VELA

El legado de la abanderada Támara Echegoyen: la navegante más completa de nuestra historia

La abanderada española en París se retira de la carrera olímpica con un oro y cuatro Juegos a sus espaldas.

La campeona olímpica Támara Echegoyen se retira de los Juegos. /COE
La campeona olímpica Támara Echegoyen se retira de los Juegos. COE
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Támara Echegoyen ha anunciado esta semana su retirada de la carrera olímpica. Con cuatro Juegos a sus espaldas, un oro en su palmarés y una guinda maravillosa como fue ser la abanderada de España este pasado verano en París, la regatista gallega ha puesto el punto y final a su relación con los Juegos, aunque seguirá vinculada profesionalmente a la vela. No en vano, es la navegante más completa que hemos tenido en la historia de la vela española.

"Tomar una decisión como esta no es fácil, pero era la hora de hacerlo. Necesitamos cerrar etapas para abrir nuevas oportunidades y en eso es en lo que me encuentro. En busca de nuevos desafíos que me permitan seguir creciendo como regatista y como profesional. No es una despedida del mundo olímpico, es un hasta luego, estoy convencida que nos veremos pronto y que lo disfrutaré desde otro punto de vista", explica Támara.

Uno de los grandes legados de Echegoyen es la huella que ha dejado en las regatistas que han navegado con ella en los cuatro Juegos Olímpicos que ha disputado. Su trayectoria arrancó en Londres 2021, donde Támara protagonizó junto a Ángela Pumariega y Sofía Toro una actuación memorable. Pese a llegar al campo de regatas de Weymouth con pocos recursos, menos tiempo de entrenamiento y muchas incógnitas sobre su rendimiento en el match race, acabaron llevándose el oro olímpico.

Sofía Toro, que hoy en día sigue vinculada al deporte como gerente del Clúster Gallego de la Industria del Deporte y el Bienestar, atiende la llamada de Relevo para rememorar la importancia de Támara en aquel espectacular resultado. "La verdad es que es un poco difícil resumir rápido lo que significó navegar con Tamara. Sobre todo diría aprendizaje porque yo en ese momento tenía 18 años, venía de navegar en láser y tuve que adaptarme a navegar en equipo. Venía de navegar los fines de semana y pasé a ser profesional y a navegar todos los días y hacer todo el circuito olímpico. Fueron unos años muy bonitos porque aprendí muchísimo y sobre todo con Tamara a la caña que, como ella había sido tripulante, era un lujo tenerla detrás de mí, ya que me ayudaba mucho a trimar y teníamos una relación muy fluida en el barco que no he vuelto a tener con nadie", recuerda Sofía.

Toro destaca de Echegoyen la enorme fe que ha tenido a la hora de romper barreras. "Ahora conocemos todos a Tamara, ha sido una regatista con una trayectoria muy buena y muy larga además, pero yo cuando empecé a navegar con ella no tenía todavía ese currículum, con lo cual no todo el mundo confiaba tanto en ella como ahora. Si la carrera de Tamara ha sido tan larga y tan buena es porque ella ha tenido muchísima fuerza, ha derribado todas las barreras que le han ido poniendo por el camino, que al principio eran muchas, y gracias a ella nuestro equipo salió adelante porque al principio nadie confiaba en nosotras. Había otros equipos ya establecidos y nosotras poco a poco fuimos entrenando, fuimos mejorando y así pudimos llegar a lo más alto".

Si Sofía Toro acompañó a Támara en sus inicios olímpicos, la última tripulante que ha tenido la gallega ha sido Paula Barceló, con la que ha disputado los Juegos de Tokio y París. "Para mí navegar con Tamara ha significado mucho. Cuando tenía 18 años nunca imaginaba que terminaría navegando con ella porque siempre había sido un referente para mí y que me diese la oportunidad de emprender este viaje de dos campañas olímpicas con ella fue realmente satisfactorio. El camino de los dos Juegos ha sido algo que realmente ha supuesto un crecimiento profesional muy grande para mí. Ahora creo que ya soy una persona un poco más formada y en parte también es gracias a Tamara, he tenido un crecimiento personal muy grande y sin haber estado cerca de ella no hubiera sido igual. Creo que la palabra es afortunada", explica Paula a Relevo.

Ahora, la gran misión de Támara es encontrar su papel en la vela para seguir aportando su enorme sabiduría. Además de sus impagables conocimientos sobre los Juegos, donde podría ayudar a las nuevas generaciones, la experiencia que tiene en la vela oceánica también le podría abrir muchas puertas. No en vano, es la única española que ha participado en The Ocean Race, la vuelta al mundo por equipos. Seguro que dentro de nada, Echegoyen anuncia el nuevo escenario donde seguirá dándole alegrías a la vela española.