OPEN DE AUSTRALIA

Djokovic sufre más de la cuenta para seguir batiendo récords en Australia

El número 1 del mundo se impone en cuatro sets a Dino Prizmic, joven promesa croata de 18 años, que exige lo máximo al serbio.

Novak Djokovic felicita a Dino Prizmic tras su partido./Efe
Novak Djokovic felicita a Dino Prizmic tras su partido. Efe
Guillermo García

Guillermo García

Novak Djokovic y Open de Australia. Dos palabras que van de la mano y que se han convertido en un binomio casi perfecto como demuestran las 29 victorias seguidas que acumula el número 1 del mundo en el Grand Slam oceánico. La última, que sirve para abrir la defensa del título conquistado en 2023, llegó con más sufrimiento del esperado ante un joven Dino Prizmic que tiró de descaro y potencia para poner al serbio contra las cuerdas.

Y eso que nada apuntaba a ese desenlace tras la primera manga. Un set muy cómodo en el que Djokovic mostraba las diferencias entre el número 1 del mundo y el número 178. Una primera manga en la que el tenista croata no encontraba fisuras en el juego de Nole, que en apenas 42 minutos se apuntaba el primer tic en su casillero. En ese momento nada hacía presagiar lo que estaba por venir.

Prizmic, con apenas 18 años, se sacudió los nervios de su estreno en un Grand Slam y empezó a soltar el cañón que tiene por brazo derecho y ni siquiera sus problemas físicos en la pierna derecha le frenaron en un segundo set que tardará mucho en olvidar. Poco a poco fue conectando ganadores y fue creciendo en confianza hasta romper el servicio del serbio en el cuarto juego.

Un resultado que le hizo ganar en confianza mientras minaba las resistencias de un Djokovic que no podía creer lo que estaba pasando. Prizmic resistía ante los golpes del serbio y llevó el segundo acto al tie break. Un territorio donde supo manejar la presión y aguantar cuando Nole levantó cuatro puntos de set en contra, aunque no pudo con el quinto y Prizmic llevaba las tablas al marcador.

En el tercer set las cosas parecían ir por los mismos derroteros cuando Prizmic rompía de nuevo el servicio en el quinto juego. 3-2 a su favor y saque. Fue en ese momento cuando Djokovic activó el modo ciclón y parecía dispuesto a cerrar el choque por la vía rápida. El serbio encadenó ocho juegos consecutivos para hacerse con la tercera manga y poner el 4-0 en la cuarta.

Prizmic, para el que Djokovic pidió el aplauso al final del choque, todavía tenía muchas cosas que decir. Donde otros habrían hincado la rodilla, el croata sacó genio y caracter para volver a meterse en el partido y llevar al ganador de 22 Grand Slams al límite, hasta el punto de necesitar hasta seis bolas de partido para cerrar un choque que fue de todo menos plácido para él.

Un partido en el que el gran favorito al triunfo final sumó su victoria número 90 en Australia y es el tenista con más victorias consecutivas en primera ronda de los Grand Slam con 68. Números con los que Djokovic aumenta su leyenda en su torneo fetiche. Y eso que su rival le "hizo correr para ganar su dinero" como admitió el serbio tras un choque en el que necesitó de su mejor tenis para sobrevivir.