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Qué es un doble-doble y un triple-doble en baloncesto

La estadística tiene un gran peso en el baloncesto en general y en la NBA en particular.

Stephen Curry./Reuters
Stephen Curry. Reuters
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La estadística en baloncesto es un asunto mayor. Más todavía en la NBA. En una competición de 30 equipos en la que solo hay un ganador, y en la que algunos conjuntos incluso priman el perder para tener una mejor posición de cara al draft de la siguiente temporada, la valía de un jugador en muchas ocasiones sólo se puede cuantificar mediante sus números individuales. Los propios protagonistas son conscientes de ello. Principalmente, porque sus contratos pueden variar en función de los créditos que pueden atestiguar en su hoja estadística.

Tradicionalmente, la estadística individual a la que mayor valor se otorgaba se dividía en cinco categorías: puntos, rebotes, asistencias, robos de balón y tapones. Esto es mucho antes de que la estadística avanzada y el big data irrumpiesen en el deporte profesional. No obstante, estos cinco apartados siguen teniendo un gran peso en la valoración que se hace de un jugador y su impacto en un partido. Son los números que normalmente se destacan en las crónicas de los partidos, los que suelen discutir los aficionados.

Para destacar la actuación de un determinado jugador, se crearon una serie de figuras casi literarias que otorgan un mayor peso a la actuación de un baloncestista. Así nació el doble-doble, el triple-doble y todas sus variantes.

Qué es un doble-doble

En baloncesto, un doble-doble es un logro estadístico conseguido por un jugador que termina un partido con 10 créditos o más en dos de los cinco apartados listados anteriormente. El más común es el que aúna puntos y rebotes. Esto es si, por ejemplo, un jugador anota 15 puntos y captura 10 rebotes, habrá terminado el encuentro con un doble-doble. En posiciones exteriores también es habitual que el doble-doble se dé sumando puntos y asistencias, especialmente en la NBA donde el criterio para adjudicar una asistencia es más abierto que el que se utiliza en el baloncesto FIBA.

El jugador de la NBA con más dobles-dobles conseguidos es Tim Duncan, que se retiró con la friolera de 841 partidos con los que finalizó con dobles dígitos en dos apartados estadísticos. De hecho, en su carrera, el ex ala-pívot de los San Antonio Spurs ha promediado un doble-doble durante su carrera, con 19 puntos y 11 rebotes por partido. Tras The Big Fundamental aparecen en la clasificación otros dos jugadores interiores como Karl Malone (814 dobles-dobles) y Hakeem Olajuwon (775).

Como casi siempre que se habla de récords estadísticos en la NBA, Wilt Chamberlain también tiene mucho que decir en este aspecto. No en vano, es el jugador que más dobles-dobles ha encadenado en la historia. En total, el mítico pívot de Lakers, Warriors y 76ers logró 227 dobles-dobles consecutivos, una racha que extendió de 1964 a 1967. Este récord se produjo antes de la fusión entre la NBA y la ABA, por lo que sus números no computan para el récord absoluto que oficialmente ostenta Duncan.

Cabe resaltar que Chamberlain también es el único jugador en la historia de conseguir un doble-doble con 40 puntos y 40 rebotes. Aunque lo realmente impresionante es que lo hizo en ocho ocasiones.

Cómo conseguir un triple-doble

Según ha avanzado el baloncesto, las proezas estadísticas van quedándose obsoletas poco a poco. Al punto que el triple-doble, esto es, al menos 10 créditos en tres de los cinco apartados estadísticos arriba listados, se ha convertido en algo más habitual. Este tipo de logro es más habitual en jugadores exteriores, generalmente bases, capaces de aportar en puntos, rebotes y asistencias.

De hecho, cuando se habla de triple-doble se ha de resaltar la figura de Russell Westbrook. El ex de Thunder y Wizards, entre otros, es el uno de los dos jugadores que han logrado finalizar una temporada entera promediando un triple-doble, siendo el otro Oscar Robertson. Este hito numérico le valió el premio a mejor jugador de la temporada (MVP) en 2017. Además, también es el jugador que más triples-dobles ha logrado desde que se comenzó a contabilizar en la temporada 1979-80.

