La nueva vida en Francia de Gavin Van den Berg, el jugador que privó a España del Mundial, a la espera de que la justicia resuelva su futuro
La Selección fue descalificada del Mundial de 2023 por alineación indebida del sudafricano en varios partidos de clasificación.
Todavía hay muchas preguntas sin responder en torno a todo lo que privó a España de estar presente en la pasada Copa del Mundo de rugby. Por ejemplo, queda por conocer una cuestión sin relevancia jurídica como es saber quién fue la persona que prendió la mecha para que la Selección fuera descalificada, o sea, el chivato, y una duda jurídica: comprobar si Gavin van den Berg fue autor material o cómplice de la falsificación de la fotocopia de su pasaporte o si, por el contario, fue una víctima más de este embrollado asunto. El caso es que, tras el escándalo, el jugador sudafricano tomó las de Villadiego. Un buen día se supo que estaba con los portugueses del Benfica y esta temporada ha reaparecido en Aubenas, una localidad francesa de 42.000 habitantes equidistante de Lyon y Marsella.
Su nuevo equipo está en el grupo 1 de la Nationale 2 (cuarta división francesa) y va octavo; esto es, en la zona media de la tabla sin grandes aspiraciones de ascender la próxima temporada. De haber podido ser cabeza de león con España jugando un mundial ha pasado a ser cola de ratón en un modesto club francés que en sus mejores años llegó a militar en la PROD2 (segunda división). Esta temporada se ha enfrentado a dos ex del XV del León que juegan en su misma competición: Adrien Aiestaran (Orleans) y David González (Nimes). Este verano estuvo a punto de verse las caras con el CO Berre XV en el que milita el excapitán del XV del León, Fernando López, pero el argentino no llegó a jugar. "No coincidimos de milagro, porque si me cruzo con él en el campo seguro me sacan tarjeta roja", afirma.
Y es que López fue uno de los jugadores que sacrificó haber podido jugar con la élite en Francia por estar en la Selección. "Sabía que si fichaba por un grande no me iban a dejar venir y mi sueño desde pequeño ha sido siempre jugar un Mundial". Ese sueño se lo robaron dos veces en los despachos. Todavía se encoge de hombros cuando se le pregunta qué ocurrió con Van den Berg. La primera noticia la tuvieron en febrero de 2021 por un tuit escrito en inglés que aludía ya a la falsificación de los documentos del sudafricano. La respuesta de la Federación, a través de su manager José Manuel Pérez Corchado, Sevi, fue que se tranquilizaran, "que seguramente era una cosa de los rusos para desestabilizarnos". A López no le extrañó aquella explicación. Sabe cómo se las gastan en países como Rusia o Rumanía. "Entra un tío borracho en el hotel para insultarnos, el autobús llega una hora más tarde y nos da una vuelta por toda la ciudad o nos hacen jugar en un campo al lado de tanques oxidados cuando tienen otro mucho mejor".
Lo que no puede olvidar el excapitán es el día que celebraron en Madrid la clasificación para la Copa del Mundo tras el partido contra Portugal. En el vestuario estaban Van den Berg, José Ignacio Inchausti, que ha reconocido ante el juez su participación en la falsificación del pasaporte del exjugador de Alcobendas, y varios dirigentes de la FER. "Allí estaban todos festejando cuando ya sabían la cagada que habían hecho". A partir de entonces se hizo la oscuridad. Nadie les ha llamado a día de hoy para pedirles excusas o darles una explicación plausible. Todo son rumores. Se habla de que el chivato pudo ser un jugador rumano que estaba en Alcobendas. "Al final todos decían que en ese club y en otros se falsificaban papeles a los jugadores", afirma. Pese al oscurantismo federativo, López exculpa al anterior presidente, Alfonso Feijoo. "Él era la cabeza visible de todo aquello pero no el culpable". De aquel desastre responsabiliza "a las dos personas que se encargaban de los temas de elegibilidad".
En el grupo de afectados estaba también el jugador del Cisneros, Gonzalo Vinuesa, que con 21 años era, probablemente, el benjamín. Como él mismo reconoce, aún no era una "pieza clave" de aquel equipo. De los diez partidos clasificatorios solo había disputado los dos contra Georgia, el último de ellos cuando ya estaban clasificados para la Copa del Mundo. "Me quedé destrozado cuando nos dieron la noticia porque me imaginaba haber sido parte de un equipo que iba a ir a un Mundial, y no hay palabras para describir todo lo mal que lo pasamos". Vinuesa recibió las primeras alertas de una posible descalificación por las informaciones que publicaron algunos medios argentinos y que se compartían en el grupo de WhatsApp en que el que, curiosamente, también estaba Van den Berg. La respuesta, siempre a través del manager de la Federación, fue que "estuviéramos tranquilos porque alguien quería meter mierda".
