Chema Martínez no se muerde la lengua sobre el dopaje de antes... y el de ahora: "Yo no me creo a nadie que haya dado positivo"
El fondista madrileño fue campeón europeo de 10.000 metros en 2002, un campeonato que terminó manchado para la delegación española.

El Europeo de Múnich 2002 es, hasta hoy, el mejor campeonato del atletismo español. Seis oros, tres platas y seis bronces que colocaron a España como el segundo mejor país en el medallero solo por detrás de Rusia en aquella edición. Lo que podría ser el gran recuerdo por alegrías y éxito, se convirtió en una gran acumulación de sombras sobre el deporte español por lo que pasó después: Cuatro de los seis oros terminaron sancionados por dopaje — Marta Domínguez, Alberto García, 'Paquillo' Fernández y Antonio Jiménez Pentinel 'Penti' —. Uno de los oros limpios, junto a la entonces recién nacionalizada Glory Alozie, fue Chema Martínez, al que todo lo que terminó pasando le sigue doliendo y no esconde que se siente "ninguneado".
Tras la primera entrega hablando como 'fenómeno de masas', el atleta madrileño habla en Relevo sobre el dopaje de antes y ahora, la evolucion de las zapatillas y tiempos y toda la actualidad del atletismo actual.
Siempre me llamó la atención que llegaste a hacer 2:08:09 en tu segunda maratón en 2003 y, a pesar de que corriste 20 maratones más después hasta tu retirada como profesional, nunca lograste mejorar esa marca. Es una distancia en la que se supone que se mejora con la madurez, ¿qué te pasó?
Debuté con 2:09:55 en Rotterdam [en 2002] y en mi segunda, hice 2:08:09 y dije 'esto está tirado, esto es fácil'. Me habían dicho que la maratón era dura y yo decía: 'y una mierda'. ¡Ay, amigo! Se complicó todo, vi tan asequible lo que quería hacer... Quería batir el récord de España, el récord de Europa, el récord del mundo, que todavía teníamos posibilidades [en ese momento era 2:05:38, de Khalid Khannouchi]. Lo vi tan asequible que, en todas las competiciones a las que me enfrentaba, intentaba cumplir esos retos... y no siempre es posible. La maratón no es que todo salga el día que tú lo tienes pensado, sino que tienen que darse muchas circunstancias. No solo que tú estés al 100%, sino que la meteorología y que todo vaya perfecto. Y yo me confundí durante muchos años. Iba siempre a intentar pelear por batir récords y me topé con pequeños muros y con Murallas Chinas.
Te puso en tu sitio, podemos decir.
Fue un camino muy duro y una relación de amor-odio con la maratón que, afortunadamente, tuvo final feliz. Hicimos las paces en el año 2010, en el Campeonato de Europa en Barcelona, cuando ya tenía 38 años. Conseguí una medalla de plata y el oro por equipos. Era mi tercera medalla de forma consecutiva en diferentes campeonatos de Europa y fue increíble. Fue increíble porque me reconcilié, volví a ese amor platónico de esta prueba tan increíblemente bonita como cruel. Entonces he vivido la parte más dulce y también el lado más amargo. Eso es la maratón. Y yo creo que eso le da ese punto de épica, que tiene heroicidad de enfrentarte a un reto como la maratón. Así que empecé bien, luego fue muy bien, estuve en el infierno y al final hicimos las paces. Sonaron campanas, pasaron pajaritos y todo el mundo estaba contento. ¡Que viva la maratón! ¡Qué alegría!
¿Es la gran espina de tu carrera?
No, lo cierto es que no recuerdo nada malo. Al final, he tenido 20.000 fracasos y pocas cosas buenas, pero lo cierto es que he tenido la gran suerte de haber sido un deportista de alto nivel durante 18 años, que es una auténtica pasada, y he tenido la suerte de conseguir medallas. Hay muchos deportistas que pasan años dedicándole toda su vida y no consiguen absolutamente nada. Yo sé lo que es subir a lo más alto de un podio y escuchar el himno de España. Aunque no tenga letra, te da igual. Ya con eso me siento totalmente recompensado y mi vida ha merecido la pena. No me acuerdo de los malos momentos, de ellos se aprende y se olvidan.
