La jugada maestra de Carlos Sainz se fraguó tras 4 horas de cónclave; 30 segundos regalados y una noche lejos de Al Attiyah
La estrategia del equipo Audi y el piloto español ha sido clave para pasar la 48h Chrono en lo alto de la general. Lo analizamos.

Riad.- Bailar entre dunas como lo han hecho Carlos Sainz y Lucas Cruz en estos dos últimos días no solo es cuestión de arrojo, decisión, pilotaje brillante y navegación precisa. Detrás del liderato con el que llegan los españoles de Audi a la jornada de descanso hay varios detalles que conforman un episodio que puede haber supuesto la primera piedra del cuarto Touareg para ellos y el primero de toda la historia para un vehículo propulsado con motores eléctricos.
Todo se coció en la tarde del pasado martes, en las carpas casi espaciales que la marca de los aros ha utilizado desde su desembarco en las arenas del desierto, según ha podido saber Relevo. En un rincón del vivac de Al Hofuf -una de las principales productoras de dátiles a nivel mundial-, el ingeniero de Sainz y Cruz, Joan S. Navarro; el piloto; el copiloto y los dos responsables del proyecto dakariano de la marca alemana -Rolf Michl y Sven Quandt- pusieron encima de la mesa las opciones estratégicas para los siguientes tres días.
El cónclave duró alrededor de cuatro horas y en ese intervalo de tiempo el ingeniero pidió a Sainz y a Cruz ponerse en la piel de cada rival directo en la general. Los españoles intentaron pensar como Yazeed Al Rajhi, Sébastien Loeb y Nasser Al Attiyah, pero también como sus dos compañeros de equipo, Mattias Ekström y Stéphane Peterhansel. El objetivo: imaginarse qué haría cada uno en esa situación y tener así "todas las cartas sobre la mesa".
Una vez recreada la decisión de cada uno de sus rivales, planificaron una respuesta para cada uno de los escenarios para estar así preparados ante cualquier situación. Finalmente, optaron por perder tiempo en la etapa 5 del miércoles, parándose durante tres minutos justo antes de cruzar la meta, con el objetivo de salir retrasados al inicio de la especial 48h Chrono y aprovecharse de las trazadas de los de delante.
Por el contrario, Al Attiyah optó por una jugada que parecía suicida y que Sainz y Cruz no hubiesen tomado nunca. Ganó el miércoles y salió abriendo pista a la 48h Chrono, en el mar de dunas del Empty Quarter -un terreno que el catarí domina-. Incluso llegó a reconocer ante un grupo reducido de medios, entre los que estuvo Relevo, que no perdería más de "10 o 15 minutos" abriendo pista y que "los demás no están pensando en el día después de la jornada de descanso, que será clave".
La realidad golpeó de bruces a Al Attiyah en un escenario que es como el patio de su casa. Se dejó 24 minutos en los primeros 402 km del jueves y sufrió la rotura de un cojinete de la dirección este viernes, en cuya reparación (camión de asistencia en carrera mediante) perdió la friolera de 2h45. Prácticamente Game Over para él, que ahora, asegura, intentará ayudar a Loeb a ganar el rally por primera vez.

El nueve veces campeón del mundo de rallies fue aún más allá y optó por penalizar 15 minutos al saltarse un punto de paso (way point), después de haber pensado en "escondernos detrás de una duna". Pero el francés no ha logrado en estos dos días compensar los 12 minutos que perdió con Carlos Sainz y, aunque gana posiciones gracias a los descalabros de Al Attiyah y Peterhansel, está a 29:31 del español.
30 segundos que pueden valer mucho
Pero la estrategia de Sainz y Cruz no se detuvo ahí. Después de completar unos primeros 402 km entre las dunas del Rub Al Jali sensacionales, precisos y sin errores, llegaron al punto de descanso D, donde tenían 40 minutos de repostaje antes de continuar en carrera. Pero entraron a las 15:19 hora local, por lo que podrían haber salido antes de que sonase el "gong ficticio" que obligaba a los pilotos a pararse en el siguiente punto de descanso.
En cambio, optaron por los regalar 30 segundos que quedaban antes de que se cumplieran las 16.00 de la tarde y así evitarse conducir al atardecer los siguientes 33 km hasta el punto de descanso E, adonde sí llegaron Al Attiyah, Mattias Ekström y Guerlain Chicherit.
"La estrategia nos ha funcionado. Hemos tenido una reacción buena para salir atrás e intentar recuperar tiempo y nos ha salido bien. Ayer penalizamos 30 segundos al llegar al vivac D para quedarnos ahí y poder tener la arena más compacta y fresca en las dunas a la mañana siguiente. Además de para aprovechar que habría una luz más clara que al final de la tarde. Ha sido una etapa muy exigente, con muchas horas de coche y conducción con unas condiciones bastante lentas, con muchas dunas y era muy fácil encallar el coche. Contentos de recuperar el liderato, pero queda una semana por delante que no será fácil y varias etapas que serán críticas, sobre todo la antepenúltima y la penúltima en cuanto a la gestión de los neumáticos por el riesgo de pinchadas", reflexionó Lucas Cruz tras acabar la jornada y antes de subirse al avión que les trasladará hasta Riad.
Y es que la jugada estratégica les ha valido el liderato del rally, que cogen por segunda vez en lo que va de prueba, con una diferencia de 20 minutos con su compañero Ekström y nada menos que 29 con Loeb. El cuarto, el dúo Moraes-Monleón, ya está a más de una hora. Además, será el francés de Prodrive el que abra pista en la etapa 7 del domingo, con 483 km cronometrados entre Riad y Al Duwadimi, la más larga del rally, con complicada navegación entre cañones y un largo tramo de dunas exigentes al final del día.
De hecho, para David Castera, director del rally, esa es una de las dos etapas marcadas en rojo que quedan en la segunda semana junto con la penúltima, según reconoció a Relevo hace dos meses. Con estrategias así se cimientan las grandes victorias... pero aún quedan 2.385 km de competición por delante.