Empezó de liebre y ahora salva a España de un naufragio en la Diamond League: "Puedo estar con la armada africana"
Dani Arce, que ronda la plusmarca nacional en 3.000 obstáculos, saldrá este viernes en la final de Bruselas a tutear a todo un continente.
"¿Sólo hay un español en la final de la Diamond League?" La reacción sorpresiva de periodistas y atletas internacionales es la misma al escuchar que Daniel Arce (Burgos, 1992) será el único representante de un país que tiene talento de sobra para tratar de colocar a algún deportista más (en medio fondo, triple salto, vallas...) en la final del diamante, que se disputa este viernes y el sábado en Bruselas. Pero la realidad es una.
Algo bueno tiene la mala noticia de la sequía nacional en la gran cita de la Diamond. Pocos deportistas en España han hecho más méritos que Arce para llevarse la atención plena de los focos. Un obstaculista, de regularidad extraordinaria, que ha crecido año a año hasta plantarse en los 32 con la mejor marca de su vida (8:08.45 en Silesia el pasado 25 de agosto); cada temporada más cerca del récord patrio de Fernando Carro (8:05.69, en Mónaco en 2019).
Es cierto que obtener los puntos necesarios a lo largo de las estaciones de la Diamond está carísimo. "Nosotros tenemos cinco carreras y van a la final los 10 mejores en el cómputo global. Es muy complicado, aquí no sólo corren tres por país, sino que está todo el mundo", explica Arce. "Si los 10 mejores son de un mismo país, pues van los 10". Entre esa decena de monstruos estará él este viernes a las 21:09 horas en el Estadio del Rey Balduino en Bruselas, la legendaria pista de Heysel que ha visto récords de todos los colores.
La historia de superación de Arce en la competición es digna de un documental. "En 2017 me inicié compitiendo en la Diamond League, pero de liebre, ahí me empezaron a ver", apunta. "En el 2019 iba porque se daba alguno de baja. Yo estaba el último día esperando a que me metiesen y cogía justo el avión", recuerda sobre las fructíferas gestiones de última hora de su representante Miguel Ángel Mostaza. "Ahí empecé a forjarme en el circuito, mejorar marcas y poder entrar con mayor facilidad", confiesa el discípulo de Benjamín Álvarez. "Lo mío ha sido por trabajo y tenacidad, no por ser un gran nombre al que le invitan".
"Benjamín me ha querido cuidar desde muy pequeño e ir quemando etapas poco a poco, hay que escuchar a tu cuerpo si aspiras a tener una longevidad importante", subraya antes de hablar de su gran ídolo de la infancia, uno de los colosos del medio fondo patrio y vecino de Aranda de Duero. "Juan Carlos Higuero, el atleta referente de mi zona, me lo hizo ver. No sólo vale estar un año o dos, o tener una medalla, es más importante estar siempre, saber que se puede contar con un atleta todos los años. Siempre he querido ser eso. Pasitos cortos y firmes, con los pies en el suelo, y entrenar cada año un pelín más".
Arce se inició con la metodología tradicional, "la rural, dar cera hasta donde podía", pero poco a poco se "ha adaptado a todos los avances tecnológicos y de sistemas de entrenamientos. "Hago umbrales, pero hay que adaptarse progresivamente. No puedes hacer una casa y construirla toda a la vez, se empieza por los cimientos. Pero hay que estar con los ojos abiertos; ni lo de antes era tan malo ni lo de ahora es tan bueno. Es saber dónde estás tú y qué te viene bien a ti".
"La mejor temporada de la vida" de Dani Arce desemboca en la capital de Europa con una mirada a las nubes de Bélgica pidiendo clemencia. Porque la ocasión es única. "Estoy en un estado de forma espectacular y puedo luchar por todo. No sé si por el récord, pero quiero salir incluso a 8 minutos, a lo que vaya la competición, sin tenerle miedo a nadie", enfatiza en un alegato que demuestra que su carácter humilde y jovial no está reñido con la ambición del atleta top que es. "Si estoy aquí es porque soy uno de los mejores, nivel le doy yo también a esta prueba. Saldré a disfrutar, competir y demostrar que, coño, España también puede estar en esa armada africana".
Arce jamás olvida sus raíces ni a los amigos que le acompañaron desde niño. El exobstaculista Tomás Tajadura, que le inspiró para adentrarse en la prueba, es uno de ellos, un socio con el que está en contacto permanente. "Me dice que lo difícil no es hacer el récord, sino estar preparado para ello: 'lucha por todo, estás listo para lo que quieras soñar'", reproduce. Justo después de la entrevista, el destino hace su trabajo y llega otro WhatsApp de Tajadura. Ojalá esta noche a las 21:17:05 reciba su siguiente mensaje. La filosofía del burgalés de la eterna sonrisa lo merece: "Yo quiero salir aquí o en el próximo Europeo a ganar. Porque soy Dani Arce, tengo dos piernas como los demás y voy a trabajar tanto o más que ellos. Esa sensación, no de ganar sí o sí, sino de poder ganar, es la que quiero tener los años que esté en el atletismo". Que Bruselas haga justicia, Arce se encargará de todo lo demás.