Marta Pérez y un tabú en el deporte: "Me parece ilógico que los entrenadores no tengan en cuenta cuándo tienen la regla sus atletas"
La soriana, plusmarquista nacional de 1500 desde los pasados Juegos Olímpicos, exclama la necesidad de hablar más de las realidades de la fisiología femenina en el mundo del deporte.

Marta Pérez (Soria, 1993) es una de las mejores atletas españolas, como plusmarquista de la mítica distancia de los 1500 desde el pasado verano y fija en las selecciones de grandes campeonatos internacionales, pero sobre todo es una deportista preparada más allá de los cuatrocientos metros de cuerda de una pista. "Estudiosa", como ella se define, lleva tiempo aprovechando su altavoz para señalar uno de esos tabúes de los que nadie parece querer hablar en la estructura y estamentos del deporte: la menstruación y los graves problemas de metabolismo, sobre todo en las jóvenes promesas que surgen en el tartán. Un problema tan importante y que "no se habla", que no tarda en aparecer en su charla con Relevo.
Un atleta parece que solo se dedica a correr y competir. Pero tú has decidido hablar y exclamar por otras cosas más allá. ¿Te consideras una atleta diferente?
Creo que hay un concepto de lo que es ser atleta y sí, soy diferente de ese concepto. Pero es que creo que realmente ese concepto no define a la mayoría de los atletas que yo conozco. He compartido muchos años, con tiempo a nivel personal, conviviendo en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid con deportistas, y muchos se parecen a mí en esto de tener otras inquietudes o de hablar de otros temas. Igual yo hablo más de ello porque me gusta poco hablar de atletismo (risas)...
¿Cómo? ¿No te gusta hablar de atletismo? Me habían dicho otra cosa...
No me gusta, pero lo hago constantemente. "No me gusta" es un decir y seguro que, si me escuchan desde fuera, dirán que es falso. Al final, el atletismo antes era un complemento, pero ahora mismo es mi actividad principal, es mi trabajo, ocupa mi día a día, es lo que hago los 365 días al año y por lo tanto, hablo mucho de atletismo. De cómo me organizo, de si he hablado con mi representante o no para entrar a algunas carreras, de los objetivos y porque tengo que hacer muchas cosas relacionadas con el atletismo. Pero fuera de todo eso, sí que intento hablar de otras cosas. Tampoco me es difícil porque la inmensa mayoría de la gente que me rodea no son atletas ni deportistas profesionales, entonces cada uno habla de sus cosas.
Otros atletas buscan el refugio en casa, pero en tu caso la desconexión es más 'complicada' porque tu casa debe respirar atletismo [su pareja es el periodista especializado en atletismo de la Revista Corredor y también atleta, Nacho Barranco].
Bueno, con mi pareja hablo mucho de atletismo porque soy la primera que comparto muchas inquietudes con él, como creo que cualquier pareja lo hace respecto a su trabajo. Además entrena conmigo, entonces al final es verdad que hay muchas cosas de las que hablamos que es nuestro día a día. Y muchas veces, de hecho, he tenido que frenar y decir: tenemos que salir de esta dinámica de esta semana porque estamos todo el rato dando vueltas a este tema. Pero sí que hablo sobre otras cosas, hablo muchísimo sobre política, muchísimo sobre cultura, muchísimo sobre nuestras familias y sobre nuestros problemas personales, obviamente. Lo que pasa es que es verdad que coincide que compartimos el ambiente de trabajo porque él también se dedica al atletismo desde otro punto de vista.
Y más allá, ¿con qué desconectas?
Es verdad que es difícil desconectar, porque yo entreno todos los días. Yo sigo un sistema con mi entrenador Antonio Serrano en el que no se descansa. Entonces, todos los días tengo que pensar que tengo que entrenar. ¿Cómo desconectar de tu trabajo si todos los días vas? Generalmente, si no he tenido ninguna cosa rara en el entreno, pues yo cuando acabo de entrenar, se acabó de entrenar. Luego, a mí me gusta mucho la cultura, es verdad que yo salgo mucho con mis amigos de Madrid, vamos al teatro, al cine, me gusta mucho leer, me gusta mucho salir a tomar algo por ahí o yo desconecto mucho leyendo en mi casa, simplemente. Y a mí me gusta estudiar y siempre he sido bastante estudiosa. En mi caso, empecé a mirar cosas de metabolismo, porque me interesa muchísimo, y me concentro en eso.
