WIMBLEDON

El susto de muerte de Granollers a Zeballos antes de meterse en la final de dobles de Wimbledon

La pareja hispanoargentina pasó una tarde de bromas antes de afrontar la semifinal.

Marcel Granollers y Horacio Ceballos, en Wimbledon./INSTAGRAM
Marcel Granollers y Horacio Ceballos, en Wimbledon. INSTAGRAM
José M. Amorós

José M. Amorós

Londres.- Marcel Granollers y su compañero de dobles, el argentino Horacio Zeballos, se han metido en la gran final de Wimbledon tras vencer a los alemanes Puetz y Krawietz por 6-4 y 6-3. La pareja hispanoargentina vuelve a una final en el All England Club después la lograda en 2021, donde se les escapó el título ante los croatas Nikola Mektic y Mate Pavic. El juego complementario entre ellos les ha convertido en una de las mejores parejas del circuito, pero ahí no acaba todo.

La relación también sale de la pista y, como es habitual en Wimbledon, se lleva también a una casa compartida. "Aquí estamos 24/7 juntos, que estamos viviendo juntos", nos cuenta Granollers. Vivir juntos tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero siempre surgen anécdotas y situaciones curiosas. Como sucedió solo unas horas antes de su partido clave de este jueves, con una tarde-noche marcada por las bromas y los sustos.

El primero en empezar fue el argentino. Aprovechando la ausencia del catalán en el vestuario, le ató la bolsa al banquillo con varias vueltas de cinta aislante. Zeballos se fue a casa y ese fue el 'regalito' que le dejaba a su compañero después de ganar el partido de cuartos de final. Al volver Granollers al vestuario se encontró la broma y, a pesar de que preguntó quién había sido, él no tenía dudas: había sido su compañero Horacio.

La venganza

El español asumió la broma, pero ni siquiera se la guardó y se vengó al instante: "Fui a ver al fisio y le dije entablíllame los dedos". Se vendó la mano y se marchó a casa. Allí estaba Zeballos, tranquilamente esperando escuchar a Marcel sobre cómo había sufrido una broma pesada... pero se encontró con el susto. "Le dije: "Hostia, no sé quién me ha atado la bolsa al banco, pero al arrancarlo, lo he hecho fuerte y me he jodido el ligamento de la mano".

La cara del argentino se desfiguraba a cada segundo. "He preguntando quién había sido o quién había en nuestra zona y no lo sabía nadie", le contaba Granollers. La lesión significaba que no podrían jugar la semifinal de hoy ante la pareja germana y se quedarían fuera del torneo. Adiós al sueño de Wimbledon. Zeballos se arrepentía de broma.

"Fui yo, fui yo", le dijo triste al doblista español. Al menos, fue sincero y estuvo rápido para reconocer qué había hecho. "Iba a aguantar la broma un rato, pero es que vi la cara que ponía... ¡es que le iba a pasar algo!", desvela Granollers, que reconoce que "se lo iba a decir antes de irnos a dormir, porque si no sabía que no iba a dormir y hoy teníamos que jugar".