ATLETISMO

Chema Martínez, el primer atleta influencer: "Era más conocido por ganar al autobús que por ser campeón de Europa"

El fondista cuenta con más de medio millón de seguidores en redes sociales, un número que sigue creciendo a pesar de haberse retirado en 2013.

Chema Martínez, en su visita a Relevo./RELEVO/SALVADOR FENOLL
Chema Martínez, en su visita a Relevo. RELEVO/SALVADOR FENOLL
José M. Amorós
Salvador Fenoll

José M. Amorós y Salvador Fenoll

Si les hablo de José Manuel Martínez Fernández puedo estar hablándoles de cualquiera y seguramente no caigan en ninguna cara conocida. En cambio, si les hablo de Chema Martínez (Madrid, 1971), pocos aficionados al deporte o a las redes sociales no reconocerán a este espigado atleta que llegó a proclamarse campeón de Europa de 10.000 metros en 2003, pero que ha sabido reciclarse a los tiempos y plataformas actuales como algo parecido a un influencer de todo lo que rodea al atletismo, a pesar de andar ya en la cincuentena.

Chema sigue hablando en presente del arte del correr y llega a Relevo tras picarse un día más con los jóvenes del CAR de Madrid, pero también es un sinfín de anécdotas y aventuras casi surrealistas de su pasado. Nada más entrar en la redacción, ya ha recordado cuando dio una charla a los jugadores del Leganés de Garitano para motivarles en un bajón que terminó con ascenso a Primera o, al ver balonmano en las teles, nos desvela que tiene el título de entrenador de balonmano y que estuvo muy de cerca de los Hispanos que se subieron al podio olímpico en los Juegos de Pekín 2008. Antes de sentarse a la charla prevista, el madrileño se peina su profundo tupé, momento que recordamos poco después cuando nos cuenta cómo la gente "que veía los crosses por la tele" ahora le dice que es el calvo que veían correr hace casi tres décadas.

Tienes 53 años. ¿Por qué seguir corriendo y entrenando como si siguieras siendo profesional?

A veces, yo también me pregunto qué necesidad tengo ya de seguir entrenando, enfrentándome a nuevos retos, a nuevas locuras... y lo cierto es que lo necesito. Necesito correr para seguir viviendo, correr forma parte de mi estilo de vida y necesito siempre estar inmerso en algún tipo de reto que me obligue a levantarme cada mañana sintiendo la necesidad de salir a correr. Me encanta correr, es mi auténtica pasión y trato de hacerlo siempre que puedo. Pero, sobre todo en los días que he hago series o he competido y lo he pasado mal, siempre cae sobre mí esa pregunta.

Chema Martínez no entiende de retiradas, ni de dejar de correr.RELEVO/SALVADOR FENOLL

¿Has probado a parar? Quizás es por eso, que no has sabido encontrarle la magia al descansar.

Yo soy de los que sufre más cuando no corro. Cuando estoy lesionado, cuando no puedo hacer lo que me gusta. El mayor miedo para un deportista de alto nivel es estar lesionado y no poder hacer lo que te apasiona. Y lo cierto es que lo paso muy mal. Cuando estoy lesionado, que estoy obligado a parar, no me siento yo mismo, no soy yo, no estoy al 100%, me encuentro más irascible. Lo cierto es que rara vez estoy tirado en el sofá. Cada día que puedo salir a entrenar y cuanto más fuerte entreno o cuanto mayor es el reto al que me enfrento, más disfruto y más vivo me siento.

"Mi reto es llegar a la Luna"

Chema Martínez

¿Cuánto sigues corriendo a la semana?

Entre 100 y 120 kilómetros semanales. No son tantos como quisiera, pero hace unos cuantos años, fui a ver al doctor Capapé y le digo: Doctor, es que estoy cansado. Me dijo: A ver, ¿cuántas sesiones estás haciendo a la semana?. Digo: pues 10 u 11. Dice: ¿cuántos años tienes? Digo: 47 para 48. Dice, pues a ver, ¿qué te voy a decir? Es que es normal que estés cansado, normal. Si es que le he dado mucha caña a mi cuerpo. Ya he pasado los 200.000 kilómetros hechos con mis 'patitas' y ahora, a ver si soy capaz de llegar a la Luna, que está a más de 300.000. Ese es mi gran reto. Así que todavía me quedan 100.000 por recorrer. Son entre 300.000 y 350.000 en función de cómo esté la Luna de cerca, por lo que trataré de aprovechar a ir cuando esté más cerca de la Tierra.

