El plan de Unicaja sí funciona: termina con el poder establecido y conquista la Copa del Rey

No era el de Fernando Alonso, pero el plan de Ibon Navarro y Unicaja funcionó a la perfección durante los cuatro días que dura la Copa del Rey de baloncesto. Un torneo que ha coronado al conjunto malagueño como nuevo campeón de una competición que parecía reservada para Real Madrid y Barcelona. Pero los andaluces han recuperado esa vena rebelde que tenían hace solo unos años y han puesto en jaque el orden establecido para reclamar que el baloncesto español es más que los dos grandes.

Unicaja conquistó su segunda Copa gracias a un baloncesto coral en ambos lados de la pista. Si en los dos primeros encuentros, su fuerte había estado en ataque, la final se ganó desde la defensa. La que aplicaron en el último parcial para cortocircuitar a Marcelinho (seis pérdidas para él, único borrón en su torneo) y provocar el apagón ofensivo de los aurinegros a los que dejaron sólo en 12 puntos. Fue el momento que aprovechó el equipo malagueño para pegar el zarpazo final.

Porque hasta entonces el choque había mantenido la igualdad entre dos equipos que han jugado el mejor baloncesto del torneo. Tenerife se mantuvo en el partido hasta el final del mismo gracias al pundonor y a esa pareja que debería conservarse en un museo, como son Shermadini y Marcelinho. Dos jugadores que dan clinics de baloncesto en cada encuentro y que no pudieron abrochar su semana mágica (el pasado domingo ganaron la intercontinental) por culpa de un plan, el de Ibon Navarro y sus muchachos. Los nuevos reyes de Copa.

No estaban ni Real Madrid ni Barcelona, pero la final de la Copa del Rey de baloncesto que disputaron Unicaja y Lenovo Tenerife ha sido una de las más ricas baloncestísticamente hablando y también de las más divertidas de ver. Tanto Ibón Navarro como Vidorreta diseñaron dos pizarras de continuas alternativas tanto en los sistemas de ataque como en defensa y, lejos ya de toda la tensión que se vive en los Clásicos, los dos equipos se empeñaron en jugar al baloncesto de la manera más sencilla y a la vez más eficaz.

Lo reconozco. No tenía a Tyson Carter entre los favoritos para el MVP del torneo. Pero su descubrimiento ha sido como cuando oyes una pista que no esperabas en un disco. Esa que te engancha y que pondrías una y otra vez. Pues eso es lo que tenemos que hacer con el partido de Carter. Un encuentro en el que el jugador de Misisipi resultó letal en los últimos 10 minutos y fue el encargado de llevar a Unicaja hasta el título.

La explosión de Tyler Kalinoski. El que fuera escudero de Musa en Breogán la pasada temporada parece que ha necesitado desprenderse de la sombra del bosnio para brillar con luz propia. El escolta estadounidense ya dejó pinceladas de lo que podía aportar a orillas del Miño, pero lo mejor estaba por llegar. Y lo tenía guardado para esta Copa. El jugador de Ohio ha demostrado que necesita muy poco para desenfundar y disparar. En la primera mitad de la final fue decisivo para mantener la igualdad en el marcador. Otro descubrimiento 'Galicia calidade'.

Marcelinho Huertas fue el mejor del Tenerife en la final, pero esta Copa del Rey también ha sido la de Jaime Fernández. El canterano del Estu ha sido el jugador más regular del Lenovo Tenerife en todo el torneo y confirma que su sitio está entre los mejores jugadores de baloncesto de nuestro país. Sospechoso habitual, como todo aquel que tiene más calidad que físico, parecía que nunca hacía suficiente para que los reconocimientos fueran con él. Ahora han llegado un oro continental, una Copa Intercontinental y esta Copa del Rey. ¿Servirá para darle el reconocimiento que se merece?

¿Cuántas veces lo habrán visto sus rivales? ¿Cuántas veces lo habrán estudiado? Pues todavía no hay fórmula para parar el tiro a una pierna de Marcelinho Huertas. Es marca patentada y ante Unicaja volvió a tirar de él. Primero 'amenazó' con un triplazo desde su casa al comienzo del segundo cuarto y apenas unos minutos más tarde hizo lo mismo para cerrar el parcial. Pero es que además de esos dos lanzamientos el brasileño, que cumplirá 40 años en mayo, sumó 21 puntos, cuatro rebotes y 10 asistencias.