ATLETISMO

Ruth Beitia: "La gente me pregunta cómo una campeona olímpica está sentando a gente en un palco"

La cántabra, ganadora del oro en el salto de altura de los Juegos de Río 2016, se sincera sobre tu trayectoria en Relevo.

Ruth Beitia celebra el oro olímpico en Río 2016./AFP
Ruth Beitia celebra el oro olímpico en Río 2016. AFP
José M. Amorós

José M. Amorós

Ruth Beitia se convirtió en Río 2016 en la primera atleta española que se colgaba una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, pero fue cuatro años antes cuando todo pudo cambiar. Primero, porque debió subir al podio de Londres en lugar de la rusa Skholina, quien terminó sancionada unos años después por aparecer en el Informe McLaren que destapó el dopaje de Estado ruso. Pero también porque después de aquel amargo cuarto puesto, sabiendo ya que le había "robado" su medalla, decidió poner fin a su carrera deportiva. Solo su entrenador, su inseparable Ramón Torralbo, con el paso de unas pocas semanas pudo darle la vuelta a la situación para poder terminar escuchando el himno nacional cuatro años después.

Hoy está al frente del área institucional y de protocolo de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), una cercanía al palco que provoca preguntas sobre qué hace una campeona como ella sentando a los cargos en las competiciones, pero también le lleva a las quinielas para ser la 'heredera' del presidente Raúl Chapado en un futuro.

Te retiraste del atletismo, pero no dejaste el atletismo.

He tenido la grandísima suerte que mi vida es 100% atletismo. Así que continúo vinculada desde otra faceta a este maravilloso deporte, que quedó como mi pasión cuando me retiré y que ahora lo puedo ver desde otra perspectiva. Sigo trabajando en la RFEA llevando todo el área institucional, todo el protocolo y tengo también la grandísima suerte de formar parte de comisiones y que de vez en cuando me dejen viajar con la selección como jefa de equipo. Por ejemplo, el año pasado tuve la grandísima oportunidad de volver a unos Juegos Olímpicos, aprendí y disfruté muchísimo, y me di cuenta de todo lo que hay detrás de un deportista. Había días que dormía cuatro o cinco horas, pero merecía la pena. Acompañar a la marcha desde las cuatro de la mañana hasta el podio, es algo que no se paga con nada.

Se te sigue viendo mucho en todos los grandes eventos del atletismo, tanto nacionales como internacionales.

¿Sabes lo que me choca mucho? Yo llevo toda la parte institucional, de protocolo, de colocar a la gente en el palco, recibo a la gente, y tal. Y la gente me dice... ¿Pero cómo una campeona olímpica está haciendo esto? Y yo digo, ¿hola? ¿perdona? Pues porque como todos los días. No todos los campeones olímpicos tenemos la suerte de ganar un millón de euros al año y vivir. Y porque a mí me gusta mi trabajo y porque adoro seguir vinculada al atletismo, adoro seguir vinculada en la parte institucional y porque me gusta levantarme cada día con la sensación de, ya que no voy a entrenar para competir, pues me levanto cada día con ganas de ir a trabajar y hacer lo que más me gusta, que es seguir vinculada al atletismo y trabajar por y para el atletismo. Pues lo hago porque tiene que haber alguien que te sitúe en el palco y yo soy la persona más feliz del mundo haciéndolo, porque me encanta mi trabajo.

Aprovechando que estás en los palcos. Se ha llegado a hablar en los corrillos del atletismo que eres una de las grandes candidatas para ser la futura presidenta de la federación española, en el que caso de que Chapado diera el salto a la internacional. ¿Hay algo de cierto en esto?

Si he aprendido algo, es que hay que vivir el día a día. ¿Que me veo presidenta? No, porque creo tenemos a un gran presidente, formo parte de su equipo y estoy encantada de poder trabajar con él. Es una persona que trabaja 24 horas por el atletismo y aprendo mucho con él. Ya se verá todo en la vida. Pero vamos, ahora mismo te digo que tenemos un gran presidente. Me gustaba mucho una contestación que daba siempre cuando no sabía qué contestar o no quería contestar, siempre decía lo mismo: Nunca se sabe. Esa es la respuesta (sonríe).

