¡Insólito! Hurkacz ejerce de villano y le pide a Dimitrov que cambien a la jueza de silla

No ha sido el mejor Roland Garros para el número ocho del mundo. Primero, las lluvias, que han obligado a Hubert Hurkacz a jugar cinco días consecutivos tras verse aplazados sus partidos en segunda y tercera ronda. Segundo, su despedida del torneo, derrotado ante el búlgaro Grigor Dimitrov y con una acción insólita por parte del polaco: pedirle a su rival que cambien la jueza de silla.

Ocurrió en el tercer set, después de tres horas de juego, momento en el que Dimitrov iba a sacar para mantenerse en el juego (el partido iba 6-7, 4-6, 6-5 a favor del búlgaro). Hubi interpeló a la jueza de silla y entonces llegó su inaudita proposición:

- ¿Quieres continuar con la jueza o quieres cambiar?

- ¿Cambiar qué?, decía Dimitrov, desconcertado.

- ¡La jueza!

Y todo ante la mirada de la árbitra.

Perplejo, el búlgaro rehusó... Pero después se acercó a su contrincante para convencerle de que siguiera jugando.

¿Y por qué estalló Hurkacz? Porque la jueza había cantado fuera una bola que él aseguraba que había entrado. Pidió varias veces la presencia del supervisor, criticó a la árbitra y terminó apelando a la compasión de su adversario... sin éxito.

El partido terminó con victoria de Dimitrov en el tie break del tercer set con un marcador final de 7-6 (7/5), 6-4, 7-6 (7/3).

El búlgaro consiguió su primera pase a cuartos de Roland Garros. Hubi, en cambio, seguirá un año más sin superar el techo de octavo, aunque en esta ocasión sí ha conseguido destacar: ha protagonizado una de las acciones más surrealistas sobre la tierra batida parisina.