, no sirvió de mucho. Porque eso fue el preludio del apagón culé y el despertar de un AS Mónaco, que se fue al descanso con un triplazo de Mike James marca de la casa sobre Alex Abrines (45-39).

Los culés necesitaban mejorar en el rebote y tratar de evitar el impacto de Papagiannis, aunque el hecho de no haber anotado ningún punto en transición también les estaba penalizando, además de recuperar a un Jabari Parker totalmente diluido. Y la realidad es que el tercer cuarto, algo mejoró... aunque no desde el principio. Los culés se llegaron a ver 10 abajo y fue entonces cuanto empezaron a subir líneas, cerrarse mejor atrás hasta ponerse a de nuevo a cuatro (54-50). ¿Qué pasó ahí? Que llegó la polémica del partido con uno de los jugadores que, precisamente, se convirtió en trascendental: Willy Hernangómez. El pívot vio una falta antideportiva que, tras ser reclamada por Peñarroya vía challenge, acabó siendo falta normal, pero el entrenador se llevó la técnica. Y aunque eso parecía que podía cortar la racha ascendente de los culés, nada más lejos de la realidad.

De hecho, fue el madrileño el que con dos canastas consecutivas logró el empate a 54 tras el que llegó un tira y afloja de cara aro y el duelo se acabó yendo al último cuarto con 65-62 en el marcador, después de que un tiro de Brizuela no entrase. Pero si algo tiene el donostiarra es carácter y así lo dejó claro nada más empezar el último cuarto. Primero, con un triplazo que puso el empate a 65 y después, con una asistencia a Youssoupha Fall que puso al Barça por delante en el marcador (65-67), algo que no ocurría desde el segundo cuarto.

El AS Mónaco se había desordenado en ataque ante un Barça que seguía con uñas y dientes dominando el marcador. Pero la cuarta falta personal en ataque -y discutida, en función de otros contactos vistos con anterioridad- de Willy Hernangómez acabó permitiendo a los monegascos volver a ponerse por delante en el marcador (72-71). Y aunque el pívot volvió a sumar en ataque, Mike James igualó la contienda (74-74) para dar paso, otra vez, a un intercambio de canastas en el que, eso sí, volvió a brillar Papagiannis (79-77).

El tiempo corría y los triples y canastas culés no terminaban de entrar, mientras que Papagiannis seguía haciendo de las suyas con dos canastas consecutivas, solo interrumpidas por un tiro libre anotado de Willy Hernangómez. Fue Jabari Parker el que logró romper la sequía culé para anotar una canasta en juego y poner a los suyos a sólo uno (81-80). Y tras una buena defensa culé, Kevin Punter logró poner a los suyos uno arriba a un minuto 40 del final.

Sin embargo, una defensa pasiva del Barça -en la que volvió a verse señalado Kevin Punter- acabó con Strazel anotando a placer. ¿Lo bueno para el Barça? Que tras ello, Alpha Diallo se equivocó y acabó cometiendo falta, precisamente, sobre Kevin Punter, que volvió a poner a los culés uno arriba desde la línea de tiro libre (83-84), que acabó provocando el tiempo muerto de Spanoulis. Y la verdad es que le vino de escándalo, porque Mike James se comió a una otra vez suave defensa culé, tras lo que la polémica volvió a llegar, después de varios contactos sobre el Barça no pitados en ataque. Y aunque el Barça lo intentó, con un triple de Kevin Punter tras una contra en la que Willy parecía estar solo... el tiro del estadounidense no entró (85-84). El Barça se despide con la cabeza más que alta de los playoffs de la Euroliga, por segundo año consecutivo, en el quinto partido.