Masiá se corona en la guerra de guerrillas de Catar
El valenciano se lleva la victoria y el título de Moto3, con Ayumu Sasaki sexto, y David Alonso y Deniz Öncü completando el podio.
Circuito de Losail (Catar)-. Fue tensa, muy tensa, la carrera de Moto3 del Gran Premio de Catar. Tensa porque en ella se podía decidir quién iba a ser el campeón del mundo de 2023, con cinco pilotos con opciones matemáticas, aunque sólo dos con posibilidades reales: Jaume Masiá y Ayumu Sasaki. El segundo, en teoría, representando al bloque austriaco de KTM/GasGas/Husqvarna; el primero a sí mismo y a su equipo, el Leopard Racing, ganador de los títulos de 2015, 2017, 2019 y ahora 2023, en una serie de años impares que se les fastidió en 2021 con Dennis Foggia, subcampeón y que no pudo frenar al huracán Pedro Acosta.
Tan tensa que una vez Masiá pasó por el micrófono de DAZN, explotó contra Dirección de Carrera cuando le recordaron la advertencia por sus maniobras sobre Sasaki: "Mi intención era seguir dándole caña. Tenía unas ganas increíbles. Al final, me han calmado, aunque él también seguía haciendo el guarro, así que me parece muy injusto. Ya desde Malasia teníamos una estrategia con Adrián y me parece vergonzoso, inaceptable que la Dirección de Carrera se rebaje al nivel de decirnos que Adrián no podía seguir a Sasaki, diciéndonos que no podía molestarle, que era injusto, que no podía estorbarle, cuando simplemente le seguía. No sé qué pensar. Al final, les joda o no ha ganado un español y es lo que hay".
"Yo, y mi compañero", nos contestaba Masiá cuando el viernes, tras dominar con firmeza la primera jornada de entrenamientos, le preguntábamos si ese panorama le dejaba como un llanero solitario. Incluía a su compañero en esa pelea, a Adrián Fernández, un piloto que lleva compitiendo en los últimos fines de semana en la categoría después de que Leopard Racing prescindiese de Tatsuki Suzuki, lo que hacía pensar que su rol como ayudante del líder del campeonato iba a ser bastante improbable. Y nada más lejos de la realidad. Porque la lentitud de la carrera permitió que Fernández se metiese en el grupo de los mejores, y que terminase representando un papel muy importante en la resolución de la prueba, o lo que es lo mismo, en la resolución de la temporada de la categoría pequeña.
🗣️ "Después de tantos años luchando, entrenando y con inseguridad de que si vas a seguir corriendo. Se lo dedico a mis padres por todo lo que han hecho por mí"
— DAZN España (@DAZN_ES) November 19, 2023
Las palabras de @jaume_masia visiblemente emocionado tras coronarse campeón #QatarGP 🇶🇦 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/z2vdCO0sbD
La carrera fue eléctrica. Bajo los focos del Circuito de Losail, el grupo delantero, larguísimo, iba cambiando continuamente de líder, y siempre con los ojos puestos en las posiciones de los dos primeros de la general. En primera posición rodaron hasta ocho pilotos, Masiá, Sasaki, Dani Holgado, Iván Ortolá, David Alonso, Diogo Moreira, Deniz Öncü y Ricardo Rossi. Con Masiá siempre pendiente de Sasaki, para cumplir con la instrucción que le habían dado desde su equipo: impedir que el japonés se colocase primero, porque estudiando los datos de los entrenamientos habían entendido que éste tenía un ritmo lo suficientemente bueno como para poder escaparse y ganar.
Con todo este escenario, la carrera dejó cuatro instantes que terminaron siendo cruciales para cómo terminó definiéndose. El primero en la vuelta 3, en la curva 6, cuando el español hizo un adelantamiento más allá del límite con el que bloqueó al japonés. Marchaban segundo y primero, respectivamente, y esto les dejó quinto y octavo. Un susto del que se rehízo Sasaki que comenzó a recuperar posiciones. Era evidente que el de Husqvarna tenía este domingo las cosas bastante claras. Masiá, también. Porque de nuevo en la curva 6, esta vez en el séptimo giro, repetía la pasada a su rival, en un movimiento calcado, que de nuevo descolocó a Sasaki. Y, esta vez, Dirección de Carrera decidió mandarle un aviso.
Aviso que Masiá solicitó para su rival levantando la mano izquierda en la vuelta 11, tras un movimiento también tenso lanzado por Sasaki (porque los dos se la tenían jurada, en acciones que siempre fueron conscientes de lo que estaban haciendo). Un tú a tú muy tenso con los dos jugando en los puestos delantero, y siempre en posiciones que no hacían aún campeón al piloto español. En la vuelta 13 Masiá se colocaba primero. Faltaban cuatro giros. Y Sasaki rebasaba a Holgado, para ponerse a su rueda. Ninguno quería dar su brazo a torcer, aunque el japonés una vuelta después caía al quinto puesto, para que las matemáticas señalasen por primera vez que el Mundial de Moto3 se podía cerrar en Catar. Una idea que se consolidó con la llegada a la parte delantera de la prueba de Fernández.
Porque el madrileño, el hermano pequeño del MotoGP Raúl Fernández, tenía instrucciones claras de su equipo de estorbar, si podía a Sasaki, y lo hizo, protagonizando las otras dos acciones relevantes de la carrera. En la vuelta 14, Adrián le hizo al japonés lo que en motocross se conoce como 'block pass', un adelantamiento con la moto frenada para cortar el ritmo del rival. Con esto le mandó al décimo puesto. Una acción que repitió poco después para mandarle al octavo puesto, mientras Sasaki apretaba los dientes para intentar llegar a la parte delantera, de la que tiraba su rival. Incluso a dos giros para la conclusión se marcó una vuelta rápida más de medio segundo mejor que la anterior de la prueba, una señal de cuánto estaba tirando. Un esfuerzo que no dio fruto. Nadie pudo parar por delante a Masiá, que se hizo con la victoria por delante de Alonso y de Öncü, mientras Sasaki no pudo pasar del sexto puesto. Una combinación que permitía al piloto español proclamarse como campeón del mundo de Moto3 2023.