Ineos sueña con romper la mayor maldición del deporte mundial
Gran Bretaña, que acogió la primera Copa América en 1851, aún no ha podido ganarla 173 años después.
Mañana arranca en Barcelona la final del torneo de desafiantes de la Copa América que enfrenta al Ineos Britannia y al Luna Rossa Prada Pirelli y cuyo ganador se medirá al New Zealand para intentar arrebatarle la mítica Jarra de las Cien Guineas. Es un caso curioso, ya que el verdadero premio de esta Louis Vuitton Cup no es ganar el trofeo en sí, sino el derecho a disputarle la Copa América al defensor.
La Copa América es el trofeo deportivo más antiguo del mundo y el más difícil de arrebatarle a su defensor, ya que quien la gana pone las reglas (sede, tipo de barco, etc.). Tanto es así, que solo cuatro países la han ganado en sus 173 años de historia: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Suiza. Y los dos países que se enfrentan en la final del torneo de desafiantes, Italia y Gran Bretaña, son precisamente los que más largamente han perseguido el sueño son lograrlo nunca.
El caso de los británicos es especialmente sangrante: pese a que organizaron la primera edición de la historia en 1851 (aunque todavía no se llamase oficialmente Copa América, una denominación que aterrizó con su primera defensa en 1870), la perdieron en aquella mítica vuelta alrededor a la isla de Wight ante la goleta América estadounidense y nunca han podido recuperarla.
Los intentos que han hecho para recuperarla han sido incontables: desde Lord Ashbury, el primer desafiante, hasta el legendario Thomas Lipton (el que se inventó las bolsitas de té) y que presentó cinco desafíos a principios del siglo XX y los perdió todos, aunque su quimera le dio una publicidad imbatible para expandir sus negocios.
Hoy en día, la misión de romper la mayor maldición del deporte mundial de ha convertido en la obsesión personal de dos británicos: Ben Ainslie y Jim Ratcliffe. Ainslie es el mejor regatista olímpico de la historia (cuatro oros y una plata) y ya sabe lo que es ganar la Copa con el Oracle estadounidense. Ratcliffe es, simplemente, la persona más rica del Reino Unido. Ambos han unido sus fuerzas para liderar el Ineos Britannia, la enésima campaña inglesa para recuperar la Jarra de las Cien Guineas.
"Es una gran motivación. Todos conocemos la historia de la Copa América. Somos una nación marítima, todo esto se inició ante la isla de Whight y no nos la hemos llevado nunca. Construir un proyecto de este tipo es una gran inversión de tiempo, especialistas y conocimiento y creo que estamos en el buen camino", explicaba Ben Ainslie en la rueda de prensa oficial de la competición.
Su rival, el Luna Rossa italiano, representa al otro país que lleva persiguiendo la Jarra de las Cien Guineas desde hace más de tres décadas. La excelente actuación del Moro di Venezia en 1992, donde llegó a la gran final, despertó una pasión entre los aficionados italianos que perdura hoy en día y que los convierte, junto a Nueva Zelanda, en el país con más afición a la Copa América del mundo.
Nada más arrancar el siglo XXI entró en escena Patrizio Bertelli, que a traves de Prada ha financiado todos los desafíos del Luna Rossa desde en año 2000, y que le han convertido en el aspirante más serio a arrebatarle la Copa al New Zealand. En la anterior edición ya estuvieron cerca (perdieron por 7-3 la gran final), y este año las diferencias con el defensor parecen menos lejanas que nunca.
Desde mañana, Ineos y Luna Rossa lucharán al mejor de trece mangas (ganará el primero que gane siete) para ver quién se mide al New Zealand en la gran final de la Copa América, que arrancará el 12 de octubre.