Ruth Beitia y los comentarios de la gente al verla en el palco.RELEVO

Hace unos días, Chema Martínez nos mostraba que seguía haciendo atletismo casi como cuando era profesional. ¿Tú sigues saltando o ya es cosa del pasado?

No, yo estoy muy loca y estoy haciendo algo que era impensable para una saltadora de altura, que todo su entrenamiento era anaeróbico total. Estoy corriendo medias maratones. Tuve la oportunidad de, gracias a mis patrocinadores, volver a ponerme de nuevo un dorsal. Me lo paso muy bien. Quién me iba a decir a mí que, después de pelear toda mi vida por subir de dos [metros] en el listón, en mi primera media me mosquearía porque me hubiera gustado bajar de dos [horas] e hice 2:00:01. En la segunda ya hice 1:54, así que bien, vamos a mejor.

Entonces, ¿ya no has vuelto a saltar desde que te retiraste?

No había vuelto a saltar desde que me retiré, pero hace unos días ocurrió un momento mágico. Y es que Saleta Fernández, saltadora también de Ramón Torralbo, nos llamó a filas a las Torralbos Girls, que éramos tres chicas que entrenábamos con Ramón cuando yo aún entrenaba. Y bueno, pues estuvimos con ella, hicimos un calentamiento e incluso di un salto. Fue divertido y realmente una experiencia bonita. Me fui con mariposillas.

Ojo a esas mariposillas que no sería la primera vez que vuelves después de una retirada. Y la última fue para ganar un oro olímpico.

Ya volví una vez con la sensación de comerme el mundo, de ser la persona más feliz, de disfrutar de cada día como una oportunidad, un regalo. Aquello salió más que bien. Pero ahora tengo que decirte que ya está. Adoro a los Master [los atletas de las categorías de veteranos], creo que se merecen un monumento cada uno de ellos, pero no es mi guerra. Ya fui campeona olímpica poniendo "Master" en mi ficha.

[En atletismo, las categorías Master comienzan con 35 años y Ruth logró el oro olímpico en Río 2016 con 37 años.]

Estuviste a punto de no lograr ese oro por la retirada tras Londres 2012. ¿Por qué te retiraste aquella vez? Estabas entre las mejores del mundo, acababas de ser 4ª en la final olímpica.

Yo creo que el final de los ciclos olímpicos están para plantearse cosas y en este caso, tenía 33 años y siempre he pensado que había que dejarlo estando al 100% porque es de ley. He visto a mucha gente que ha sufrido ese proceso o se ha resistido a dejar el atletismo y realmente ha sufrido después. Y es más, ha habido casos muy extremos que todos conocemos y a los que ahora se está poniendo foco. Gracias a Dios, la psicología deportiva está en auge, yo la he utilizado durante toda mi vida. Pensaba que era de ley dejarlo al 100% y Londres fue mi 100%. Era la mejor competición que había hecho en toda mi vida, a sabiendas que me estaban robando mi medalla de bronce.

¿En ese momento ya sabías que te estaban robando la medalla? No se supo nada de la sanción a la rusa Svetlana Skholina hasta dos años y medio después, en febrero de 2019.

Es verdad que no puedes decirlo a la prensa porque tampoco quieres que piensen que tú puedas ser dopada. Es un tema bastante sensible que duele hablar. Pero es que a esta chica la ganaba siempre, en todo ese año no había salido nunca de Rusia y había mejorado de una marca de 1,98m. a 2,03m. Y bueno, pues no era ella. No era la rusa guapa y rubia que dejé el año anterior. Al final la verdad llegó unos cuantos años después.

Dices que «no era ella». ¿Qué le notaste? ¿Físicamente diferente o algo más?

No "era" la rusa que yo dejé el año anterior. No sé qué no has entendido. Era una atleta totalmente distinta.