"No se habla de la menstruación"
Justo sobre tus estudios de metabolismo y como atleta de élite, ¿tienes la impresión de que se habla poco de un asunto tan importante como la fisiología femenina y todo lo que le rodea a la menstruación en las atletas o deportistas mujeres?
No se habla ni mucho, ni poco... No se habla. Ahora ha cambiado un poco, se hacen charlas y hay artículos, y a nivel periodístico se pregunta mucho más. ¿Se habla y se aplica en el día a día? Bueno, dependerá mucho del sitio, del ambiente, del entrenador, del equipo médico... pero sí, falta [que se hable más] y además, no lo termino de entender muy bien. Porque yo no considero que haya que tener un tratamiento súper específico, sino que igual que, cuando estás entrenando a un atleta de cualquier sexo, tienes en cuenta muchas cosas de su anatomía, de sus lesiones o de sus debilidades que puede tener y en las que hay que trabajar, me parece ilógico y muy contraproducente que no se tenga en cuenta una cosa súper básica de la fisiología femenina.
¿Has conseguido hacer mejorar en ese aspecto y has notado que, gracias a lo que comentas, ha calado en tu entorno o en tu grupo de trabajo?
Nada de lo que tengo en mi mente he conseguido llevarlo a la práctica, porque no consigo que a nadie de mi alrededor le cale. ¿Le ha calado a Antonio [Serrano, su entrenador]? Yo no lo he conseguido, pero no quiero personalizarlo en él. No lo he conseguido en ninguno de los ámbitos en los que he estado.
¿Qué se hace mal a la hora de esa comunicación o en qué hay que mejorar para evitar que ocurran casos graves en el atletismo? Seguro que es de gran ayuda para muchas jóvenes atletas y más todavía a su entorno...
Si todo va bien y no hay ningún problema, pues da igual que lo hables o que lo tengas presente. Bueno, no da igual, pero no tiene consecuencias. Pero de lo que estamos hablando, lo que a mí me preocupa sobre todo, son situaciones en las que hay un desequilibrio importante entre el gasto y la ingesta. Casos en los que una persona está en un déficit de energía, y puede ser hombre o mujer, pero hay mayor prevalencia en las mujeres. Y lo que más se ve es que las chicas dejan de tener la menstruación. Entonces, si entendemos que eso es una señal de alarma y es una luz roja de que ese cuerpo está en una situación de déficit de energía que va a traer consecuencias a largo plazo muy importantes, ya estamos llegando muy tarde, pero por lo menos vamos a darnos cuenta de que estamos llegando. Entonces, cosas tan básicas como controlar y preguntar a tus atletas jóvenes si tienen la menstruación, cuándo la tienen... ¡Es que eso no se hace! Y al final se dice: "No, que me lo cuenten ellas". Ya, pero es que esa persona no te lo va a contar si no hay una actitud un poco más activa desde el otro lado.
Escuchándote, me vienen a la cabeza algunos casos de chicas que prometen siendo muy jovenes y terminan 'desapareciendo' sin más explicación y, en muchos casos, estos asuntos están detrás. Es uno de los grandes tabúes...
Claro, porque es verdad que durante un periodo tu cuerpo aguanta y, hay veces, que se tienen resultados y entramos en una situación deportiva de medio éxito que eclipsa mucho ese problema. En ese momento, es muy difícil también que tú, por ti misma, quieras salir de ahí cuando no consideras que estés mal. Por lo que entra también el nivel psicológico. Hay que ver cómo se gestiona la frustración de que, cosas que tú pensabas que ibas a poder hacer, pues no es realmente tu nivel. Y es una gestión de expectativas tanto tuyas como del equipo. Es muy complicado, son situaciones tan complejas y que requieren un tratamiento tan difícil, que por eso yo veo que sería muchísimo más interesante intentar prevenirlas mucho antes. Cuando ya estamos ahí, el tratamiento es muy complejo y es muy difícil, entonces hay que intentar no llegar ahí.
