ATP 250

Gijón despierta al viejo Thiem

El campeón del US Open 2020 empieza a ver la luz al final del túnel tras lesionarse la muñeca en junio de 2021.

Dominic Thiem golpea un revés en el ATP 250 de Gijón /Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images
Dominic Thiem golpea un revés en el ATP 250 de Gijón Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El viejo Dominic Thiem asoma en Asturias. Su revés a una mano vuela, las piernas carburan y la cabeza responde. Está feliz y aliviado porque empieza a salir de los infiernos del tenis. Una lesión, varias recaídas, diez meses parado y un regreso sin focos ni victorias. Pero Thiem cada vez se parece más a Thiem y eso es una buena noticia para él y para el tenis.

"Es mi mejor partido desde que regresé", celebraba el lunes por la noche, todavía sin pasar por la ducha, tras vencer al portugués Joao Sousa por un inapelable 6-2 y 6-0 en la primera ronda del ATP 250 de Gijón. Es la victoria más contundente del austríaco de 29 años desde que volviera a competir a finales de marzo.

Thiem se convirtió en 2020 en número tres del ranking mundial. Solo Novak Djokovic y Rafael Nadal estaban por delante de él. Era el mejor de los mortales. Aquella ganó el US Open y llegó a las finales del AusOpen y de las ATP Finals. Era la gran alternativa. Pero aquello le desgastó física y emocionalmente: en 2021 no logró encontrar su tenis y decidió descansar en varios torneos importantes. Y en junio llegó el gran golpe: durante el Mallorca Championships sufrió una lesión en la muñeca derecha, su mano buena. Concretamente, un "desprendimiento de la vaina posterior del lado cubital", según el parte médico.

Thiem no es Nadal

Iba a estar fuera del circuito "unas cuantas semanas", pero al final fueron diez meses. Tras varios intentos fallidos de volver, reapareció a finales de marzo de este año en el Challenger de Marbella y perdió ante el número 228 del ranking ATP. Sus siguientes seis partidos también acabaron en derrota.

 Cayó al puesto 352 de la clasificación mundial y no fue hasta julio cuando empezó a saborear triunfos. Esos primeros gramos de confianza llegaron en su superficie predilecta, la tierra batida. Y en las últimas semanas ha competido de tú a tú contra dos de los mejores tenistas del circuito, el polaco Hubert Hurkacz y el croata Marin Cilic.

A Gijón llegaba como uno de los grandes reclamos del torneo, que se estrena este año en el calendario ATP. En su primer encuentro no defraudó. "Estoy sano desde hace mucho tiempo, la muñeca está bien", señaló Thiem el lunes por la tarde. "He estado diez meses fuera y me ha costado coger el ritmo, pero en las últimas semanas he podido aumentar el nivel en entrenamientos y en los partidos. Estoy en la buena dirección".

Actual número 165 de la ATP, Thiem no es el primer ni el último tenista que sufre una grave lesión que le aparta meses de las pistas. Su caso entra en toda lógica y ejemplifica todo lo que cuesta levantarse tras caer, lo que se tarda en recuperar la confianza y el ritmo. Pero también demuestra una cosa: que los Nadal, Federer y Djokovic están hechos de otra pasta. Esos jugadores capaces de estar meses lesionados, volver y ganar un Grand Slam casi sin pestañear.