Toni Nadal recuerda su charla con Guardiola tras aquel Madrid - City del Bernabéu: "Ostras, ¿por qué no paraste el partido?"
El tío de Rafa Nadal demuestra su interés por el fútbol y reflexiona sobre el papel de varios entrenadores en momentos complicados.

Entre las cosas que llaman la atención de la charla de Quique Peinado con Toni Nadal para 'El Vestuario' de Relevo está la inclinación que tiene el tío de Rafa para encontrar referencias en el fútbol a la hora de explicar diferentes situaciones del tenis o de la vida. Lo reflejamos en la primera entrega, cuando utilizaba la figura de Emilio Butragueño como ejemplo de exdeportista que sabe rehacer su vida cuando se retira y disfrutar de ella tras perder el protagonismo de estrella que tenía como futbolista, o cuando asegura no entender que Real Madrid y Barcelona se lleven mal y no se respeten. El caso de Toni Nadal con el fútbol es un poco de rara avis, porque admira por igual las cosas buenas de uno y otro equipo. Parece admirar a Ancelotti, desde luego que admira a Guardiola (tienen muy buena relación) y siente nostalgia por aquel fútbol de los 90 del que bebe y bebió su hermano, Miguel Ángel Nadal. Se nota, desde luego, que el mundo de los entrenadores en el fútbol le fascina.
Puedes ver aquí la entrevista completa de Quique Peinado a Toni Nadal en 'El Vestuario'
Dice Javier Aguirre, entrenador del Mallorca, que el técnico intuitivo se está perdiendo.
Sí, totalmente. Es que vivimos en este mundo informatizado, entonces hay menos margen para la improvisación. Yo creo que a veces se pierde esta improvisación, algo que hace años no pasaba. Recuerdo el día que el City de Guardiola perdió contra el Madrid hace unos años aquí (semifinales de Champions de mayo de 2022, donde el equipo blanco remontó en un minuto con dos goles de Rodrygo), que tuvieron mala suerte, porque el Manchester estaba jugando bien, ganaba 1-0, y va el Madrid y empata. Y yo, que estaba viendo en Andorra el partido con un aficionado del Madrid, recuerdo que le dije: "Vais a marcar el segundo". Después de aquella noche, yo le dije a Guardiola: "Ostras, ¿por qué no paraste el partido?". Porque la dinámica del Madrid aquel día, aquel año, era de remontadas, y claro, todo el mundo ya pensaba que eso volvería a suceder. Y le insistí a Guardiola: "¿Por qué no? Cuando viste el gol, ¿por qué no haces que un jugador le dé un calambre o algo, o paras, o un cambio?". Creo que él me dijo después: "No me dio tiempo". Pero creo que él, que es probablemente el mejor entrenador del mundo, si no de la historia, está acostumbrado a tenerlo todo muy controlado. Creo que a veces se pierde esa improvisación, creo que Cruyff, que no tenía tanto control, y no era tan estudioso como Guardiola, a lo mejor hubiera estado más atento a eso.
No tenía pensado hablar de fútbol, pero Ancelotti dio una entrevista en la que Valdano le decía que todos los entrenadores están obsesionados con el fútbol, y le preguntaba: «¿Por qué a ti no se te nota lo mismo?». Y Ancelotti contestó: «Porque no estoy obsesionado con el fútbol».
Es que a mí me pasa lo mismo, yo no estoy obsesionado ni con el tenis ni con el fútbol.
¿Y eso por qué es bueno para ser un entrenador?
No sé si es bueno o no, pero es mi manera de entender. El deporte me gusta, me atrae como superación personal, pero no más allá de eso. Al deporte yo le doy valor, pero creo que a veces la sociedad le da demasiado. Ancelotti no transmite esta obsesión y a mí particularmente me va bien. Guardiola, por ejemplo, creo que transmite la obsesión. Yo que he tenido la oportunidad de hablar y estar con él en alguna ocasión, veo que realmente es un estudioso y creo que sí que le obsesiona y por eso es tan bueno. Que Ancelotti también es muy bueno, evidentemente.
Estas entrevistas se llaman 'El Vestuario de Relevo'. Vestuario es una palabra clave en el deporte. Para ti, cuando yo te digo la palabra vestuario, ¿qué se te viene a la mente?
Bueno, yo soy un seguidor del fútbol y el vestuario siempre lo asociaba al fútbol, aunque evidentemente todos los deportes tienen su vestuario. Es verdad que no es lo mismo un deporte colectivo que uno individual. En nuestro caso (tenis) el vestuario no existía porque no tenías vestuarios distintos. Los jugadores tenían el mismo vestuario, el mismo lugar donde preparaban sus partidos. No es como en el fútbol o el basket, que donde cada equipo tiene su espacio.
Ahora parece, por ejemplo, que se habla mucho en el fútbol cuando las cámaras entran en el vestuario. Hay como reticencias de algunos jugadores. ¿Está bien que se sacralice ese espacio o no?
Yo creo que hoy en día se da demasiado valor a todo. Se hace de cualquier bagatela algo extraordinario. Yo hice siempre todo lo contrario, intenté quitarle hierro a cualquier cosa. Fui un entrenador que di mucha importancia a lo que consideraba importante y muy poca a todo lo que estaba allí de manera secundaria. Hoy en día se magnifica todo. Se magnifica el vestuario, se magnifica todo el entorno. Y al final yo creo que las cosas son más simples. Después, en el mundo del deporte a veces parece que los jugadores tienen que estar totalmente concentrados antes de salir, que no pueden hablar. Bueno, yo he vivido experiencias diferentes y ya te digo que no le doy el mismo valor.
Supongo que depende de la persona, ¿no? ¿Habrá jugadores que les venga bien eso y habrá jugadores que no?
Bueno, es verdad que depende de la persona. Lo que pasa es que también es cultural. A medida que tú vas dando valor a ciertas cosas, pues estas toman valor. Es evidente. Tú cuando estás en un vestuario de un equipo futbolístico ves que hay distintos momentos. No es lo mismo jugar un partido más o menos trascendente que jugar una final. A mí particularmente, cuando teníamos que jugar, me gustaba relajar el tema antes de salir a la pista, porque ya hay suficiente tensión. Con un ambiente un poco más distendido creo que se sale mejor. Máxima concentración, sí, pero a mí no me gusta más de la cuenta la tensión.