Ruth Beitia recuerda su sensación con su rival rusa en la final olímpica de Londres.RELEVO

¿Cómo es la sensación de ganar medallas a posteriori?

A ver, he recuperado medallas y todavía me queda alguna por recuperar, porque en el 2013 ella quedó campeona del mundo y le quitaron la medalla. La estadounidense Brigetta Barrett, que quedó segunda, será oro, y de terceras, quedamos Chicherova y yo. Tenemos que pasar al segundo puesto y esa plata todavía no la tengo. Así que cualquier día me llegará una medalla de plata que es mía, que es nuestra, de mi entrenador y mía. Y si nos vamos a los Juegos anteriores a Londres, en Pekín quedé séptima y hoy en día soy cuarta.

Entiendo que saber que te estaban ganando con dopaje te puede empujar a una retirada por el desánimo de ver que no había igualdad en la competición.

No, no me llevó a la retirada. ¿Cómo vas a abandonar porque haya gente que ha formado parte siempre de eso? Había que seguir siendo el megáfono de un deporte limpio, un deporte honesto, la responsabilidad que tenemos cada uno con nosotros mismos y con la sociedad para mostrar que no somos tramposos. Y luego, ella también formaba parte de un país en el que el dopaje de Estado existía. Ellos siguen siendo héroes en su país y bueno, pues allá ellos. A ver, es parte del juego. Sabes que el antidopaje va a ir siempre muchísimo más lento que el dopaje, pero oye al final se recupera. Muchas veces la gente me dice "es que diez años después...", pero es que al final estoy recuperando algo que es mío.

Pero te robaron mucho más que el metal.

Perdí la oportunidad de un aplauso en unos Juegos Olímpicos de un estadio lleno como el de Londres, tu vuelta de honor, de ver ondear tu bandera aunque fuera sin himno [porque era la medalla de bronce]. Esa es la parte romántica que te roban. Pero luego lo que no recuperas son los patrocinadores, las becas y un caché que podías haber tenido durante cuatro años porque eras medallista olímpica. Pero sobre todo, lo que más duele es tu momento, el de subir al podio...

Los que os ha tocado recoger esa medalla tanto tiempo después, ¿cómo la percibís? Es una medalla sin la euforia de haberla ganado en la pista.

Pues mira, esta fue "mi segunda primera medalla". Yo soy una persona que siempre le doy la vuelta a la tortilla de las cosas e intento buscar el lado bueno. Lo necesito y quizás sea un engaño personal, pero entendí que era mi momento y había que vivirla así. Por ejemplo, tuve la suerte de que estuviese mi sobrino conmigo recogiéndola, que todavía no había nacido en Londres, que también estuviesen mis padres, mi entrenador Ramón cerquita. Con el tiempo, ahora que he perdido a mi madre, te das cuenta que fue muy especial el momento que vivimos en el Comité Olímpico Español, al que tengo que agradecer el despliegue que hicieron para que Sete Benavides, Lydia Valetín, Manolo Martínez y yo tuviésemos nuestro momentito especial que nos robaron en el estadio. Bueno, allí me volví a sentir un poco deportista porque dices: aún sigo recogiendo medallas, qué guay.

Los tres meses de la retirada 'interrumptus', ¿paraste de verdad o seguiste de verdad?

A ver, no paré al 100%. Me hice ficha porque quería ayudar a mi club en las ligas, en lo que pudiera, menos saltando a altura. Dije que nunca más saltaría altura, que yo lo había dejado ahí a tope y que nunca más saltaría. Y durante ese tiempo, patiné, subí montañas, monté en moto... cosas que antes no te dejabas por si tenías un accidente, te lesionas, etc. Me lo pasé genial y fue la pretemporada más magnífica de mi vida porque no tuve que subir cuestas, no tuve que ir a la playa a hacer multisaltos, no tuve que... A ver, cosas que me gustaban mucho en ese momento, pero que, oye, descubrí que se podía hacer otra pretemporada distinta. Yo patinaba todos los días, con la sensación de que cada día tenía que mejorar tiempos, que tenía que mejorar vueltas, que tenía que mejorar.

