ROLAND GARROS

La tensión y los calambres frenan a Alcaraz a las puertas de la final

El español sufre calambres en las piernas y el brazo derecho al inicio del tercer set y se despide en semis. Djokovic peleará el domingo por su 23º título de Grand Slam.

Carlos Alcaraz, durante su semifinal de Roland Garros 2023 ante Novak Djokovic. /REUTERS
Carlos Alcaraz, durante su semifinal de Roland Garros 2023 ante Novak Djokovic. REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.- Carlos Alcaraz se agacha, se toca las piernas y las estira. La sonrisa se le borra, su cuerpo se desploma. No puede con la presión de medirse a un gigante: el español se despide de las semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1, vuelve a encender las alarmas por su físico y deja al serbio a un paso de la historia.

"¡No puedo, no puedo!", le grita Alcaraz a su box después de ser tratado en el 1-1 del tercer set por el médico del torneo. Tiene las piernas acalambradas. Los gemelos, los muslos e incluso el brazo derecho. Hace un calor sofocante, un día bochornoso en París y en la pista Philippe Chatrier hay una tensión gigantesca, con Alcaraz en sus primeras semis de Roland Garros. El médico le masajea la pierna derecha y luego la izquierda, pero nada. No responden. Justo cuando mejor estaba jugando.

Es la tercera vez que Alcaraz se retira de un partido por lesión, después de los cuartos del US Open 2021 y de los cuartos de Paris-Bercy 2022

Tras ceder el tercer set prácticamente sin poder moverse, Alcaraz enfiló el túnel de vestuarios y a su vuelta pareció recuperar algo el tono físico. Esa puerta a la esperanza se cerró definitivamente en el inicio del cuarto set, cuando Nole rompió de inicio y se escapó en el marcador. Un parcial de diez juegos consecutivos para el balcánico cerró un partido con Djokovic desatado y abucheado por celebrar varios puntos con demasiada rabia.

Otra vez el cuerpo frena a Alcaraz

Tenían razón aquellos que se olían una trampa de Djokovic, que pensaban que el serbio tenía escondida una baraja entera en la manga. Hasta semis había estado lejos de su nivel, había pedido el fisio y se había peleado con la grada. "Todavía no ha dado su mejor versión y la va a tener que mostrar", vaticinaba Álex Corretja. ¡Vaya si había engañado el bueno de Nole!

El que salió a la pista central era él, el de siempre, con 36 años, sí, pero el Djokovic que muerde al resto y el que contraataca como nadie. Agarrado también a su primer saque, como siempre, rompió para colocarse 3-1 y salvó después cuatro de pelotas de break para apuntarse el primer parcial. Le costó carburar al murciano, que se vio sorprendido por esa marcha más que había escondido durante todo el torneo.

El partido, más de cabeza que de raqueta, se antojaba como un reto inédito para Alcaraz. Él está acostumbrado siempre a ser el tenista que manda, el que elige el ritmo. Hoy le tocó remar y estar a merced del rival. Lo comprendió y salió al segundo set muy concentrado, esperando su oportunidad.

Ésta llegaría justo después de que Djokovic pidiera el fisio por problemas en el antebrazo derecho con 3-3 en el marcador. Alcaraz rompió, pero entregó después su saque y necesitó cuatro bolas de set para cerrar el segundo parcial y empatar el encuentro. Empezaba un partido nuevo. Y más después de lo que ocurrió en el 1-1 de la tercera manga, cuando el cuerpo de Alcaraz dijo basta.

Es la tercera vez que Alcaraz se retira de un partido por lesión, después de abandonar en los cuartos del US Open 2021 por problemas en el muslo y de dejar la pista en los cuartos de Paris-Bercy 2022 por una rotura abdominal.

Djokovic, por su parte, tendrá el domingo el partido por el que lleva peleando muchos años. Si gana a Casper Ruud, conquistará su 23º Grand Slam y desempatará en lo más alto de la lista histórica con Nadal.