BALONCESTO

El discurso de Ginóbili que explica el fenómeno del baloncesto argentino: "Quién mierda va a venir a vernos"

El argentino se emocionó en la reunión de la Generación Dorada 20 años después de Atenas 2004.

Ginóbili saluda durante la presentación en el partido homenaje. /EFE
Ginóbili saluda durante la presentación en el partido homenaje. EFE
Marcos Durán

Marcos Durán

Argentina volvió a demostrar lo que es un homenaje a gente que la hizo muy feliz. Esta vez no fue fútbol, fue básquet. Esta vez no fue el Monumental o La Bombonera, fue el Gran Parque Roca de Buenos Aires. Esta vez no fue Messi y compañía, fue Ginóbili y los suyos.

En ocasión del 20 aniversario del triunfo de la selección albiceleste en Atenas 2004, de aquella medalla de Oro para el recuerdo donde vencieron en semifinales a Estados Unidos (desde entonces nunca ha perdido el Oro el equipo norteamericano en unos JJOO).

Todos eran protagonistas, los 12 integrantes del equipo y el entrenador Rubén Magnano. Pero el icónico Ginóbili tomó el mando al final del evento: "Es difícil hablar en representación de once tipos más, pero me animo a decir que van a sentir lo mismo que yo", comenzó diciendo Manu Ginóbili cuando tomó el micrófono por parte de José Montesano para hablar "un segundo". El bahiense no lo podía creer, no entendía lo que estaba viviendo. Y continuó.

"No se puede creer esto. Cuando empezamos a hablar de hacer este evento, decíamos 'pero quién mierda va a venir a vernos, quién va a querer ver a 12 viejos, lentos, con peligro de desgarro' y llegamos (al estadio) y vimos esto. Y te toca el corazón, es realmente fuerte", dijo entre aplausos.

"Cuando uno empieza y comienza a digerir que esto ya pasó, que uno no lo va a vivir más, que se retiró, piensa en el perfil bajo, en estar con su familia, que uno nunca más va a tener este tipo de afecto, este tipo de retorno, por lo que hizo en su carrera. Y venir acá y sentirlo de esta manera, es fuerte. Les agradezco en nombre de todo el equipo, esto no pasa en todos lados, pasaron 20 años y ustedes están acá. Un millón de gracias, estamos conmovidos, teníamos dudas, pero esto es impagable. A todos y cada uno de ustedes, gracias totales en serio".

También habló, a distancia, de Gregg Popovich, entrenador de los Spurs de Ginóbili, que fue claro: "Voy a tratar de controlar mi emoción porque estoy tan feliz por ustedes. Siempre lo estuve. Lo que todos ustedes lograron no va a suceder nunca más en ningún lugar. No lo creo", comenzaba el entrenador.

"Todavía estoy intentando entender cómo se dio que coincidieran todos ustedes e hicieran lo que hicieron. Fue un milagro. El hecho de que se junten todos después de 20 años es muy emocionante. No me puedo imaginar las risas y el vino que va a haber", cerró el estadounidense.

Incluso otros deportistas históricos argentinos se dieron cita. Del Potro dijo unas palabras: "El sentimiento olímpico es algo único, puedo entender el sentimiento que tienen ellos", decía el tenista mientras era ovacionado y se abrazaba a Manu Ginóbili.