ROLAND GARROS

Competir con menstruación en un Grand Slam: "Afecta a la energía, a la chispa y al estado de ánimo"

Las españolas Sorribes y Bolsova explican las consecuencias de jugar con la regla. Wimbledon permitirá por primera vez prendas oscuras debajo de las faldas y pantalones blancos.

Sara Sorribes golpea una derecha en Roland Garros. /EFE/EPA/TERESA SUAREZ
Sara Sorribes golpea una derecha en Roland Garros. EFE/EPA/TERESA SUAREZ
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.- El miércoles por la tarde, en París, a Aliona Bolsova le bajó la regla.

El jueves por la mañana, a las 11:00, puntualidad británica, la tenista española saltaba a la pista 13 de Roland Garros para disputar su partido de segunda ronda. Lo compitió, pero acabó cediendo por 6-3 y 6-4 con la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova.

"Muy contenta no estoy", dice resignada. "Pero es algo que, como mujer, todas las deportistas tenemos este factor extra que los hombres no tienen", responde a Relevo minutos después de su derrota en los pasillos de la Philippe Chatrier, con el pelo todavía húmedo de la ducha. Este jueves ha entrado en vigor en España la ley que permite a las mujeres atenerse a una baja médica en caso de reglas muy dolorosas.

"Un día noto una bajada de energía bastante grande y otro día una subida de energía muy grande que también tengo que controlar"

Sara Sorribes Tenista española

Lo que le ha ocurrido a Bolsova este jueves, tener que competir con los dolores y las incomodidades del periodo, es algo muy habitual en el tenis. Además, a diferencia de otros deportes como el fútbol, en los que se juegan uno o como mucho encuentros a la semana, en el tenis una jugadora puede verse obligada a salir a pista durante tres o cuatro días seguidos en los torneos WTA. En los Grand Slam, gestionados por la Federación Internacional, tienen un día de descanso entre partido y partido.

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«Aún no se sabe lo suficiente sobre el tema»

Con torneos todas las semanas, es cuestión de probabilidad que tarde o temprano te toque jugar con la menstruación. "Yo tengo suerte porque tengo una muy buena menstruación. No tengo muchos dolores, no me afecta mucho. Es cierto que un día noto una bajada de energía bastante grande y otro día una subida de energía muy grande que también tengo que controlar", cuenta Sara Sorribes, de 26 años, tras clasificarse a tercera ronda.

"Tengo una menstruación bastante regular, bastante normal, sin muchos dolores. A mí no me cambia demasiado", añade la tenista, que ha pasado un calvario en los últimos seis meses. Pero, ¿y qué hace si tiene que jugar un partido uno de esos días en los que nota una bajada de energía? "Pues rezar", responde sin pensárselo. "Yo sé que necesito jugar más atrás o calentar más tiempo para intentar encontrar la sensación de jugar más lento. Jugar uno de esos días marca mucho. Hay que aceptarlo, saberlo y decir: 'Hoy me toca esto, ya me tocará otra cosa'".

Bolsova cree que se deberían hacer más estudios sobre la menstruación. "Aún no se sabe lo suficiente sobre el tema. Se está empezando a hacer estudios sobre los efectos en las hormonas durante todo el mes. La regla nos afecta mucho a nuestro día a día, al estado de ánimo, a la energía, a la chispa, al hecho de cómo nos recuperamos", abunda la española de origen moldavo. "Yo al menos me conozco a mí y sé qué tengo que hacer cuando me siento así anímica y físicamente. Dentro de las circunstancias, hago la mejor preparación que puedo".

Muguruza, toda de blanco, tras ganar el torneo de Wimbledon en 2017.  REUTERS/David Ramos/Pool
Muguruza, toda de blanco, tras ganar el torneo de Wimbledon en 2017. REUTERS/David Ramos/Pool

Wimbledon cambia su código de vestimenta por la menstruación

Al margen de los dolores y las consecuencias físicas de la menstruación, en Wimbledon, la catedral del tenis, se añadía siempre un problema más: la ropa blanca. El torneo ha obligado históricamente a las jugadoras a vestir de blanco entero, incluidas las mallas que llevan debajo de las faldas o los pantalones. Sin embargo, en este 2023 ha cedido y por fin las tenistas podrán llevar mallas del color que quieran.

"Es un avance, claro que sí. Todo lo que puedan ayudar a las mujeres se agradece un montón", explica Sorribes al respecto. Bolsova agrega: "Es un alivio, ya no me tengo que estresar más por si me ve la ropa manchada. Además, depende de la prenda que lleves con todo de blanco se marca mucho el culo y a mí me incomodan esas cosas. Yo estoy aliviada".