Russell Westbrook. Reuters
Russell Westbrook. Reuters

Westbrook también es uno de los dos jugadores que han conseguido un doble triple-doble en un encuentro. Es decir, el base consiguió un triple-doble en dos ocasiones, o, lo que es lo mismo, un triple-doble con más de 20 créditos en tres aspectos estadísticos. Lo consiguió el 2 de abril de 2019, cuando finalizó el partido con 20 puntos, 20 rebotes y 21 asistencias en la victoria de su equipo, los Thunder, contra los Lakers. Algo que solo había logrado, claro está, Wilt Chambelain, quien el 4 de febrero de 1968 firmó un choque con 22 tantos, 25 rechaces y 21 pases de canasta.

Pese a que decíamos que este apartado estadístico es más habitual en los bases, el español que más triples-dobles ha conseguido en la NBA es Pau Gasol, quien lo consiguió hasta en 10 ocasiones.

El hito del cuádruple-doble

Siguiendo la lógica, un cuádruple-doble se consigue cuando un jugador logra al menos 10 créditos en cuatro de los cinco apartados estadísticos resaltados (recordemos: puntos, rebotes, asistencias, tapones y balones robados). Por definición, un jugador que realiza esta gesta ha realizado uno de los partidos más completos posibles, pues ha sumado en casi todos los aspectos del juego que se consideran determinantes.

Por su dificultad, solo hay cuatro jugadores que han logrado una hazaña estadística de tal magnitud. Estos son: Nate Thurmond (que hizo 22 puntos, 14 rebotes, 13 asistencias y 12 tapones con los Chicago Bulls en 1974), Alvin Robertson (jugador de los Spurs que terminó un choque en 1986 con 20 puntos, 11 rebotes, 10 asistencias y 10 robos de balón, siendo el único de la lista en completarlo con este apartado y no tapones), Hakeem Olajuwon (quien en 1990 firmó una exhibición de 18 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias y 11 tapones contra los Bucks) y David Robinson (el Almirante firmó en 1994 contra los Pistons una hoja de servicios que incluía 34 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y 10 tapones).

En 2015, Ricky Rubio se quedó muy cerca de lograr un cuádruple-doble. El base, por entonces en los Timberwolves, terminó un encuentro ante los New York Knicks con 9 puntos, 10 rebotes, 12 asistencias y 8 robos de balón, siendo el español que más cerca ha estado de conseguirlo en la NBA.

La leyenda del quíntuple-doble de Wilt Chamberlain

¿Ha conseguido alguien realizar un quíntuple-doble (esto es, 10 créditos o más en los cinco apartados estadísticos tradicionalmente destacados) en la historia de la NBA? La respuesta oficial es que no. Sin embargo, oficiosamente existe un quíntuple-doble no registrado que corresponde, como no podía ser de otra forma, a Wilt Chamberlain.

En 1968, la estadística oficial no recogía ni los tapones ni los robos de balón, por lo que el quíntuple-doble era algo imposible de conseguir. Sin embargo, según cuenta ESPN, citando al periodista Harvey Pollack, quien por aquel entonces trabajaba como director de Información Estadística de los 76ers, Chamberlain habría logrado un quíntuple-doble durante un partido frente a los Lakers. Según sus apuntes, el legendario pívot habría terminado el partido con 53 puntos, 32 rebotes, 14 asistencias, 24 tapones y 11 robos de balón. Una auténtica barbaridad que, si bien no computa en los libros de historia, agranda todavía más la leyenda del mítico dorsal 13.

¿Podría darse un triple-triple?

Si por el desarrollo físico y de talento de los jugadores los hitos estadísticos cada vez se van quedando más pequeños, ¿sería lícito fantasear con la consecución de un triple-triple? Esto es, conseguir tres cifras en tres de los cinco apartados, por ejemplo: 100 puntos, 100 rebotes y 100 asistencias en un partido.

Por el momento, semejante monstruosidad parece altamente improbable. De hecho, solo un jugador ha logrado conseguir anotar 100 tantos en un choque. Se trata, por supuesto, de Chamberlain, que lo consiguió el 2 de marzo de 1962, cuando su equipo, por entonces los Philadelphia Warriors, vencieron a los New York Knicks por 169-147. Lo máximo que alguien se ha podido acercar a semejante exuberancia anotadora fueron los 81 puntos que Kobe Bryant consiguió en 2006 contra los Toronto Raptors.

Chamberlain también topa el máximo número de rebotes en un encuentro, con 55, mientras que el máximo número de asistencias jamás repartidas en un partido de la NBA son 30, conseguidas por Scott Skiles en 1990. Dados estos precedentes históricos, el concebir que alguien sume 100 o más en estor apartados estadísticos parece harto complicado.