¿Has vivido casos de cerca?
Sí, he visto muchos casos a mi alrededor. Eso fue lo que me hizo tener concienciación en torno a este tema cuando llegué a Madrid con 18 años. Vi casos de compañeras y de gente que yo conocía, o gente que había corrido en edades un poco mayores a la mía, que de repente ya no corrían más, o tenían muchas lesiones y situaciones de estas. Cuando ya fui una persona más adulta, más madura y más formada, me di cuenta de que me interesaba saber lo qué estaba pasando y me empecé a formar. A raíz de eso he hablado con mucha gente del mundo del atletismo y de otros deportes en torno a este tema, y he descubierto muchos casos. Es gente que lo pasa muy mal.
¿Qué te has encontrado en esos casos?
Por explicar, no hablamos de mujeres que no tienen la menstruación porque tienen una patología ginecológica, sino en una situación en la que no tienen la menstruación porque el cuerpo no tiene energía suficiente para mantener todas sus funciones vitales. Son casos en los que se suprime el eje que da lugar a la menstruación, pero donde también hay una disminución en la síntesis de proteínas o en la capacidad del sistema inmunitario para responder a amenazas desde fuera. Otra de las consecuencias más importantes es que, como no tienes un ciclo menstrual normal, no tienes unos estrógenos normales que son imprescindibles para que se forme el pico de la masa ósea de las mujeres en su etapa adolescente. Por lo que, como ese pico de masa ósea no se forma bien, se da lugar a lo que más se ve: muchas fracturas de estrés por repetición cada X meses. Es un conjunto de situaciones en las que puedes tener infecciones de forma repetida y alteraciones a nivel psicológico, porque los estrógenos son una hormona fundamental para la respuesta de la mujer ante los estímulos.
¿Cómo se puede solucionar? ¿Quien tiene que recoger la responsabilidad de frenar?
Hay muchísimas cosas en las que se podría trabajar para intentar prevenir antes de que se llegue a estos casos. Hacen falta equipos multidisciplinares, con un desembolso económico importante y con una cantidad de recursos para que esté todo muy centralizado y coordinado. Ese también es uno de los problemas. Hay mucha información y mucho conocimiento, pero todo se acaba perdiendo. Yo creo que al final una coordinación entre muchos de los estamentos que están en torno a atletas adolescentes sería importante. ¿Es todo cosa de las federaciones? Por supuesto que no. Estamos hablando de edades muy menores, pero sí hace falta un conocimiento y un control mayor de la situación desde lo que se puede hacer desde el estamento deportivo. Si luego hay cosas a las que no puedes llegar, pues no puedes llegar.
En un reportaje de Relevo el pasado verano, ya contamos que la federación internacional de escalada (IFSC) ha iniciado ya los primeros pasos para, incluso, impedir que deportistas puedan competir en estas condiciones y con estos casos. Ellos ya han visto casos que han terminado en consecuencias extremadamente graves a futuro y ya avisaban que las lesiones de estrés son una voz de alarma.
Aquí puedes leer el reportaje sobre los primeros pasos en la escalada.
Cuando ya estás llegando a ese punto de lesiones es que realmente estás en una situación de déficit de energía antes de que eso tenga consecuencias. Todos los deportistas en algún momento puntual de su vida pueden estar en una situación de déficit calórico, porque al final es verdad que hay momentos en los que eso se puede dar. Pero, si eso se mantiene a largo plazo, lo suyo es que seamos capaces de ver alteraciones fisiológicas, aumento de la frecuencia cardíaca por las mañanas, que sea mucho más difícil recuperar entrenamientos porque no produces esa síntesis de proteínas que te tienen que ayudar a recuperar a nivel muscular...
¿Es fácil darse cuenta que algo raro está ocurriendo?
