El Barça se permite "un poco de euforia" para cambiar ante el AS Monaco el guion de una temporada "llena de palos y negatividad"

Joan Peñarroya se las ha visto de todos los colores desde que asumió las riendas del Barça el pasado verano. El técnico catalán ha tenido que lidiar con lesiones, con críticas, con fases de mal juego y derrotas que le colocaron en la picota e hicieron dudar de su continuidad. Sin embargo, poco a poco, fue capaz de convertir su equipo en un bunker en el que no entrasen los rumores y los comentarios negativos sobre un equipo que ha conseguido revertir la situación hasta firmar 10 victorias en los últimos 12 partidos disputados.

Un equipo al alza que ha logrado olvidarse de las lesiones y de espantadas como la de Dame Sarr para posicionarse quinto en la Euroliga y presentarse en los playoffs con el factor cancha en contra, pero con la flecha de ánimo hacia arriba. Por eso su técnico y sus jugadores apelan al factor emocional como un jugador más en una eliminatoria ante el AS Monaco en la que no parten como favoritos, pero en la que no sería sorprendente verles pasar.

Con lo vivido durante la temporada el técnico, que ahora mismo apunta a su continuidad la temporada que viene una vez capeado el temporal de los resultados, ahora ya no se esconde e incluso se atreve a sacar pecho. No mucho, pero sí asoma. "Todo lo que pasa a lo largo de la temporada nos ha traído hasta aquí y son situaciones que nos pueden servir. Pero todos estos jugadores que tenemos vienen a jugar un Playoff. Los que estamos estamos con salud, estamos bien. Si hay euforia tampoco viene mal, en una temporada en la que todo han sido palos y negatividad".

Una atmósfera que se enrareció hasta hacerse irrespirable con la derrota en la Copa del Rey ante La Laguna Tenerife y con el no fichaje de Heurtel, que puso el equipo patas arriba. En ese clima, Peñarroya mantuvo la calma y se refugió en la pizarra para sacar la temporada adelante. Y ahora tiene una nueva oportunidad para remontar definitivamente el vuelo. El rival, un Monaco que como el Barça apuesta por un ritmo ofensivo alto capaz de superar cualquier defensa.

"Por el talento y la forma de jugar los dos equipos durante la fase regular, sería lógico que fuesen partidos de puntuaciones altas", pero el preparador catalán tiene claro que, para llevarse la serie, sus jugadores "no solo pueden pensar" en ganar el intercambio de golpes. "Debemos de ser suficientemente sólidos en los dos lados de la pista", ha advertido el técnico del Barça, quien ha resaltado que el equipo "está bien, llega en una buena dinámica y con muy buena mentalidad".

El Barça aterriza en la capital del principado tras unos días de descanso y como el segundo mejor ataque global de la Euroliga y el segundo mejor ataque como visitante, ambos con 88,1 puntos por partido de media. "La eliminatoria es dura, pero la podemos competir y ganar. Las hemos pasado de todos los colores y en una serie del playoff nos puede ayudar el haber pasado todo eso", recordaba el técnico azulgrana, que además recupera a una pieza importante como Jan Vesely.

"Jan es un jugador importantísimo en nuestros esquemas ofensivos y defensivos, pero no solo en los nuestros, en los últimos diez años ha sido un jugador vital en la Euroliga en los equipos en los que ha estado. Nos da otro registro diferente a los de los otros 'cincos' que tenemos y nos va a venir muy bien", ha comentado Peñarroya sobre el pívot checo, que será una pieza básica para intentar frenar a un jugador como Daniel Theis, la última incorporación del conjunto monegasco.

"Ellos vienen con un jugador que no tenían y nosotros sin jugadores que sí teníamos antes, y mañana va a cambiar mucho la película. Cada partido es diferente y no nos importa tanto que ganáramos los dos partidos sino cómo se jugó y qué hicimos bien para que ellos no se sintieran cómodos", aseguraba un Dario Brizuela, que ha adoptado el discurso inconformista de su entrenador. "Solo firmaría volver con el 2-0. El 1-1 estaría bien, pero nuestro foco está en sacar los dos partidos".