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Bombazo en la Copa América: Jim Ratcliffe se carga a Ben Ainslie en el Ineos Britannia

La lucha de poder entre la mayor fortuna del Reino Unido y el mejor regatista olímpico de la historia condiciona el futuro de la regata.

Jim Ratclifee y Ben Ainslie (centro) charlan tras ganar la Louis Vuitton. /AMERICA'S CUP
Jim Ratclifee y Ben Ainslie (centro) charlan tras ganar la Louis Vuitton. AMERICA'S CUP
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Ya sabemos que la Copa América es un juego de multimillonarios, pero la última jugada del hombre más rico del Reino Unido ha puesto en vilo el futuro del trofeo deportivo más antiguo del mundo. Jim Ratcliffe, dueño de Ineos y del Manchester United entre otras mil cosas, ha anunciado el despido de Ben Ainslie como máximo responsable del Ineos Britannia para la próxima edición de la Copa.

La decisión cogió por sorpresa hasta al propio Ben Ainslie, el mejor regatista olímpico de la historia con cuatro oros y una plata en cinco Juegos, que ya estaba en modo crucero preparando la próxima edición. En un comunicado, Ainslie reconocía estar 'astounded' (atónito/estupefacto/asombrado) al leer el anuncio realizado por Jim Ratcliffe.

Ratcliffe anunciaba que el proyecto del Ineos continúa, que tiene a un centenar de ingenieros y diseñadores trabajando en el próximo barco y que el sustituto de Ainslie tras no haber llegado a un acuerdo con él va a ser Dave Endean, un veterano del mundillo, con la estrecha colaboración del equipo Mercedes de Fórmula 1 para el diseño del barco.

Ainslie, por su parte, también anunciaba que seguía adelante con su propio proyecto con el nombre de Athena Racing a partir de ahora. Y aquí es donde se abre un melón que pone patas arriba la Copa América, ya que el Ineos Britannia es el Challenger of Record que negocia con el New Zealand el protocolo para la siguiente edición.

Los protocolos se firman siempre entre clubes náuticos, no entre equipos de regatas. Y en este caso es el Royal Yacht Squadron británico quien tiene la potestad de negociar con el New Zealand los términos de la siguiente edición. Pero... ¿con qué equipo se alineará el club británico, con el Ineos de Ratcliffe o con el Athena de Ainslie?

La lógica diría que, si Ineos sigue, nada debería cambiar. Pero quien tiene realmente la experiencia, los contactos y la autoridad moral en este caso es Ben Ainslie, que al enfrentarse a Ratcliffe seguramente esperaba que Ineos abandonara al patrocinio, pero nunca que siguiese adelante con el equipo sin él. Y, lo más importante, lo que tiene Ainslie es una excelente relación con Grant Dalton, capo del New Zealand, lo que ha sido el factor verdaderamente decisivo para que el Ineos fuese Challenger of Record en la pasada edición y en la presente.

En el caso de que ambos equipos emprendiesen una batalla legal para ver quién va de la mano del Royal Yacht Squadron, la gran perjudicada sería la Copa América, ya que el New Zealand no puede anunciar ni las sede, ni los cambios en los barcos, ni el protocolo completo sin la firma del primer desafiante. Estaremos muy atentos a los próximos movimientos, pero el futuro de la Copa vuelve a estar en el alero.