Surrealista imagen en Estoril: pierde un polémico punto por un grito desde la grada… y tras el fallo del rival

El Open de Estoril ha dejado una de las imágenes más surrealistas de la temporada en el mundo del tenis. Y no se trata de un punto inverosímil o de una dejada imposible. Ha sido una instantánea para la polémica en el duelo entre el tenista local Nuno Borges y el chileno Cristian Garín en el partido de cuartos de final del torneo luso.

Ocurrió durante el sexto juego set del choque. Garín ya se había anotado la primera manga (6-3), pero estaba en problemas con 2-3 en el marcador a favor del luso. En ese momento, con bola de break en contra, el chileno golpeó desde el fondo de la pista y la bola botó fuera de la línea de fondo. El juez de línea no cantó nada, pero sí lo hizo un aficionado desde la grada, provocando la confusión de Borges.

El luso reaccionó y devolvió la bola al campo de su rival. A renglón seguido Garín conectó un revés que volvió a irse fuera. Es decir, dos bolas malas de Garín… que finalmente terminó llevándose el punto ante la sorpresa del público y el asombro de Borges, que no daba crédito a lo que acababa de pasar.

El tenista portugués se volvió al juez de silla para protestar por todo lo que acababa de suceder. Primero argumentó que no había golpeado bien la bola porque desde la grada habían cantado 'out' y se había despistado, a lo que el árbitro contestó que él no podía hacer nada al respecto y que no podía repetir el punto. "Pero no es mi culpa", espetaba Borges, mientras aumentaba su enfado ante la explicación del juez, cuyo argumento es que no podía repetir el punto.

Garín, que en ese momento perdía 2-3, terminó llevándose el punto y salvando su servicio para después llevarse también segundo set. Y con él el choque y el pase a las semifinales del torneo de Estoril, ante el enfado de la afición local y la desesperación de un Borges que no entendía lo que acababa de pasar.

"Salí de la pista sin entender el criterio del árbitro. Él sabe que cometió un error. No tenía ningún sentido. El punto no debería detenerse porque alguien entre la multitud grite", señaló Borges tras perder el partido. Por su parte, Garín defendió su victoria en sala de prensa. "Detuvo el punto. Yo también me detuve. No sé si es mi punto o si deberíamos repetirlo. Necesito comprobarlo. Lo comprobaré más tarde. Después de eso, el ambiente era una locura".