Amenazas, chantaje, presiones y un fraude provocaron la 'huida' de Alen Smailagic del Partizan
El jugador serbio, que ha firmado este verano por el Zalgiris Kaunas, ha demandado a dos personas por extorsión tras un contrato engañoso firmado en 2019.
Cuando este verano, Alen Smailagic dejó el Partizan (y Serbia) para poner rumbo al Zalgiris de Kaunas, los rumores que sobrevolaron al jugador era que había tenido algunos problemas internos dentro del equipo que está bajo las órdenes de Zeljko Obradovic. Sin embargo, lo cierto es que su decisión nada tenía que ver con el Partizan, sino con el exterior. El joven pívot se encontraba envuelto en una compleja situación por un fraudulento contrato que firmó siendo engañado y que ha acabado en los juzgados tras recibir amenazas, chantajes y extorsiones que han propiciado que finalmente tomase la decisión de dejar su país.
"En Serbia estaban pasando muchas cosas de las que no me gusta hablar ahora. No me gustaría estar rodeado de ese tipo de energía", dijo el jugador tras llegar a Lituania, en unas declaraciones al portal Basketnews. En esa conversación, Smailagic también aseguraba que "el Partizan como club es genial, el entrenador es genial", incluso aseguraba que para él "Zelko Obradovic es como un padre, un padre estricto". Si bien, "no quería ser parte de algunas de las cosas que estaban sucediendo en el país. (...) Sucedieron algunas cosas que estaban fuera de nuestro control. Todo vino del exterior", admitía el center, que había tenido ciertos altibajos que a ojos de muchos no se entendían.
De hecho, su calidad se había demostrado con anterioridad, pues, por situarnos, durante los ya famosos playoffs de la Euroliga de 2023 entre el Real Madrid y el Partizan, él fue el principal calentamiento de cabeza de Edy Tavares, al lograr sacar al pívot caboverdiano de la zona en los dos primeros duelos que hicieron que la eliminatoria se fuera a Belgrado con ese 2-0 para los de Zeljko Obradovic. Si bien, algo pasaba con el jugador, sobre todo tras conocerse que dejaba su país este verano.
Y es que, según ha adelantado el medio Nova.rs, el verdadero motivo que habría propiciado su salida fueron una serie de amenazas, chantajes y presiones por parte de dos personas que representaban a la empresa 'Beko Basketball Kotez', la cual está siendo investigada por una presunta estafa al jugador, tras haber sido demandada por este.
La historia se remonta al año 2018. Smailagic, tras seis años en el KK Beko, fue elegido por los Golden State Warriors en el puesto 39 del draft. Si bien, aunque ese verano puso rumbo a EE. UU., lo hizo de la mano del equipo filial de la franquicia: con un contrato con los Santa Cruz para jugar en la G-League y así tratar de llamar la atención del equipo principal de cara a la temporada siguiente. Y lo hizo.
Smailagic sabía que la siguiente temporada iba a tener contrato con los Warriors, si bien, tanto él como su familia querían recompensar de alguna manera al KK Beko, su equipo de toda la vida. ¿Y qué hicieron? Firmar un contrato a inicios del 2019 para que en ese caso el club se llevara algo por su traspaso. O eso creían ellos.
Según argumenta el jugador en la denuncia que recoge Nova.rs, por error (básicamente por un engaño de los dos acusados), el contrato se firmó con una empresa fundada sólo un par de meses antes del acuerdo, denominada 'Bejo Basketball Kotez'. Es decir, que el nombre incluso era muy similar al del club donde él había militado, aunque la realidad es que nada tenía que ver con este.
Tras ello, en verano de 2019, él firmó con los Warriors tal y como estaba previsto y entonces llegaron las presiones. Los acusados le reclamaban 525.000 dólares por ese traspaso y como este no se los daba -no eran el club al que él quiso recompensar, sino que vendría todo a ser un fraude-, comenzaron las presiones y las amenazas. Smailagic no cedía argumentando que el contrato no tenía base legal pues no se trataba del club en el que él jugó y en 2021 cuando regresó a Europa y se enroló en el Partizan, todo se acentuó.
Ese año, los dos acusados representantes de la citada entidad demandaron a Smailagic por impagos que, según el citado medio, ascenderían a 32,8 millones de dinares serbios (más de 280.000 euros). Algo que recurrió el jugador, que finalmente, a inicios de 2022, terminó demandándolos a ellos por fraude financiero y tergiversación fraudulenta, argumentando que había sido engañado para firmar un contrato ilegítimo.
¿Y qué tiene que ver esto con su situación en el Partizan? Pues que realmente en el club no se sabía que el jugador estaba sumido en esta situación, ni tampoco que estaba siendo presionado y amenazado por los acusados. De ahí eso a lo que se refería Smailagic en sus declaraciones sobre las "cosas que están sucediendo en Serbia".