ATLETISMO

La paradoja del atletismo vigués: atletas de nivel y una pista obsoleta

La única instalación completa de la ciudad tiene malos horarios y presenta un estado deficiente.

El foso de arena de la pista viguesa, con hierbas y plantas en el interior y vallas alrededor. /D. Gómez
El foso de arena de la pista viguesa, con hierbas y plantas en el interior y vallas alrededor. D. Gómez
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Vigo es la ciudad más poblada del noroeste de España. Con 300.000 personas viviendo en sus calles, la comarca alcanza el medio millón de habitantes. Para todos ellos, la urbe viguesa ofrece una única pista de atletismo completa en la que poder entrenar o competir. Y el insuficiente número de instalaciones es sólo la punta del iceberg, porque los problemas no dejan de asomarse una vez cruzas las puertas de la misma.

Al recinto de atletismo situado junto al estadio de Balaídos, donde juega sus partidos el Celta, acuden a diario entre 300 y 400 personas para entrenar. Muchos son niños que pertenecen a diferentes escuelas o clubes y que dan sus primeros pasos en este deporte, del que pretenden enamorarse y, por qué no, convertirse en figuras nacionales e internacionales. Pero no lo tienen fácil.

El primer gran problema con el que se encuentran los atletas, más allá del overbooking por ser la única instalación en la ciudad, es el de los horarios. "La pista no abre el tiempo suficiente", se queja amargamente David Gómez, exatleta olímpico (acudió a los Juegos de Atenas y Pekín) y actual entrenador de un buen puñado de deportistas. Los horarios son de lunes a viernes de 17.00 a 22.00 y martes, jueves y fines de semana de 10.00 a 13.00. "Tuve a un atleta de nivel mundial y no podía ofrecerle calidad de entrenamientos por falta de horas", lamenta Gómez.

"La pista está hecha una mierda. Hay problemas para todos los atletas porque los materiales son deficientes"

David Gómez Entrenador de atletismo

Se refiere a Addel Larrinaga, campeón portugués y que en 2020 se trasladó a Vigo para entrenar a las órdenes de David. Aunque no duró mucho su estancia en la ciudad. "Justo antes del confinamiento vino a entrenar conmigo porque en Lisboa no estaba a gusto. En cuanto pudimos empezar a entrenar y vi lo que había, le dije que se volviese a Portugal porque no podía ofrecerle calidad en los entrenamientos por falta de horas", asegura el preparador vigués.

Y su caso no ha sido el único. En la ciudad del sur de Galicia reside la atleta francesa Alice Finot, subcampeona de Europa en 3.000 metros. "Cuando tiene que hacer sesiones de calidad se marcha a Melgaço (Portugal) porque aquí es imposible. No se ha ido del todo de la ciudad porque tiene su vida aquí", repasa Gómez.

Otros atletas como Irene Gómez (martillo), Pedro Vázquez (fondo) o Carmela Cardama (fondo) son otros de los jóvenes talentos de la ciudad que han tenido que hacer las maletas para ganar calidad y horas de entrenamiento, mientras que Ainhoa Rapáraz (velocista) lo hará el año que viene. "El futuro de los atletas es emigrar, así de sencillo. Existe un problema real en el horario que tiene la única pista de atletismo de Vigo y que sólo abre 37 horas a la semana", denuncia el exatleta olímpico. Otra gran pérdida fue la de la venezolana del Celta Nediam Vargas, mundialista en 2017 tras realizar su preparación en la ciudad olívica y que se trasladó a Guadalajara por los malos horarios de la pista.

Gimnasio interior en las instalaciones de atletismo de Vigo.  D. GÓMEZ
Gimnasio interior en las instalaciones de atletismo de Vigo. D. GÓMEZ

Pero el problema de los horarios no es el único. El estado de las instalaciones es muy deficiente, sobre todo por la falta de mantenimiento. "La pista está hecha una mierda. Hay problemas para todos los atletas porque los materiales son deficientes. Los saltadores de longitud no tienen tabla para saltar porque sólo se puede usar en competiciones. Si eres saltador de pértiga, al margen de que saltas a la intemperie porque no existe pista cubierta, la colchoneta está en muy mal estado, totalmente destrozada y es una trampa para los atletas porque no cumple su función. Es peligrosa", denuncia Gómez.

El entrenador considera una tomadura de pelo el hecho de que haya una colchoneta nueva para salto de altura pero que esté prohibida utilizarla. "Está en la pista, al lado de la vieja, pero sólo se puede usar la que está peor", critica, además de apuntar que por la calle uno no se puede correr. "¿Te imaginas un campo de fútbol en el que está prohibido pisar el área?", ironiza.

Las instalaciones están poco cuidadas, con hierbas muy altas en la zona central y con vestuarios que no se limpian, según denuncia Gómez. "El problema que aduce el Ayuntamiento es que la Xunta de Galicia tiene que invertir en reformarla, pero la gestión de la pista, la limpieza y los horarios es de competencia municipal", señala Gómez, que no ve solución a corto plazo. "La sensación es de abandono y una ciudad como Vigo no se puede permitir estas instalaciones", concluye el entrenador. La ciudad más poblada de Galicia tiene un serio problema para practicar atletismo de calidad.