¿Y cómo terminas por volver a saltar... y al máximo nivel?

Mi entrenador. Ramón sabía que yo me había retirado al 100% y en uno de mis mejores momentos. Me dijo: bueno, ¿y por qué no empiezas a entrenar con el grupo, ya empiezas a hacer algo, eres una persona que siempre tiene mucha conexión tienes motivado al grupo y eso me ayudas mucho? Y empecé, empecé y cada vez que pasaba por al lado de la colchoneta, ahí sí que tenía maripositas y ahí sí que tenía esa sensación de decir: jo, ¿y si...? Y volví, volví sin darme cuenta y volví sin ninguna piedra en la mochila, saliendo a divertirme y fíjate lo que me tenía deparado la vida.

Pues la gran mayoría de tu palmarés internacional estaba esperándote.

Me acuerdo que me preguntabais mucho por Río. Y yo decía:, vamos, no es que que me río es que me descojono. Y en 2013, 2014 y 2015 fui tricampeona de Europa en tres veces consecutivas, más dos Diamond League... es que fue todo bestial. Y llegó Río y sabía que podía armarla y sabía que tenía que... Es que todavía no había llegado el momento en el que yo supiese, porque fue en el 2019, que me daban esa medalla de Londres. Y oro [en los Juegos de 2016], es que me emociona cada vez que lo pienso. Ahora que me estoy haciendo mayor, que ya tengo mis 45, me emociono con ese momento. Sobre todo porque he tenido la suerte de vivir todo el proceso de los Juegos, todos los años en los que hemos hecho Juegos Olímpicos, desde Atenas hasta Río, de vivirlo con Ramón... es que era todo como un sueño. Me decía: ¿Qué hago aquí con 37 años? Y qué bien salió todo. Porque podíamos armarla, sabíamos que podíamos conseguir medalla pero yo creo que ninguno de los dos, en ningún momento, fuimos conscientes de que podía ser el oro.

"Si me ves la cara en Río, estoy disfrutando. Sonriendo al listón"

Ruth Beitia

¿Por qué crees que llegó tu mejor momento con 37 años y tras una retirada?

Mira, si tú ves un salto del 2012 y ves un salto del 2016, si me ves la cara, en Río estoy disfrutando. Estoy aprovechando todos y cada uno de mis últimos cartuchos de mis últimas oportunidades. Si ves esa cara de disfrute total, sonriendo al listón.... Yo no era consciente de que estaba sonriendo a listón, no era consciente de que estaba chasqueando los dedos atrás, no era consciente de lo que estaba ocurriendo a la hora de saltar. Solo era consciente de que había trazado una línea entre el listón, yo y Ramón en la grada. Yo miraba la grada y solo veía a Ramón. Fíjate, en los Juegos Olímpicos que está la grada llena.

Desde que te retiraste, no hemos encontrado a tu 'heredera'. ¿Qué crees que está pasando en el salto de altura español? ¿Por qué no se encuentra un talento de nivel internacional?

No lo sé. Y te aseguro que lo hemos hablado muchas veces. Y hay una cosa que a mí me choca, que también la he contado muy pocas veces, pero es verdad que Ramón Torralbo siempre ha dicho que yo no he sido su mejor atleta. O sea, que ha tenido otras que tenían un potencial brutal, pero yo era la más completa. Era la que más entregaba, era la que más quería, era la que más quería llegar, era la que mejor cabeza tenía, etc. O sea que al final tener un potencial, o ser un genio no significa que puedas conseguir algo, sino que hay que trabajar. Y nuestro secreto siempre ha sido trabajar, trabajar y trabajar. Lo hemos hablado muchas veces y tenemos grandes técnicos en este país de salto de altura. Tenemos personas que trascienden mucho más allá de sus conocimientos de España, que son estudiados en otros países y que utilizan los métodos en otros países con muchísimos mejores resultados. Ya saldrá. Paciencia.