Cuando la cosa empezó a ponerse fea vino el apagón informativo por parte de la Federación. Ni el expresidente ni ningún otro alto cargo federativo comentó nada con el joven apertura del Cisneros. "Hubo un punto en que todo el mundo miraba por salvar su culo y nadie quería dejar nada por escrito". Afirma que, aludiendo a temas legales, les ocultaron muchas cosas para al final presentar recurso de apelación a World Rugby por el tema de la descalificación "que fue una puta vergüenza". Trasluce también un punto de amargura cuando habla de Inchausti, a quien desde entonces solo ha visto "en dos o tres ocasiones" cuando acude a ver los partidos del segundo equipo de Cisneros a Soto del Real. Ni le habla ni le mira. "Es que no quiero intercambiar ni una mirada con él", asegura.
El tiempo no cura siempre todas las heridas. Difícil de olvidar aquella cadena de despropósitos. Sin embargo, existen pruebas que podrían demostrar que el pilier sudafricano podía estar al tanto de todo. El 16 de noviembre de 2021 el jugador y su entonces compañero de equipo Jano Cherr intercambiaron varios whatsapps en los que se referían a la posibilidad de amañar su pasaporte. También existe la declaración de Sevi, y una posterior denuncia, en la que afirma que Van den Berg le confirmó por escrito en un hotel de Guadalajara que cumplía todos los requisitos para ser seleccionable. Y es que, incluso, llegó a firmar de su puño y letra su Declaration of player´s Elegibility. Por aclarar las cosas, lo que se investiga es quién o quiénes falsificaron los documentos, y no quiénes pudieron estar al corriente de cualquier tipo de irregularidad.
Aquí empieza el rosario de fallos que han permitido que Van den Berg pueda estar ahora jugando en Francia. Aquella denuncia de Sevi culminó en agosto de 2021 en una propuesta de sanción de 3.000 euros y una inhabilitación de cinco años. Su abogado se movió rápido. Al ver que se había abierto una causa penal contra su cliente, pidió que se suspendiera la sanción. Cuando la Federación portuguesa solicitó el transfer del jugador, ya no pesaba castigo disciplinario alguno, ni la juez le había imputado aún. Posteriormente, los nuevos dirigentes de la FER, que está personada en la causa como acusación particular, pidieron a la juez que el pilier sudafricano pasara de testigo a imputado por haber facilitado información "inexacta" sobre su documentación. Lo consiguieron, pero ya era tarde.
Van den Berg, por su parte, siempre se ha mantenido firme. En su comparecencia ante la instructora afirmó que no tenía constancia de que alguien hubiera falsificado la fotocopia de su pasaporte a instancia suya, y mucho menos que hubiera participado en ese hecho delictivo a pesar de ser el gran beneficiado. El sudafricano parecía tan ajeno a los acontecimientos que ni siquiera la propia Fiscalía de Madrid le incluyó en su primera denuncia. Tal vez la suerte haya perseguido siempre a Van den Berg para salir airoso de este trance. Al menos, esa impresión da hasta la fecha. Aunque también cabe la posibilidad de que dijera la verdad en sede judicial. In dubio pro reo, que suelen decir los juristas.
World Rugby siempre le creyó a pies juntillas. Tan es así, que cuando le exhibieron el documento manipulado durante su comparecencia su comentario fue: "su reacción fue una mezcla de sorpresa y conmoción". Por si fuera poco, calificaron de "franca" su segunda declaración exculpatoria. Cabe recordar que en su primer escrito de alegaciones a World Rugby tras la sanción, la antigua FER parecía haber comprado el relato del sudafricano y trasladó toda la responsabilidad a Alcobendas. La respuesta del máximo organismo del rugby mundial fue bastante elocuente. Rechazó de plano las pretensiones de la FER y recordó que ya era la tercera vez en cuatro años que España transgredía las normas de elegibilidad.
Una vez analizados argumentos de World Rugby, la FER modificó su estrategia y optó por señalar a Van den Berg como el único muñidor del entuerto. Para ello publicitó la consecución de nuevas pruebas que podrían dar un giro al caso de 180 grados. La más relevante hablaba de varios pantallazos de WhatsApp (no la totalidad de la conversación) entre el jugador sudafricano y Cherr. El máximo organismo del rugby mundial volvió a ser contundente y ni siquiera revisó las nuevas pruebas. Responsabilizó a la comisión de elegibilidad por depositar una confianza "absoluta" en la documentación falsificada que le entregaron del jugador lo que, en su opinión, demostró una "ceguera deliberada" a la hora de consultar a cualquier otra fuente, "incluido el jugador". Además, le echaba en cara haber sido incapaz de reunirse con el jugador para saber de primera mano si había cumplido o no los plazos de residencia en España o las razones de sus ausencias.