Así edificó su primera Champions el CN Sant Andreu: apuesta por las júniors, "cultura de equipo" y una joya de 17 años
Queralt Anton, de 17 años, fue clave en la final four que dejó al CN Sabadell sin su octavo título europeo.

Gota a gota, el CN Sant Andreu, que hace ya varias temporadas de la mano de Ángel Bernat en la presidencia y de Javi Aznar en la dirección técnica apostó por su sección femenina de waterpolo, se ha convertido en el mejor club europeo. La Champions, la primera de su hsitoria, que ha conseguido este sábado en el Pireo ante el CN Sabadell (8-9), que acumula siete, no solo representa un cambio de ciclo en el waterpolo español, sino de modelo, y confirma también la extraordinaria salud de un deporte que presume de oro olímpico y que es una fuente inagotable de talento como el de Queralt Anton, la autora del último tanto a falta de tres segundos que fue indefendible para el Sabadell. Y que apenas tiene 17 años.
"Somos un grupo joven y muy profesional. Las jugadoras tienen una cultura de trabajo top, saben qué hacer fuera del entrenamiento, son muy sanas y ambiciosas. Lo importante es el equipo", presume Javi Aznar, que esta temporada ya ha alzado la Copa de la Reina, la Champions y persigue una Liga en la que son las favoritas. "Tenemos un grupo muy de club y somos constantes. Sabemos que la clave está en el día a día, en mejorar, en el entrenamiento, y poco a poco hemos ido dando ese paso adelante que se necesitaba", explicó recientemente a Relevo para fotografiar el éxito de su club.
El CN Sant Andreu, que cuenta con menos presupuesto que el CN Sabadell, ha optado por un modelo desde hace años en el que se apostaba por el talento joven. Jugadoras con un gran futuro por delante que Aznar conocía bien de su etapa como seleccionador en categorías, como la portera Martina Terré (2002), internacional, campeona olímpica y líder del equipo. "Vienen generaciones muy buenas, con talento, chicas jóvenes con las que he vivido mucho y quiero seguir viviéndolo. Tenemos un gran futuro", explicó a Relevo.
Junto a Terré hay otras campeonas olímpicas, jóvenes todas ellas, como Nona Pérez (2002), Alba Muñoz (2004), Paula Camus (2002) o Paula Crespí (1998). También Ariadna Ruiz (2002) y, cómo no, su hermana Elena (2004), la goleadora y otro talento que prefirió el proyecto del CN Sant Andreu al del CN Sabadell, al poder estar en un club joven con jugadoras de su generación con las que ha ido creciendo juntas. Y, a todas ellas, se le une ahora Queralt Antón, del año 2007, quien no ha debutado con la absoluta pero se ha erigido en la heorina de las semifinales ante Ferencvaros y de la final ante el CN Sabadell.
Still in the game! 💥
— European Aquatics Water Polo (@Euro_Waterpolo) May 3, 2025
Pérez Vivas cuts the gap to 5–4 as Sant Andreu keep the pressure alive. 👊#waterpoloCLW pic.twitter.com/hTNJwP0q45
La «calidad» y la «fuerza» de Anton y la «paciencia» que pedía Terré
Formada en el CN Poble Nou en sus inicios, donde fue escogida mejor alevín de España, después dio el salto al CN Sant Andreu y se convirtió en la jugadora con más proyección del club y fija en todas las selecciones de edades. "Es la mejor de su generación, es una gran goleadora que además tiene fuerza, tiene volumen. Tiene mucha calidad", explica uno de los entrenadores de la División de Honor femenina.
El proyecto del CN Sant Andreu ha tenido su recompensa. "Había que tener paciencia", siempre replicaba Terré, que el curso pasado quedó apeada en las semifinales por el CN Sabadell, pero ahora ha logrado alzar el título con una remontada espectacular. Jugadoras dsacomplejadas, sin miedo, con mucha hambre para conseguir títulos y seguir los pasos del CN Sabadell, el club que ha marcado el camino del waterpolo español.
La salud del club de Barcelona es ahora la de la Selección, mientras para el CN Sabadell este ha sido el encuentro europeo de las despedidas, la de jugadoras como Mati Ortiz, una leyenda, Bea Ortiz, que probablemente emprenda rumbo a una liga extranjera, o el de Rita Keszthelyi, gafada con la final de Champions. Ha perdido todas las que ha jugado, y esas son más que dedos tiene una mano.