Australia prohíbe a una jugadora trans participar en su liga femenina
La federación oceánica rechaza la solicitud de Lexi Rodgers, argumentando la equidad de género para ello.

Lexi Rodgers lleva toda la vida derribando barreras. Las que le impedían sentirse plena en su identidad. Sin embargo, se ha encontrado con un obstáculo que no ha sido capaz de saltar para cumplir su sueño. Al menos de momento. Rodgers se ha encontrado con la negativa de la federación australiana ante su solicitud para jugar en la NBL1, la liga semiprofesional femenina del país oceánico. ¿El motivo? Ser transgénero.
Rodgers había solicitado de manera formal su inscripción en el equipo de las Kiltsyth Cobras, equipo semiprofesional de una pequeña localidad al sur de Melbourne. Su deseo era seguir jugando al baloncesto como lo ha hecho toda su vida, en una categoría semiprofesional, justo por debajo de la NBL y la WNBA, las ligas profesionales masculina y femenina respectivamente.
Sin embargo, su solicitud ha sido rechazada por un comité de expertos encabezado por el doctor Peter Harcourt, jefe médico de la federación australiana, la profesora Diana Robinson y Suzy Batkovic, exjugadora con tres participaciones olímpicas y actual miembro de la Junta de la federación del país oceánico.
"Todavía estamos en un camino de educación y comprensión", ha reconocido el órgano gestor del baloncesto australiano en un comunicado en el que explica su decisión. "El equilibrio entre la inclusión y la equidad y la naturaleza competitiva del deporte siempre será un área compleja de navegar. Agradecemos a los involucrados que han mantenido la integridad y el respeto durante todo el proceso".
"Espero que algún día el órgano de gobierno del baloncesto pueda replicar la inclusión y la aceptación que he tenido en la cancha"
La directora de Basketball Australia Suzy Batkovic también tuvo unas palabras de agradecimiento para Rodgers por su comportamiento durante todo el proceso. "Es comprensible que Lexi esté decepcionada con el veredicto, pero sé que continuará apoyando al equipo y al baloncesto. Quiero darle las gracias por su comprensión y paciencia".
Por su parte Rodgers aprovechó su perfil de Instagram para mandar un mensaje por el apoyo recibido tras la negativa recibida por parte de la federación. "Participé de buena fe en los procesos y criterios de elegibilidad y de acuerdo con varias opiniones, creo firmemente que tengo lugar como jugadora dentro del baloncesto femenino".
"El baloncesto es uno de los grandes amores de mi vida. En la cancha de baloncesto es donde me siento segura, libre y donde siento que pertenezco. Como atleta, esta pasión me motiva a jugar lo mejor que pueda contra las competidoras más duras en los niveles más altos", continúa Rodgers, que ha asegurado que seguirá peleando por sus derechos como deportista y que está decepcionada por el mensaje que se envía a los atletas transgénero. "Espero que algún día el órgano de gobierno del baloncesto pueda replicar la inclusión y la aceptación que he tenido por parte de mis compañeras en la cancha. Seguiré trabajando por un deporte para todos".