Quien te siga en redes, te ve 'picándote' con chavales de 18.

Me encanta. Ya se me salen los ojos, pero me encanta. Poder darlo todo, intentar plantarles cara... Ellos me pasan como si fuera una hormigonera, me machacan, pero lo cierto es que para mí es pura energía poder estar con ellos, simplemente ponerme con ellos a hacer series e intentar darlo todo. Para mí es una motivación extra, ese es combustible del bueno, poder estar con los jóvenes en estos últimos años es mi mayor fuente de energía. Es un poco frustrante, porque hace años era capaz de correr muy rápido y a día de hoy me cuesta. Sigo siendo igual de competitivo que lo era hace años, lo que pasa que ahora soy como un tractor que va poco a poco. No tengo ese cambio de ritmo que tenía.

Tienes 208.000 seguidores en Instagram, otros 41.000 en TikTok...

Y en Facebook son casi 200.000 también y son diferentes, al final son plataformas distintas y de diferente tipo de público. En X tengo creo que setenta y tantos mil. En LinkedIn también le pego un poco. Ha cambiado todo mucho desde la comunicación que hemos vivido los atletas de mi época y a día de hoy. Y yo creo que para conectar con los jóvenes o para conectar con la gente, tienes que estar atento a todo lo que sucede en el mundo y lógicamente las redes sociales son la herramienta donde todo el mundo se encuentra.

Estamos hablando de cifras por encima del 99% de los atletas y de campeones olímpicos...

También he sido olímpico, eh (risas). Bueno, yo creo que las redes se convierten en una prolongación de lo que soy. Quien me conoce, cuando me puede ver en cualquiera de las redes, ve que sigo siendo el mismo. Cuando estoy trabajando en la radio soy igual, cuando estoy con cámaras soy la misma persona, el mismo loco apasionado por correr y que sigue viviendo de sus locuras, de sus retos. Creo que las redes se han convertido en la plataforma en la que la gente puede ver lo que hago. Antes era más deportista a alto nivel y ahora soy uno más de la gente que, afortunadamente son muchos ahora, los que corren, que les gusta y que disfrutan también marcándose un reto como un maratón, un ultra, un trail o una carrera en el desierto. cualquier cosa y como le pego absolutamente a todo, pues ahí estamos.

"Me considero más atleta que influencer"

Chema Martínez

Ya, pero tus números son de estrella... de gente que va a grandes campeonatos a día de hoy.

No voy al grande campeonato, porque no puedo. Es horrible cuando me preguntan '¿Echas de menos la competición a alto nivel?'. Pues muchísimo, creo que volvería otra vez a estar en la línea de salida en los Juegos Olímpicos, en el 10.000 si puedo pedir todo lo que necesitaría. Me encantaría, con los mejores del mundo, sabiendo que me esperan 25 vueltas a máximo rendimiento. Lo echo mucho de menos y a día de hoy, me encantaría volver a sentir esa sensación. El deporte alto nivel me ha echado porque ya no puedo conseguir esas mínimas y porque me voy haciendo mayor como ley de vida, pero lo echo muchísimo de menos y añoro esa sensación de pelear cuando estás todo un año entrenando para un objetivo y llegar allí dispuesto a darlo todo.

¿Te consideras un influencer?

En la medida que influyo en la toma de decisiones de las personas que me siguen, sí que debo ser un influencer. Porque creo que, en el mundo del atletismo y del running, toda la experiencia y el bagaje que tengo es muy interesante para la gente que nunca ha corrido o quiere dar sus primeros pasos. También he escrito algún libro, también trabajo en la radio, o sea que creo que la gente sí que sigue o puede seguir los consejos o las pautas que les puede dar para determinados temas. Pero me considero todavía atleta. Si me dices, ¿te consideras un influencer solo con esa palabra? No, yo creo que hay más. Creo que soy un atleta que me he formado para todo lo que venía después de mi vida deportiva y creo que dejarlo todo a solo una palabra como 'influencer', no. Yo que soy un deportista formado que influyo en ciertas personas, en unas cuantas. Así que va más allá.