En esta situación, el cuerpo es muy listo. Estando así, el cuerpo es capaz de seguir manteniendo muchas de sus funciones durante mucho tiempo y, aunque suprimiendo otras, es capaz de seguir dejándote entrenar, seguir... Pero en vez de dormir ocho horas, te pide dormir diez y descansar más. La adaptación fisiológica de tu cuerpo te dice: vale, tú me estás pidiendo que gaste toda esta energía en hacer deporte, entonces no la voy a gastar en otras cosas. Y desde luego, no la voy a gastar en que tengas un ciclo menstrual que te vaya a permitir quedarte embarazada. Pero en realidad es una adaptación fisiológica que tú le estás pidiendo. Lo que pasa es que igual que adapta eso, tu densidad ósea no se forma igual.
UN RÉCORD, RIVALIDAD 'INTERNA'... ¿Y LOS ÁNGELES?
"¿Qué preferías, un récord de España que duraba 19 años o estar en una final olímpica?", preguntamos a Marta Pérez. Y es que, aunque no parezca creíble, el atletismo y su sistema a veces, como ocurrió en París, se encaprichan en determinar incongruente el famoso lema de los Juegos Citius, Altius, Fortius [el más rápido, el más alto y el más fuerte]: la española que logró la plusmarca nacional con 3:57.75, casi dos segundos menos de lo que marcó Natalia Rodríguez en 2005, no estuvo en la final mientras pudimos ver que su compatriota Águeda Marqués sí logró entrar en la gran foto del 1.500 olímpico corriendo en un 4:01.90 en semifinales. Incluso, Esther Guerrero, la tercera española, se quedó solo a 4 centétimas de la sexta plaza que daba el pase a la carrera decisiva. Y es que solo las seis primeras de cada una de las carreras, dando igual el crono, tenías una plaza a luchar por las medallas.
En la zona mixta de París, acababas de lograr un récord de España pero tu cabeza no dejaba disfrutar del todo porque no te habías metido en la final. Ahora, en frío: ¿Un récord de España o una final olímpica?
Me quedaría con un récord de España. Mi respuesta está muy condicionada porque en Tokio pasé y corrí la final, y esa experiencia la había vivido y además, llevaba tiempo buscando el récord. Y también está condicionaba porque vi la final y fue una final en la que yo no hubiera podido luchar por nada, realmente fue muy complicada y seguramente yo hubiera ido a un ritmo más atrás del grupo. Pero claro, en ese momento [tras batir el récord en semifinales], yo lo que quería era volver a correr, estás tan en forma que quieres volver a correr y disfrutar de esa final, que era tu objetivo.
Quién te iba a decir que ese récord no te iba a regalar otra final olímpica.
(Sonríe) Me equivoqué, porque yo pensaba: si yo quiero pasar a la final de los Juegos, que es lo que quiero, tengo que bajar bien de 4:00. Lo conseguí y no pasé a la final. pero bueno, era mi idea. Yo quería trabajar para mejorar esa marca, porque pensaba que lo necesitaba para seguir donde quería estar.
Dices que llevabas tiempo buscando el récord, ¿qué has hecho ese tiempo para lograrlo? ¿Se convirtió en el gran objetivo?
No pensaba en el récord. No es tanto que yo haya buscado el tener que correr en 3:59, porque era el récord de España y lo quería. Es más porque yo corrí en 4:00 en Tokio y me di cuenta de que tenía que correr más si quería aspirar a seguir siendo deportista de alto nivel. Según han ido pasando los años, me he dado cuenta de que tenía que seguir mejorando porque las marcas y mis rivales lo hacen. Me he dedicado simplemente a intentar mejorar cosas de mi día a día, de mi trabajo en la pista y en el gimnasio para conseguir rebajar esa marca que, además, sabía que implicaba el récord de España.
"La mejora de marcas tiene que ver con muchísimas cosas"
Se habla mucho de que los récords de ruta tienen que ver con el desarrollo de las zapatillas. ¿Y los de la pista? ¿Tu récord tiene que ver con las zapatillas?