"Me encantaría decir: 'yo con estas zapatillas, tres minutos menos"
Eres un buen ejemplo, porque sigues corriendo, para preguntarte hasta dónde hubieras llegado y qué marcas hubieras podido conseguir con las actuales zapatillas.
Yo creo que es un atletismo diferente. Me encantaría decir: 'yo con estas zapatillas, tres minutos menos. Tengo 2:08, pues hubiera hecho 2:05'. Eso es lo fácil. Pero ha cambiado el atletismo y creo que compararnos con los atletas de ahora tampoco tiene mucho sentido. Yo he sido un blanco peleándome con todos los africanos, era ese tipo rapado que intentaba ganarles desde el primer metro hasta el final. Creo que a día de hoy, pues posiblemente estaría en las mismas circunstancias, saliendo con ellos hasta que hubiera reventado o hasta que hubiera conseguido hacer una gran marca. Ha evolucionado muchísimo.
¿Hay tanta diferencia?
Te puedo asegurar que las 'superzapas' forman parte de este atletismo moderno. Te ayudan, por supuesto, no solo en el rendimiento, sino en la recuperación. Y se han convertido en una pieza clave. Pero compararnos... yo creo que lo que hemos hecho, pues lo tenemos. Hay que poner en contexto que esas marcas están hechas con unas zapatillas normales y totalmente minimalistas. Nosotros cuando corríamos una maratón, estabas una semana sin poder moverte. No podías subir un bordillo, no podías entrar a un coche, no podías bajar una escalera. Y, a día de hoy, tú corres una maratón con una 'superzapa' y el destrozo muscular que tienes no tiene nada que ver. Yo creo que son como dos momentos, dos épocas diferentes.
Algunas voces señalan que hay que poner medidas y frenar la evolución de las zapatillas para hacer que todo sea más 'real'.
Igual que cuando antes se corría en ceniza y hoy en día se corre en tartán. O en la pértiga, que no tienen nada que ver las de ahora con las que había antes. Ha evolucionado todo mucho y es mejor que no te quedes viviendo el pasado, siempre hay que mirar hacia adelante. Esto es la vida, todo ha evolucionado. ¿Y si te quitan a ti tu smartphone y tuvieras que volver a ese teléfono con el que no podías hacer absolutamente nada? ¿A que no te gustaría? No puedes negarte a lo que vivimos y a todas las evoluciones. Vivimos en un mundo digital, ha evolucionado todo absolutamente, la vida es diferente a como era hace 10 años y seguramente no sabemos qué nos espera para el futuro. Hay que adaptarse cada uno a sus circunstancias. Yo puedo hablar de los años que he vivido en alto nivel y a día de hoy sigo utilizando las 'superzapas' porque me ayudan, se mejora. ¿Hasta dónde se puede poder coto a la evolución? Pues no lo sé.
Otras voces señalan que hasta se rompe la igualdad, como pasaba con los bañadores de natación hechos de poliuretano. No todos pueden acceder y se crea una desigualdad en un atletismo que es, quizás, el deporte más igualitario de todo.
Yo creo que debe existir una reglamentación y una normativa para que todo el mundo pueda tener las mismas posibilidades. Simplemente eso, que sea un deporte justo. Si es justo, las propias evoluciones que nos va a llevar el propio deporte va a hacer que sigan siendo los mejores los que sean los números 1.
"No puede tener sentido que alguien que dé positivo tenga el récord de un país"
Releyendo algunas noticias tuyas en tu época de atleta, me he encontrado que en la presentación de la San Silvestre Vallecana de 2010 llegaste a decir que no ponías “la mano en el fuego por nadie”.