Te lo preguntaba porque creo que fuiste el primer 'atleta-influencer', cuando ni siquiera se utilizaba esa palabra.

Fui el primero que ganó a un autobús, eso es verdad. Me gustaban los grandes campeonatos, pero también me gustaba conectar con la gente que desconoce lo que hacemos. Por ejemplo, si hablamos de lo que supone correr un 10.000 a los ritmos a los que se corre, hay mucha gente que no se da cuenta a cómo se va en una prueba de alto nivel. Pero sin embargo, si te digo que soy capaz de correr con un autobús y le ganas, la gente aprecia mucho más la velocidad. Ese tipo de retos tienen algo positivo, que es que conectas con la gente normal. No todo el mundo es un atleta de alto nivel y no todo el mundo comprende el mundo de alto nivel.

¿Cómo fue aquello del autobús?

En esto se me ha ido muchas veces la cabeza. A mí me dicen, ¿quieres echar una carrera con autobús? y yo digo, ¿a qué día quedamos, a qué hora y dónde hay que estar? Lo recuerdo como algo genial. Al final, era más conocido por haber ganado al autobús que por haber quedado campeón de Europa [de 10.000 metros en Múnich 2002]. Encantado de ver como la gente me vio correr rápido y sobre todo, demostrar que puedes moverte en Madrid corriendo un poquito rápido y puedes llegar casi como en autobús. También por dar a conocer mi deporte desde otro punto de vista y creo que eso conecta con la gente.

Fue un éxito de expectación y también en lo 'deportivo'.

Afortunadamente, había muchos periodistas dentro de ese autobús 27 [línea que une Plaza de Castilla hasta Plaza de Embajadores, en Madrid]. No sabíamos cómo iba a ser o si iba a haber muchos medios, no teníamos ni la menor idea. Me convocaron y me dijeron a las 11h. sale el 27 desde Eduardo Dato y hay que llegar hasta Atocha. Hace ventitantos años y no teníamos ningún tipo de certeza, era todo incertidumbre. Cinco minutos antes de empezar el evento yo no había visto tantos periodistas ni cuando había quedado campeón de Europa. Estaba lleno de micros y cámaras.

Chema Martínez recuerda el día que se enfrentó a un autobús en el centro de Madrid.RELEVO/SALVADOR FENOLL

Y le ganaste hasta con margen...

Me fui a calentar y vi que pasaron tres 27, pero pasaron a 60 o 70 kilómetros por hora. Pensé que ganar era imposible. ¿Cómo voy a hacer 3 kilómetros si en el momento que pegue un acelerón me va a ganar? Entonces estaba asustado. Afortunadamente, había tantos periodistas que se subieron todos en el autobús para comprobar in situ el recorrido e iban parándolo en las paradas. Lógicamente, yo tenía que ir como un peatón normal por las aceras, si tenía un semáforo tenía que parar, y el autobús, si alguien solicitado la parada tenía que pararse y recoger a los pasajeros. Fueron momentos de locura, iba corriendo por el Paseo de la La Castellana entre 20 y 22 km/h, muy rápido. Cada vez que cruzaba, las señoras que pasaba se agarraban el bolso porque ver a un loco corriendo a esa velocidad por las aceras era una auténtica locura. En Cibeles, recuerdo esperando como loco a que cambiase el semáforo. Yo creo que le saqué un minutito al autobús.

Otro que me he encontrado por Youtube es cuando retaste a un tal Alejandro Valverde a subir un puerto de montaña. Él en bicicleta y tú corriendo...

