Anastasia Lishchuk, la gran dominadora del baloncesto infantil en España que machaba con 12 años y ya 'reinó' en la ACB
La jugadora valenciana, que sumó 50 en la final y 48 en semifinal, es hija de Serhiy Lishchuk, pívot que triunfó en Valencia Basket en la década de 2010.
El Campeonato de España cadete e infantil se ha convertido en una cita ineludible para ojeadores y aficionados que aspiran a descubrir a las joyas de futuro del baloncesto español. Y este año todos los que han acudido al Carolina Marín y al Andrés Estrada de Huelva han salido con un nombre apuntado en sus agendas por encima de todos: Anastasia Lishchuk, estrella de la Comunidad Valenciana que se alzó con el título en la categoría infantil.
Un apellido con tradición en el baloncesto español, que aprendió a deletrearlo durante la segunda década del siglo XXI gracias a Serhiy, su padre. El ucraniano fue pieza fundamental en el Valencia Basket, con el que conquistó la Eurocup tanto en 2010 y 2014 antes de fichar por UCAM Murcia donde cerró su carrera. El pívot de 2,10 se convirtió en u clásico de la Liga Endesa con promedios de 6,9 puntos y 3,3 rebotes en 16 minutos.
Ahora el testigo lo ha recogido su hija Anastasia, que en Huelva ha confirmado lo que venía apuntando desde hace ya más de un año: que es una de las grandes joyas de futuro del baloncesto nacional. Anastasia ya ha superado el 1,90 con sólo 13 años y lleva ya dos años mostrando una superioridad aplastante en categorías inferiores. Algo que ha reafirmado en este último campeonato de España.
Convocada por la Federación Española para formar parte de la selección española sub-12 el pasado verano, Lishchuk ha sido dominante en este campeonato y fue la clave para que la Comunidad Valenciana superase a Castilla-León en la final. La joven jugadora valenciana terminó el duelo con 48 de valoración, gracias a 33 puntos y 20 rebotes. Números similares a los que firmó en semis ante Andalucía, cuando hizo 50 de valoración con 24 puntos y 20 rebotes.
Lishchuk ha sido el gran nombre propio del campeonato, pero no ha sido el único. En categoría masculina Valencia también estuvo en la final, pero terminó perdiendo con Madrid. Con una generación que había ganado el Mini de hace dos años y con algunos nombres de mucho futuro en sus filas los valencianos terminaron claudicando sobre la bocina por 89-91, con un rebote ofensivo de Aguirre que terminó en canasta para dejar el trofeo en las vitrinas madrileñas.
Entre los cadetes, Cataluña y Madrid habían jugado las dos últimas finales del Cadete Femenino, con un triunfo para cada equipo. Y se volvían a encontrar después de un camino diferente, pero demostrando su competitividad. Madrid había sufrido más en semifinales ante Canarias y afrontaba el sexto partido en cinco días con algo más de peso en las piernas. Quizás por eso el oro se decidió en unos últimos minutos donde estuvieron más acertadas las catalanas. Berta Momblona fue la líder de las campeonas con 18 puntos y mucho peso en el juego, mientras que Claudia Flores y Aina Hinojosa ponían otros 17 y 13 puntos en el marcador.
En el torneo masculino Cataluña y Madrid fueron los dos mejores equipos del torneo, eliminando a sus rivales con relativa comodidad por su lado del cuadro… hasta la batalla final. Y es que la final entre Cataluña y Madrid fue espectacular. Atentos a nombres como Diego Ferreras, Nil Poza, Jan Cerdán, Baptiste Manel, Joaquim Boumtje, Aaron Ona, Matija Lukic, Rafa Corta… jugadores con nivel para brillar en la élite en pocos años. El 20-9 del segundo cuarto parecía casi decisivo para Cataluña, pero los madrileños fueron remontando a base de defensa, hasta que tres tiros libres acertados de Ona llevaban el partido a la prórroga. El tiempo extra volvió a ser un cara o cruz, que cayó del lado de Cataluña, con triple a la desesperada desde su campo, que pasó cerca del aro.