La joven promesa que cumple un sueño jugando al lado de Paquito Navarro: "Fue un subidón de la leche"
Pablo Cardona, el nuevo compañero de Paquito Navarro, habla en Relevo sobre su proyecto con el andaluz.
Después de su separación de Juan Lebrón, Paquito Navarro se ha fijado en una de las jóvenes perlas del circuito Premier Padel para iniciar un proyecto a su lado. En el último baile de las parejas estuvo en todas las quinielas sonando para diferentes jugadores. Tiene 19 años, nació en Mérida, pero tuvo que ir a vivir a Madrid para poder cumplir su sueño: dedicarse al pádel profesional. Pablo Cardona atiende a Relevo para hablar de su presente junto al jugador sevillano y de su prometedor futuro.
¿Qué tiene Pablo Cardona para que todo el mundo se fije en él?
Pues no sabría decirte. Yo creo que dentro de la pista le pego fuerte, que a la gente le gusta, y fuera, pienso que caigo bien. Ahora con Paco, que es el más carismático que hay, eso me da un empujoncito también.
¿Qué piensas cuando escuchas que eres de los mejores pegadores del circuito?
Hay gente que le pega muy bien y técnicamente mucho mejor que yo. Tengo la ventaja de ser muy alto y eso me ayuda, pero para mí hay jugadores que le pegan mucho mejor.
¿Cómo se dio la oportunidad de jugar con Paquito?
A principios de año, Paco y yo entrenamos juntos bastantes días porque los dos estamos en Mad4Padel, él con Ramiro Choya y yo con Seba Nerone. Cada vez que iba a entrenar con él me lo tomaba como si fuese una competición, a intentar dar el máximo. Además de entrenar, también compartimos agencia. Sabía que me llevaba un tiempo siguiendo y que existía la posibilidad de que algún día se diese.
¿Cómo fue el contacto para iniciar el proyecto?
Paco se lo dijo a Nerone, siempre hablan con él, yo creo que le tienen mucho respeto. Cuando Seba me lo dijo no dudé. Sabía que en el baile de parejas podía pescar algo. Le decía a Seba a principio del año que Paquito era mi compañero ideal por su estilo de juego.
¿Qué te dijeron tus padres cuando se lo comentaste?
Fue un subidón de la leche, una locura. Mis padres y Javi, mi entrenador de Mérida, son los primeros a los que llamo siempre que hay alguna noticia importante. Imagínate… Me felicitaban y yo les decía que todavía no lo hiciesen, que lo único que tenían era un compañero nuevo. Al final hay que jugar y ganar partidos. La gente de mi entorno estaba superfeliz por verme jugar con Paco.
Eres muy joven, ¿en qué momento te das cuenta de que puedes ser jugador profesional?
Llevo jugando toda mi vida. Siempre he querido ser profesional y sabía que podía llegar a serlo. En 2014, cuando era benjamín, gané mi primer Campeonato de España. Si vas ganando en las categorías inferiores es más fácil saber que puedes llegar a ser profesional.
¿Cómo fue ese momento de dejar tu casa en Mérida para venir a vivir a Madrid?
Cuando estaba en bachillerato ya empecé a jugar previas de World Padel Tour y venía de vez en cuando a Madrid a entrenar en la Academia M3. En el momento en el que terminé el instituto lo tenía muy claro y di el paso de venir a vivir aquí. Mis padres siempre me han apoyado mucho para que viniese e intentase luchar por mi sueño.
¿En el trato personal Paco es tan vacilón como aparenta delante de las cámaras?
La gente lo conoce, pero fuera es todavía peor. Cuando tienes relación personal con él la cosa todavía va a más.
Cuéntame alguna anécdota divertida apta para todos los públicos
En Finlandia, en los dos primeros partidos jugué bastante bien. Me dio por mirar las estadísticas y justo salía con mejores números que Paco, y digo, anda, le voy a meter un poquito el dedo, le enseñé las estadísticas y ahora está todos los días mandándome mensajes de las estadísticas… Me tiene la cabeza quemada.