La recaída de Alcaraz en un mal que parecía superado: "Perdí la mente"
El español desconectó al final del primer set y cuando despertó el partido estaba casi sentenciado. "No soy lo suficientemente maduro para manejar estos partidos".
La semifinal del US Open está igualadísima. Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev se bregan en el tie break del primer set. El marcador luce un 6-6 y un 3-3 en el desempate. En el cambio de lado, Carlitos da un trago a la botella y se anima a sí mismo. Pero de repente, pum, su mente se funde a negro.
Hace una dejada que no toca, falla una volea, deja una derecha fácil en la red y el primer set se le escurre de las manos. El segundo empieza casi peor: Medvedev se lleva el primer juego en blanco y Alcaraz comete cuatro errores no forzados para entregar su saque. Está perdido, desesperado. "¡¿Para qué seguir así?! Llevo un set y medio que se las estoy dejando a huevo", se reprocha a sí mismo.
Cuando se quiere dar cuenta, cuando su mente vuelve a la Arthur Ashe, ya es demasiado tarde. Está dos sets abajo -jamás ha remontado un partido así- y Medvedev está envalentonado. No hay quien frene al ruso. Aunque consigue arañarle el tercer set, en la cabeza de Alcaraz retumba todavía esa desconexión al final del primer set. Ese asunto que tanto le persiguió el año pasado y que ya parecía superado. Las dichosas desconexiones.
La autocrítica de Carlos Alcaraz
"Hice cuatro puntos sin control. No pensé y perdí la mente totalmente. Es duro de manejar estar luchando durante 50 minutos y perder la concentración para cuatro puntos", analizó el propio Alcaraz en la madrugada neoyorquina tres el 7-6 (7-3), 6-1, 3-6 y 6-3 final ante Medvedev. "En el segundo set no volví, estaba casi en la luna y para mí fue difícil. Daniil estuvo jugando bien y para mí fue muy duro volver al partido y mostrar un buen juego".
"No puedo tener la desconexión que tuve a partir del 'tie break' si quiero ganar más Grand Slam y ser de los mejores"
Antes de que comenzara el US Open, Alcaraz aseguró que se notaba mucho más maduro que el año pasado, que era otro tenista. En 2022, además del físico, su gran rival fue su propia mente. En muchos partidos perdía la concentración durante unos pocos minutos y eso le condenaba. Pero en este 2023 ha tenido una línea mucho más regular y apenas ha "desconectado". Por algo ha ganado Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Queen's y Wimbledon.
En su discurso tras caer con Medvedev, ya duchado y con la mente más despejada, Alcaraz hizo un ejercicio de autocrítica. Todavía falta mucho camino por recorrer, dijo, muchas lecciones que aprender. "No puedo tener la desconexión que tuve a partir del tie break del primer set si quiero ganar más Grand Slam y ser de los mejores", explicó el murciano.
"Pensé que ahora era un jugador mejor a la hora de encontrar soluciones cuando el partido no va en la dirección correcta. Pero después de este partido voy a cambiar mi mentalidad. No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos. Tengo que aprender de ello".
Sin Davis y sin número uno
Alcaraz hará las maletas en Nueva York y pondrá rumbo a España para descansar y resetear la mente y el cuerpo después de una gira americana muy exigente. "Ha sido una gira larga y necesito descanso", decía el viernes en las entrañas de la Arthur Ashe. Unas horas después, la Federación Española confirmaba que el murciano era baja para la fase de grupos de la Copa Davis que se celebrará la próxima semana en Valencia.
Además de la Davis, Alcaraz perderá también el lunes el número uno del ranking mundial. En lo más alto de la lista aparecerá de nuevo Novak Djokovic independientemente de lo que haga este domingo en la final ante Medvedev. Si el serbio gana, la diferencia con Alcaraz será de 3.260 puntos, pero lo bueno para el español es que ya apenas defiende puntos (360) hasta final de temporada. El serbio, en cambio, defiende 2.600 por los títulos de las ATP Finals y Astaná y por la final de París-Bercy. La lucha está servida.