Alcaraz busca al mejor Alcaraz: "Por mi salud y la de mi equipo es importante que juegue mejor un poco antes"
El español salió contento de la victoria contra Fils en Montecarlo, porque entiende que no hay nada más relevante que saber sufrir.

Carlos Alcaraz se iba hasta las publicidades para restar los servicios que preparaba Fils. Y eso que era en tierra, donde todo se ralentiza y los puntos permiten un poco más de sosiego. Nunca es fácil enfrentarse a un bombardero, y en muchas ocasiones la mejor opción es la paciencia, esperar que los kilómetros hora empiecen a ser más humanos y ahí tratar de imponer el propio talento. Es verdad que la paciencia, por más valorada que esté en la sociedad, no deja de ser un fastidio. Si se puede resolver la cosa rápido, mejor que mejor.
Alcaraz asume que sería mejor ir paseándose por el circuito, pero si no se da, como fue el caso, nada mejor que ganar. "Por mi salud y la de mi equipo es importante que juegue mis mejores puntos un poco antes. Mi equipo y mi padre me decían que les iba a dar un infarto si seguía así", explicaba el español después del partido, ya en la sala de prensa.
Unos cuartos de final en un torneo de este calado ponen dificultades, por más que uno quiera pasearse por la pista, es posible que no lo consiga. El desgaste partido tras partido forma parte del tenis, y Alcaraz entiende que gestionar eso es, precisamente, lo que te permite da un salto de nivel. Sufrir, que quizá no es el verbo que más se asocie con el español, un talento como pocos, con una fluidez tremenda, pero que también es importante si quiere sacar los mejores resultados.
"Los campeones encuentran el nivel cuando lo necesitan. Hubiera querido estar a un gran nivel desde la primera bola pero en este deporte jugamos dos horas o dos horas y media y mantener ese nivel tanto tiempo es una de las cosas más difíciles en este deporte", explicaba el jugador.
Ha ganado cuatro grandes, así que no hay espacio para la duda, él forma parte de ese elenco de campeones. Explica que hubo un momento en el partido en el que fue, por fin, capaz de encontrar su mejor versión, aunque también se da a veces al contrario, el caso de jugadores que sin su mejor versión son capaces de agarrarse a la pista y empujar a los límites al rival. Algo de eso hubo también contra Fils.
"Estuve cerca de perder. A un punto en el segundo set. Fue muy duro porque Fils mostró un nivel bastante alto. Golpea a la pelota con una fuerza increíble y es uno de los jugadores más físicos", razonaba el murciano al terminar su labor. Fils, que es más joven que él, es un tenista a tener en cuenta, muy capaz de sacar a bolazos a su rival de la pista. Un juego bastante espectacular que obligó a Alcaraz a sobrevivir en no pocas ocasiones, pero un poco de eso también se trata.
En su discurso, Alcaraz cuentan una de esas cosas que son difíciles de explicar, pero que existen. Se puede no estar bien pero, a la vez, jugar bien: "No ofrecí mi mejor tenis pero jugué bien. En algunos momentos cometí errores en el primer o segundo golpe del intercambio. Me mantuve siempre, eso fue lo mejor que hice. Fue uno de los partidos más difíciles de la temporada".
Se marchó, eso sí, con una sonrisilla en la cara, porque se trata de un ser humano muy feliz, lo pone bastante fácil. También porque ganó, claro, porque la alegría de un deportista, la sensación del deber cumplido, no llega tanto cuando se juega bien como cuando se gana. "Es genial encontrar un buen nivel cuando lo necesites. Hubiera querido jugar así el partido completo pero a veces me enfrento a un rival que juega mejor y hay que aceptarlo, correr y seguir", reflexionó.
Carlos Alcaraz nunca había ganado un partido en Montecarlo antes de este 2025, pero ese dato habla más de su edad, incluso de su inexperiencia, que de su tenis. Ahora toca Davidovich, que viene jugando muy bien y es amigo, pero si Alcaraz sabe encontrar su mejor versión, si es capaz de dejar todo lo de alrededor y plantarse en la pista ¿cómo se gana a un gran campeón?