Me imagino que sería sobre dopaje porque, en ese momento, debieron aparecer deportistas españoles de mayor renombre. Siempre lo he tenido muy claro. Yo creo que el atletismo, y el deporte en general, debería estar unido para juntos erradicar el dopaje. Siempre he sido muy partidario de tomar medidas drásticas. Es decir, si alguien da positivo, ya no sirve para el alto nivel. Puedes tener una segunda oportunidad, me parece estupendo. Pero lo que no puede tener sentido es que alguien que dé positivo tenga el récord de un país. Por ejemplo, yo no me creo a alguien que ha dado positivo. Aunque en el momento el que hizo ese récord no haya dado positivo. Siempre he sido muy tajante y no ha cambiado.
Hablas de medidas drásticas. ¿Cómo cuáles?
Sanciones mucho más duras. Incluso, privarte de ser internacional, de competir con la selección. Desde las propias federaciones decir: oye, si tú has dado positivo, no te vamos a dejar competir con tu selección. O sanciones que, en vez de de 2, 4 y 8 años, ser mucho más duros, más ejemplarizantes. Todo para que la gente joven vea que el dopaje es una auténtica lacra y va en contra de todos los que amamos el deporte.
Hablabas de récords. El último récord español absoluto ahora mismo lo logró Ilias Fifa en el 10K de Valencia, hace solo unos días.
Un récord de España, con 27:41, de alguien que ha estado sancionado cuatro años por dopaje por su implicación en una red, en la Operación Chamberí. Pues a mí me genera dudas, porque son trayectorias deportivas que para mí no tienen credibilidad. Alguien que ha estado sancionado cuatro años, como deportista y si te digo la verdad, no tiene ningún tipo de crédito. Habrá hecho el récord, habrá pasado su control, el récord estará homologado... pero no me gusta el deporte así. Prefiero tener un récord algo más lento, y que la trayectoria del deportista esté totalmente limpia y que no tenga ninguna cruz por haber sido suspendido por dopaje.
¿Por qué dijiste esa frase de 'no poner la mano en el fuego por nadie'? ¿Habías tenido alguna decepción con algún positivo que te 'falló'?
Dejas de tener ídolos. Cuando en una época corta de tiempo aparecen muchos casos de dopaje, te hace sentir un poco hastío. Ostras, yo creía en el deporte como algo totalmente limpio, de superación, de esfuerzo, de confianza. Yo creía y creo en todos esos valores del deporte, pero claro, si aparece un día alguien que ha dado positivo y al día siguiente aparece otro, ya empiezas a tener dudas. Un deportista que está entrenando y tiene delante a deportistas que han dado positivo en sus pruebas, le hace dudar un poco del sistema. Todas las medidas que se pudieran tomar me parecen pocas, deberían tomarse más. A día de hoy no nos sorprende nada, y eso es lo triste.
"Si hubiera visto algo [de dopaje], me hubiera chivado"
Una de las etapas más negras en este sentido se representa bien en el aquel Europeo de Múnich, donde lograste tu gran éxito profesional, y solo hace falta ver la lista de medallistas. Tú estás entre esos oros y...
No solo es que esté entre los oros en Múnich. Es que de los seis oros, cuatro fueron sancionados por dopaje y yo no. Esto realmente, ahora que han pasado los años, por una parte me siento ninguneado. Se ha demostrado que los deportistas que consiguieron oro en aquel momento hicieron trampas o han hecho trampas. Y ostras, cuando consigues una medalla como la que conseguí en ese momento, no es lo mismo venir a España repartido el protagonismo con seis oros, que haber llegado consiguiendo solo dos oros. Después, con los años y con esa aparición de esos positivos, digo qué faena para mí. Por otro lado decir que hay deportistas que han conseguido trayectorias totalmente inmaculadas sin ningún tipo de tachón y han conseguido medallas, y creo que eso es muy ejemplarizante para los atletas jóvenes. Puedan ver que si tú entrenas y te esfuerzas, no quiere decir que lo vayas a conseguir, pero hay gente que lo ha conseguido. Me quedo con ese mensaje positivo.
¿Llegaste a ver cosas raras en tu etapa como atleta?
Nunca he visto cosas raras, jamás. Si alguien quiere hacer trampas, se va a preocupar mucho que no le vean. Nunca me han ofrecido nada y en ese sentido, no lo he visto. Tengo claro que si lo hubiera visto, me hubiera chivado y hubiera ido rápidamente al Consejo [Superior de Deportes] o a la federación a contarlo. No sé si era porque siempre he sido muy tajante, he sido muy reacio y lo he condenado siempre muy mucho.