Bueno, yo creo que sin duda las marcas están cambiando y es muy difícil comparar las marcas de ahora con las de antes. Y creo que tiene que ver con muchísimas cosas. Creo que tiene que ver con una mejora de la tecnología de las zapatillas, que todo el mundo dice, pero creo que también de la mejora de las pistas, de los tartanes. Y también tiene muchísimo que ver con cambios en los sistemas de entrenamiento, con un muchísimo mejor control de la fisiología desde hace tiempo, de los sistemas de recuperación, de cómo se recupera, de la propia suplementación que se utiliza, cambios en la nutrición... Creo que tiene que ver también con que hay muchos deportistas que su forma de recuperar de las competiciones es más profesional de lo que se hacía antes, porque creo que se tiende a conocer más en todos los aspectos. Todo eso influye y creo que también influye que cuando tus rivales corren más tú muchas veces corres más y cuando tú te crees cuando todas las marcas van mejorando y tú ves que la gente se acerca a eso, dejas de ver eso como un imposible. Y yo estoy segura de que que yo haya hecho 357 hace que Esther y Águeda vean menos imposible hacer 3:57 y lo vean clarísimo. Y eso pasa con tus rivales. Entonces yo creo que todo ese conjunto de cosas que hacen que se haya evolucionado en marcas hace que todos también vayamos detrás. Pero bueno, creo que tiene que ver una mejora de todo.
Cuando me viene el nombre de Marta Pérez a la mente, siempre pienso lo mismo. También me pasa con otros nombres como Irene Sánchez, Escribano, Carolina Robles o Esther Guerrero. Creo que no se reconoce del todo vuestro mérito porque no tocáis grandes medallas, pero es increíble que cada temporada estéis entre las mejores del mundo.
Yo entiendo que en el deporte de alta competición y en el deporte como espectáculo para el espectador, se valoran las medallas y los buenos resultados. Eso lo entiendo, pero para mí y para nosotras, porque lo he hablado con las compañeras de las que hablas, tiene muchísimo. El ser capaz de mantenernos durante mucho tiempo en un nivel alto, a nivel internacional, que nos permita dedicarnos a esto, que este sea nuestro estilo de vida, estar yendo a los campeonatos internacionales... Eso para nosotras tiene mucho valor y además es algo de lo que yo creo que todas, Esther, Irene y Carolina, gente que ya somos mayores, nos sentimos orgullosas. Eso implica que trabajamos mucho durante el año para estar ahí todo el rato. Porque realmente no es que tengamos tanta calidad que sin querer nos ha salido, sino que trabajamos mucho durante muchos años, nos cuidamos mucho, priorizamos unas cosas respecto a otras durante mucha parte de la temporada y creo que todo eso nos está permitiendo estar ahí. Seguramente nunca conseguiremos una medalla en los Juegos Olímpicos, pero haber ido ya a dos y no sé si a otro más, nosotras sí lo valoramos y yo creo que mucha gente desde fuera también.
Ahora que la mencionas. Llevas media vida en un cara a cara constante con Esther Guerrero. ¿Cómo es esa rivalidad?
No hay. (Piensa) O sea, sí que hay rivalidad, pero cuando salimos a la pista, yo quiero ganar a Esther y Esther me quiere ganar a mí. Pero, nos llevamos muy bien y yo creo que somos dos deportistas que tenemos muchas otras cosas de las que hablar. Coincidimos en gustos, en ciertas cosas, y sobre todo, compartimos mucho tiempo más allá del rato que estamos en la pista. Nosotras siempre que vamos con la selección, compartimos habitación y comidas. Además, muchas veces nos vamos a los mismos sitios a nuestras giras para competir antes de los grandes campeonatos internacionales con España. Hay muchas competiciones en las que no eres rival porque cuando ella está en una eliminatoria de los Juegos y yo estoy en otra, tampoco somos rivales. La única competición en la que eres rival de verdad es el campeonato de España y ahí pues sí, ahí te saludas menos, cada uno está en su sitio... pero después de correr, pues bien. No suelo decir cosas positivas de mí, pero creo que soy buena compañera. A mí me gusta ganar como a todo el mundo que hace deporte y lo intento en la pista, pero creo que tengo buen perder y respeto muchísimo a mis rivales. Las admiro mucho.
