Jannik Sinner también recurre en Australia a la moda del jugo de pepinillos
El jugador italiano utilizó el líquido para ahuyentar los calambres cuando el partido se extiende más de lo debido.

Los secretos duran poco en el deporte, especialmente los remedios que parecen mágicos para mejorar algo en cuestiones físicas. Sirvan o no, porque no siempre lo que se les ocurre a los deportistas o a sus preparadores es tan mágico como parece. Del mismo modo que en el fútbol se ha puesto de moda hacerse agujeros en las medias, en teoría para evitar que se sobrecarguen los gemelos, en el tenis no eres nadie si no echas mano del jugo de los pepinillos.
En este caso se toma el avinagrado y verdoso líquido para tratar de evitar los calambres en los partidos largos. Llamó la atención que lo tomase la pasada temporada Alcaraz en varios momentos, algo que se entendió casi como un elixir imbatible porque el murciano ha demostrado siempre que es especialmente fuerte cuando el partido se va a cinco sets. Ahora en Italia también se señala el mejunje como una de las claves para el tremendo desempeño de Sinner en los últimos meses.
El momento exacto en el que lo necesitó fue en el tercer set, donde sumó a los pepinillos la entrada de su masajista para ayudar a descargar unos músculos baqueteados por el paso de los puntos. "El momento era crucial cuando Jannik se hizo el masaje. Al mismo tiempo, Ulises Badio teleguiaba desde su palco el movimiento de su colega en la pista, le indicaba con las manos como masajear la preciosa musculatura que el fisio argentino ha conocido estos meses. No es solo el tratamiento manual, decisivo en este caso, sino que se pudo ver a Sinner bebiendo también un líquido verdoso, el preciado —y según muchos, repugnante— jugo de pepinillos", desarrollaba una pieza de La Gazzetta dello Sport sobre el momento en el que Sinner despegó definitivamente hasta la final el Melbourne.
"Es la misma medida que se vio beber a Alcaraz en su batalla en la semifinal infinita del último Roland Garros. La bebida que Medvedev define como 'desagradable pero útil' y que contribuye a reducir la sensación de rigidez muscular. El sodio en el jugo de pepinillos puede bloquear el reflejo nervioso que causa los calambres", añade el diario deportivo italiano.
Los nutricionistas creen que, en este caso, no hay placebo sino un aporte real al deportista. No es necesario siquiera beberse el elemento, basta con enjuagarse con él, porque activa las papilas gustativas y estas mandan señales a los músculos que los relajan y permiten evitar durante un periodo corto los calambres.
De hecho, cada vez se investiga más sobre la capacidad del jugo de pepinillo, formado fundamentalmente por vinagre, e incluso empresas como Scientiffic Nutrition investigan la manera de hacerlo menos desagradable, más refinado y útil.