"Soy defensor de la tradición en el mundo del atletismo"
Otro de los temas candentes. Tu gran logro llegó con el oro europeo en el 10.000. En estos tiempos que todo se acorta y que se necesita intensidad para captar telespectadores, es una de las pruebas que alguna gente señala como 'de las que sobran' en el nuevo atletismo.
Puede hacer parecer que es una prueba aburrida, pero no lo es. Pasan muchas cosas, desde cómo tienes que estar colocado, saber el ritmo que tienes, cuándo tienes que tomar una decisión en cuanto a la estrategia... Para eso sí que soy purista, yo soy defensor de la tradición en el mundo del atletismo. Entiendo que los cambios son para mejorar, pero a mí los 50 kilómetros marcha me encantaban y disfrutaba una prueba larga y diferente. Y me gusta que se puedan utilizar nuevos conceptos como los relevos mixtos. Yo entiendo que el atletismo tiene que evolucionar, pero no te puedes cargar la maratón. Son 42 kilómetros, le pese a quien le pesa, y aunque no pase nada, es una prueba que ha estado siempre en el calendario y creo que no debemos jugar tampoco a hacer la maratón más corta para que se corra más rápida y dure menos tiempo porque tienes que estar en televisión menos tiempo. Soy purista y me encanta el atletismo con todo y como era con todas sus pruebas.
Muchos deportistas se retiran y no siguen siguiendo la actualidad de su deporte. Son más de practicarlo que de ser aficionados. ¿Tú de que lado eres?
No, yo me lo trago todo. Me gusta siempre que puedo y disfruto viéndolo. Como eres deportista, ves mucho más matices que no se suelen ver. Estoy viéndolo en casa con mis hijos y veo que 'este va mal', 'este va a caer' o 'este se va a confundir'. Estoy comentándolo desde casa. Y no sólo veo atletismo, me gusta mucho todo el deporte. Eso sí, me gusta más practicarlo en primera persona, pero si tengo que verlo también me sigue gustando.
¿Cuál o cuáles son tus atletas favoritos con los que disfrutas?
Difícil, ahora tenemos grandes nombres. Jakob Ingebrigtsen creo que ha marcado una época, sobre todo por cómo lo está haciendo: todo más científico y más profesionalizado. Creo que es un espejo en el que se miran muchos entrenadores y muchos deportistas. La lía parda, porque lo que hace es una auténtica barbaridad. Es sorprendente como, en los últimos años, estoy viendo un atletismo muy emergente, muy multirracial. No solo los africanos dominan el fondo, sino que tenemos una evolución, sobre todo de países del norte de Europa, con gente muy joven, más preparada en su planificación, con unos entrenamientos mucho más científicos y profesionales.
Luego también, por ejemplo, en el mundo de la maratón he vivido el gran reinado de Kipchoge como el gran rey de la maratón. Creo que ha sido algo increíble. He tenido la gran suerte de competir con él, no he tenido la gran suerte de ganarlo desgraciadamente, pero ha sido increíble. Creo que ha dejado huella. Y bueno, nos hemos quedado sin Kiptum, desgraciadamente, al que no hemos tenido la oportunidad de ver en ese intento de las dos horas. Era un atleta llamado a ser el gran sucesor de Kipchoge.
Pero si tengo que decir alguno del que soy soy un seguidor, es Duplantis. Tengo debilidad, me parece algo fuera lo normal. Su especialidad la he empezado a disfrutar cuando mi hijo empezó a practicar pértiga porque los fondistas no le prestábamos la atención a lo que no era hacer más de dos vueltas a la pista. Lo cierto es que estoy aprendiendo a disfrutar con otras pruebas y la pértiga me parece una prueba súper complicada, muy técnica, requiere mucho aprendizaje, mucho trabajo y he aprendido a verle todas las complicaciones. Lo que está haciendo Duplantis me parece algo maravilloso.