Baker Mayfield ve la luz tras ser una de las 'víctimas' de Deshaun Watson

Hay carreras deportivas que cambian de la noche a la mañana. Una actuación, un pase, una canasta, un gol, un lanzamiento, un adelantamiento... En cuestión de segundos y sin previo aviso el nombre de alguien salta a la primera plana. Eso le ocurrió ayer a Baker Mayfield, quarterback de Los Angeles Rams y que la pasada madrugada le dio una agónica victoria a su equipo frente a Las Vegas Raiders en la NFL. ¿Por qué es esto tan relevante si es algo que ocurre cada fin de semana? Bueno, el jugador de Austin había llegado apenas 48 horas antes a California.

El año de Mayfield no ha sido sencillo. El quarterback sumaba tres temporadas en los Cleveland Browns marcadas por la irregularidad. Eran muchos los que discutían su talento e incluso ponían en duda de que fuera el indicado para liderar la ofensiva de la franquicia. En continuas conversaciones de traspaso, se quedó sin hueco cuando los Browns firmaron al polémico Deshaun Watson en un movimiento que dio la vuelta al mundo. El titular no tenía sitio y era lógico pensar que saldría del equipo, aunque no fue sencillo.

Watson iba a ser sancionado y era posible que se perdiese buena parte de la temporada, y los Browns no querían tirarla. No fue hasta agosto cuando Mayfield encontró acomodo en los Carolina Panthers, que apenas necesitaron dar a cambio una quinta ronda de draft condicionada de 2024, un precio ridículo por un quarterback titular. Pese a jugar seis encuentros, la franquicia y el jugador llegaron a un acuerdo para la rescisión de su contrato esta misma semana. Y aparecieron los Rams.

Los vigentes campeones de la NFL y que este curso están viviendo un año para olvidar se fijaron en él para reemplazar al lesionado Mathew Stafford. El jugador voló hasta California, firmó el contrato y prácticamente saltó al SoFi Stadium con el 17 de los Rams en el pecho. Es habitual en la liga norteamericana que muchos jugadores cambien de equipo y tengan minutos nada más llegar a su nuevo hogar, pero no tanto en un quarterback, que debe aprender decenas de jugadas y movimientos.

Suplente en el pitido inicial, el comienzo ante los Raiders, cuando saltó al campo por Wolford, fue el esperado para Mayfield, con dudas, malos pases y ejecuciones poco acertadas. Sin embargo, el de Austin se fue rehaciendo poco a poco y lideró la remontada de su nuevo equipo hasta firmar un último drive excepcional. A 15 segundos del final encontró a Van Jefferson para conseguir un touchdown y poner por delante a los Rams. Habían ganado. Mayfield, para que el presente y futuro se estaban tiñendo de negro, acaba de ver una pequeña luz con la que sonreír.