Los orígenes humildes de Chingotto: de dormir en un coche para ahorrar a ganar títulos junto a Galán
El jugador argentino atiende a Relevo después de ganar el Premier Padel P2 de Sevilla.

Fede Chingotto atraviesa el mejor momento profesional de su carrera. Desde que ha iniciado su aventura deportiva con Ale Galán vive en un sueño del que no quiere despertar. El jugador argentino ha conseguido dos títulos y un subcampeonato en las tres pruebas que ha disputado, los mismos que en el resto de su carrera. Ha encontrado en el exnúmero el complemento perfecto a su juego, tanto es así que ya se habla de ellos como los aspirantes a pelear el trono del pádel mundial a los todopoderosos Agustín Tapia y Arturo Coello.
Después de levantar el título en el Premier Padel de Sevilla, Fede se sienta a charlar con Relevo para repasar cómo ha sido la evolución del Chingotto deportista y persona: "Estoy feliz, contentísimo. Vengo trabajando muy duro, tanto con Ale, como en toda mi carrera, por tratar de sacar mi mejor versión y creo que Galán lo está consiguiendo. Disfruto del día a día y del momento", con estas palabras arranca la charla con el olavarriense. Una sonrisa perenne se refleja en su rostro y brilla con más fuerza que nunca después de conseguir su segundo título consecutivo al lado de 'galántico'.
Pero en la vida deportiva del 'superratón' no todo han sido alegrías. Para llegar donde ha llegado ha tenido que atravesar un camino sinuoso, lleno de dificultades que ha tenido que superar con trabajo y esfuerzo. "He pasado por momentos duros, hemos tenido que remar mucho. Las puertas tardan en abrirse, pero lo importante es tropezar y seguir intentándolo. Luchar, por más que se niegue una, dos, tres, cuatro o quince veces, hay que seguir intentando, seguir creyendo en el sueño de cada uno. Da igual si consigues o no el objetivo, lo importante es llegar al final del día y decir, me vacié, lo estoy intentando todo y eso te va a dejar tranquilo".
«Dormía en el coche para ahorrarme una noche de hotel»
Hoy en día saborea las mieles del éxito, pero en el camino ha habido algunos momentos ingratos que ahora se ven recompensados: "Vengo de una familia humilde, que tuvo que trabajar mucho. Tenían que hacer rifas para poder viajar a los torneos. A veces no podía llegar con antelación porque no me podía pagar una noche de hotel, entonces salía un día antes y en la mitad del camino, dormía en el coche para ahorrarnos una noche. Son anécdotas que llevo conmigo, que son el motor que me impulsa a seguir, a disfrutar el momento y recordar que sigue siendo un juego, que hay que tratar de divertirse lo máximo posible", comenta el jugador argentino.
Para llegar donde ha llegado, tuvo que dejar su casa en Argentina para dar el salto profesional en España: "Fue muy duro, porque a día de hoy toda mi familia sigue en Argentina, pero bueno, también tengo a mi familia española. Gaby me acogió como un hijo, digo que es un segundo padre para mí. También mi preparador físico Martín Pitilla y Juan Restivo, son grandes amigos que los tengo en los momentos buenos y sobre todo en los malos, que es lo fundamental".
«Teníamos que hacer rifas para poder costearme los viajes»
"La carrera del deportista es muy dura e ingrata. Trabajas muy duro, pero eso no significa que vayas a tener un buen resultado. Al final es chocarse una pared constantemente, entonces es un callo que se te va haciendo en la cabeza, que es duro, pero creo que todos los jugadores de alto rendimiento saben que es así. Lo importante es el trabajo, vaciarse, darlo todo y sin esperar un resultado a cambio, sólo hay que disfrutar del camino", asegura Fede mientras echa la mirada atrás.
Ahora disfruta del día a día con Galán, uno de los mejores jugadores del circuito profesional: "Ale me hace la vida más fácil. Es un bicho, estoy supertranquilo porque sé que al lado tengo a un número uno que está en un nivel increíble. Yo me concentro en lo mío, en dar mi mejor versión, en ayudarlo y en hacerlo brillar. Todo el equipo de la academia M3 y Gabi me están sacando el mejor rendimiento de mi carrera, tanto también en la parte física, como en la mental".
«Sé que tengo al lado a un número uno»
En los planes de la pareja no estaba tener tan buenos resultados de una manera inmediata: "No esperábamos que las cosas saliesen tan bien. Han sido tres torneos increíbles. Ahora tenemos que seguir trabajando, hay que pulir muchas cosas. Ha sido un gran comienzo, pero lo importante es mantener esa regularidad. Todavía tengo que sacar mi mejor nivel".
De su boca no salen las palabras 'números uno', prefiere estar centrado en el trabajo del día a día: "Ojalá podamos serlo algún día. Sabemos que es un trabajo muy duro, nuestra expectativa es dar todo lo que tengamos, pero sabemos que tenemos que trabajar mucho. El resto de parejas también lo van a hacer, nos van a estudiar y nos van a poner las cosas muy difíciles. Cada partido del torneo es una final, nosotros lo sabemos y lo encaramos de esa forma, tenemos que seguir así."