Los pilotos, a favor del nuevo MotoGP aunque con el temor a la imaginación de los ingenieros
El cambio de reglamento para 2027 levanta una gran expectación entre la parrilla de la clase reina.

Circuito de Le Mans (Francia)-. Sin lugar a dudas, una de las noticias más importantes en MotoGP este año es el anuncio del cambio de reglamento técnico para 2027. Un tema de esos algo farragosos, pero que sobre el papel debería variar bastante la fisionomía de la clase reina. "Ya le he dicho a una periodista que me ha preguntado (NdR: Izaskun Ruíz, de DAZN) que ni siquiera sabemos si ella o yo vamos a estar aquí", comentaba entre risas Marc Márquez sobre este asunto. Más allá de los detalles, ¿qué se busca?
Básicamente, limitar las prestaciones de las motos para que sean más seguras, también para que los circuitos lo sean, porque ahora mismo da la sensación de que se están quedando pequeños para tanta potencia y velocidad, y para que las carreras sean más espectaculares, facilitando los adelantamientos y poniendo más en la mano del piloto el control de los prototipos. Y, es obvio, que para entender mejor si el camino elegido puede ser el acertado, había que consultar a los que se suben a la moto, que habían tenido ya tiempo para analizar lo que está por llegar. Les toque, o no probarlo.
"Tengo muchísima curiosidad por probar el motor de 850cc, pero a mí me resulta extraño que estando en el campeonato que es la cúspide del desarrollo tecnológico, donde los prototipos deberían ser los más rápidos del mundo, apostemos por reducir la potencia… a mí me parece extraño", apuntaba Pecco Bagnaia sobre uno de los cambios. "Creo que si queremos más lucha en pista hay que quitar la aerodinámica, porque el resto genera seguridad. Nos iremos adaptando carrera a carrera, pero creo que el potencial de los pilotos será más o menos el mismo", concluía el italiano.
Lo cierto es que la mayoría calificó de acertada la supresión de los dispositivos que bajan la moto, aunque genera más dudas que se mantenga la aerodinámica, de la que sólo se reducen sus dimensiones. "Si eliminas el dispositivo trasero, ¿qué sucede? Pues que los pilotos con más técnica acelerarán más. Yo creo que va a favor del piloto en ese caso. Es la opinión que tengo, porque no es lo mismo que tener que ir controlando el freno trasero, usar el cuerpo, es diferente. Y no creo que se vaya tan rápido como ahora", apuntaba Maverick Viñales. Eso, lo de favorecer el arte del piloto, es algo a lo que la mayoría se suma, claro, porque todos consideran que eso les favorecerá a ellos mismos.
"Me parece un acierto por las dos vertientes", apuntaba Aleix Espargaró, un experto en analizar estas cosas. "La primera, la seguridad. Hay que recordar que las Moto3 están rodando en los tiempos de las 500cc, pero los circuitos son los mismos en los que rodaban Doohan y Crivillé. Eso significa que se han quedado pequeños y que no se pueden modificar, así que hay que bajar el desarrollo. Los ingenieros son cada vez más listos, tienen más medios y las motos cada vez van mejor y corren más. Por eso creo que es una buena medida para ganar en seguridad. Y a nivel de show, porque esto es un show, creo que es un acierto menos carga aerodinámica y sin los dispositivos. Eso significa que las motos serán más complicadas de conducir y que habrá más oportunidades para adelantar. Creo que es un acierto total".
Espargaró, el más experimentado de la actual parrilla, analizaba también la importancia de la aerodinámica. "No somos conscientes, porque estos pilotos han crecido prácticamente todos con alas, pero yo he conducido en MotoGP sin alas, la Ducati, y es una locura. Hasta tercera o cuarta marcha no eras capaz de acelerar al cien por cien. Ahora abres el cien por cien del gas en primera. Las alas han ido creciendo cada vez y ahora se han estabilizado, pero si bajamos muchísimo la carga aerodinámica, cambiará mucho el asunto". Pero también los hay, como Luca Marini que creen que los ingenieros ya encontrarán el camino para exprimir al máximo la cantidad de carenado y de fibras que les quede, lo que podrá suponer otra escalada técnica y económica, algo con lo que está de acuerdo el novato Pedro Acosta.
"No creo que ayude eso. A ver cómo lo explico…", comenzaba su razonamiento, 'inspirado' en las charlas que ha mantenido con su jefe de mecánicos, el experimentado neozelandés Paul Trevathan. "Si un ingeniero quiere sacar potencia la va a sacar, da igual cómo. Estoy a favor de que hayan quitado los dispositivos, pero creo que tendrían que haber quitado toda la aerodinámica, quitar todo y que volvieran a ser las motos sin alas de hace diez años. Porque haciendo sólo lo que van a hacer siempre dejas la opción a que se invente. Esto empezó con los alerones pequeños de Ducati y se empezó a hacer más grande, yo invento los del basculante, yo invento el del colín, yo el del carenado, y se hace una montaña muy grande…". Acosta, que será seguro uno de los que vivan la llegada de estas nuevas MotoGP.