También, también. A ver, es que me encanta el deporte y... ¿quién no ha pensado cuando estás viendo una etapa de la Vuelta a España, del Giro o del Tour, ves a los ciclistas subiendo un puerto y dices: yo a este le gano? Y planteé ese reto. Pero claro, me pongo a retar a Valverde en su mejor momento, cuando estaba número 1 del mundo. Ostras, también podría haber retado a otro ciclista y que no estuviera tan forma. Recuerdo que me mandó por la tarde un mensaje y me dice: Oye, ¿tú vas a ir a tope, no? Por supuesto, tú ponte bien las calas porque yo voy a todo lo que pueda. El circuito era muy duro, había rampas del 30 por ciento en Haza Llanas, en Sierra Nevada. Yo salí con todo, subí los primeros 500 metros a la rampa más dura y luego me destrozó. Estuve tres o cuatro días con dolor de culo, de piernas, todos los isquios... reventado de haber intentado ganarle, pero lógicamente me confundí de ciclista.

Después retaste al Metro de Madrid, fuiste bombero en una carrera vertical en el edificio más alto de la capital, corriste una de las carreras más duras del mundo en el desierto de Marruecos... ¿cuál ha sido el mejor reto de todos?

Hay una que le tengo mucho cariño. Hicimos una subida al Aconcagua, creo que fue en el año 2006 cuando todavía no había tantas redes sociales y no había las diferentes plataformas para poder comunicar ese reto. Fuimos unos cuantos deportistas y esa subida fue dura. Hubo unos cuantos muertos en el campamento mientras estábamos allí. Ese conquistar el Aconcagua, para alguien como yo que jamás había hecho nada de montaña, fue increíble. Me hubiera gustado entrenar por allí por Playa Ancha, que eran 12 kilómetros que había medio planos a 4.000 metros, pero cada vez que llamaba a mi mujer se ponía a llorar. Estaba embarazada, así que toda la parte de entrenamiento la dejé para intentar cumplir ese reto que era subir, lo conseguí y luego, ese mismo año, quedé subcampeón de Europa en Göteborg. Con lo cual, fue un año increíble.

Ahora solo pienso si todo esto lo hubieras hecho ahora, serías una especie de Ibai o esta gente haciendo retos virales y no sé cuántos seguidores tendrías.

 Seguramente más. Yo creo que al final, en aquel momento, jugaba a nuestro favor que había menos posibilidades de ver el deporte. Teníamos dos canales de televisión, había pocos que dieran deporte, y a la gente les gustaba, quedaban enganchados. En los Juegos Olímpicos, en los meses de verano, la gente nos seguía. Yo he tenido la gran suerte de poder correr, cuando corría crosses en la televisión, estaba La 1 o La 2 y toda la gente estaba comiendo viendo los crosses. Ahora me ven y dicen: Ah, sí, tú eres el calvo que corría. Lo cierto es que todo ha cambiado mucho, pero lo mismo que en ese momento la gente me conocía más porque había menos diversidad de canales y las plataformas en las que se podía ver el deporte eran menos, ahora posiblemente sí hubiera tenido más. Pero vamos, tampoco es una preocupación el tener más o menos, o mi preocupación es poder seguir haciendo lo que me gusta cada día.

Te siguen patrocinando grandes marcas internacionales, esas que todos los deportistas aspiran. No sé si alguno te ha dicho que ya es hora de dejarles ese hueco...

Pues te voy a decir una cosa, no hay ningún secreto. Es solo trabajo, y lo repito una y otra vez. Yo he sido deportista y, para ser el mejor, tenía que entrenar como el mejor. Me he pasado la vida entrenando para intentar conseguir los sueños que tenía. Y no solo eso, sino que también me he formado para que en esa vida que sabía que venía después del deporte, estuviera lo más preparado posible. Y lo que he hecho ha sido trabajar y esforzarme cada día por ser lo que quiero ser, todavía una mejor versión de mi persona. Así que al final no hay ningún tipo de secreto y sigo haciendo absolutamente lo mismo. Un poquito más lento, tardo más, porque ahora no soy tan rápido, pero lo cierto es que me he preparado, me sigo preparando y en esta vida yo creo que como esperas a que algo te lo regalen, no lo vas a conseguir. Tienes que trabajar muy, muy duro para conseguir lo que te propongas.