A esa terna, sumamos a una más. Ya tenéis a Águeda Marqués, con una final olímpica en el palmarés y a punto de bajar de cuatro minutos.
Águeda ya estaba ahí. Llevo mucho tiempo viéndola entrenar en la misma pista que entreno y tenía la capacidad para correr en 4:00 ya antes, lo que que pasa es que muchas veces depende de estés en esa carrera, de que tengas la capacidad de estar en una competición o hayas tenido la posibilidad de estar en una carrera tan buena. Solo necesitaba eso y estar súper en forma. Ya ha habido campeonatos de España en la que me he tenido que morir para ganarle, pero yo ya contaba con ella y ahora desde luego que está ahí.

Ya tienes el récord de España, has estado en una final olímpica... A veces, es necesario tener retos en el horizonte. ¿A qué te vas a agarrar para seguir?
A mí lo que me empuja a seguir es que me gusta mucho el estilo de vida que llevo, la verdad. Me gusta mucho competir y disfruto mucho. Creo que me va a costar cuando lo tenga que dejar. A mí me gustan muchas otras cosas, pero es verdad que la competición engancha mucho. Me está dando conocimiento del mundo, puedo viajar, puedo conocer gente de otras culturas y eso me gusta. Eso sí, antes tenía claro que iba a seguir cuatro años y ahora, ya voy más año a año porque ya tengo una edad.
A corto plazo, ¿objetivos para este 2025?
Quiero hacer la pista cubierta, hay Europeo y quiero intentar hacerlo bien. Y luego, volver a bajar un poco para intentar llegar bien al Europeo de selecciones [27-29 de junio], que es en Madrid. Ahí creo que queremos ir todos los atletas, pero solo hay una plaza por país, veremos. Y luego, el Mundial al aire libre de Tokio en septiembre.
Inicias ciclo olímpico con 31 años. ¿Eres de las que tienes Los Ángeles 2028 en el horizonte o se ve muy lejos?
No lo sé, porque creo que es una decisión que no voy a poder tomar yo sola. Si mi cuerpo me deja, yo voy a seguir trabajando para que mi cuerpo siga corriendo como está corriendo hasta ahora. Yo cada año intento probar mejoras, intento también cambiar cosas para estar lo más a gusto posible haciendo lo que hago, para poder psicológicamente también seguir igual de motivado de lo que sigo... ¿Mi objetivo es estar en el 1500 de Los Ángeles? Pues no lo sé, porque depende. Si sigo haciendo 3:57, pues sí. Pero si no...
También puedes subir de distancia al 5000, por ejemplo.
No sé si me pasaré a otra distancia, creo que no se me daría tan bien como pensamos. Aunque cada vez corro más por arriba y cada vez me encuentro más a gusto.
La última, que intuyo que tendrá una respuesta especial. ¿Por qué haces el atletismo?
Es un deporte que a nivel personal me da muchas cosas que tienen que ver con mi personalidad. Me permite intentar mejorar siempre, me permite ser muy perfeccionista trabajando y muy exigente conmigo misma. Por ejemplo, yo acabé dejando algunos de los deportes de equipo que hacía, porque mi nivel de exigencia no era el mismo que el de la persona que había al lado. Y en el atletismo, es un deporte individual que sí me lo permite. Y me he encontrado con dos entrenadores que han sabido cuidarme y han sabido darme las herramientas para que mejorara poco a poco, que he tenido una marca deportiva que me ha ayudado y unos clubes previamente que me han ayudado a económicamente poder dedicarme a eso. Mis padres no han sido nada pesados con el tema y me han dejado evolucionar como he querido, he tenido buenos amigos y he tenido una pareja que en los últimos años me ha ayudado muchísimo a que yo siga motivada con esto. Y he tenido suerte en la vida.