UFC

¿Por qué pelean tan poco los luchadores de MMA?

Un luchador de artes marciales mixtas profesional compite muy poco en comparación con otros deportes. El desgaste de cada preparación es elevado en sus cuerpos.

Ilia Topuria golpea a Alexander Volkanovski durante el UFC 298./Getty Images
Ilia Topuria golpea a Alexander Volkanovski durante el UFC 298. Getty Images
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Las Artes Marciales Mixtas han tenido una gran repercusión el pasado fin de semana. La victoria de Ilia Topuria sobre Alexander Volkanovski ha sido clave para ello. La entrada del gran público en el deporte hace que se generen muchas preguntas alrededor de él. Una de las más socorridas hace referencia a la actividad de los luchadores. ¿Por qué pelean tan poco?

No hay un límite establecido y lo habitual es tener entre tres y cuatro combates al año. Más de ahí es muy complicado. Se puede dar el caso en la etapa inicial de la carrera si el luchador es un finalizador y no se le alargan los combates. También sucede con luchadores de un perfil menor que compiten para ganarse la vida y los bajos sueldos provocan que tengan que tener una mayor actividad. No obstante, lo habitual es una media de dos a tres pleitos anuales.

No hay un único motivo que explica este hecho. Es un conjunto de razones. El principal es el corte de peso que lleva aparejado cada combate. Los luchadores de MMA suelen dar en báscula entre 10 y 15 kilos por debajo de su peso natural. Esa pérdida de tonelaje se debe realizar de manera progresiva ya que si se da agresivamente puede afectar al rendimiento, y sobre todo, a la salud. Los riñones, por ejemplo, sufren mucho con deshidrataciones muy grandes. Se pueden producir problemas de salud y en todos los casos un mal corte de peso acorta la carrera del atleta.

Para realizar una correcta bajada de peso se deben tomar entre dos y tres meses, aunque depende mucho del cuerpo y del tonelaje desde el que se comience (hay luchadores que se descuidan más fuera de competición y vuelven más pesado al gimnasio). Es importante el camino a la pelea, pero también el post. Tras cada pleito, sobre todo si son peleas duras, se debe parar la actividad para recuperarse. Así, entre previa y post una pelea puede consumir entorno a cuatro meses. En muchas ocasiones el atleta no para de hacer ejercicio, pero varía la intensidad y los ejercicios a realizar.

Las MMA, además, son un deporte de contacto, por lo que ese parón posterior a un pleito puede alargarse por algún tipo de lesión producida durante la pelea o algún corte que necesita cicatrizar. Hasta que una herida no está cicatrizada al completo no pueden llevarse golpes, ya que se volvería a abrir.

En el plano del entrenamiento, la preparación para una pelea es muy exigente. Los deportistas trabajan en doble sesión, a veces triple, durante tres meses. Se trata de un ritmo exigente al que hay que añadirle una sesión semanal de sparring completo de MMA (aparte de que se pueda hacer alguna sesión de otra modalidad). El trabajo siempre intenta que sea superior. Por ejemplo, si se pelea a tres asaltos de cinco minutos se suelen hacer cuatro o cinco rounds. De esa manera se intenta ganar cardio para que la pelea parezca liviana. Del volumen de entrenamiento y de sparring el cuerpo también debe descansar.

¿Sale rentable ser luchador de MMA?

Asociada a la poca competición, se podría decir que los luchadores ganan mucho, pero no es así. Hay niveles y niveles, obviamente, pero como en todos los deportes varía mucho. Según la Comisión Atlética de California, Ilia Topuria se embolsó 350.000 dólares por su combate en el UFC 298. Si hacemos la cuenta, cada minuto del duelo ganó alrededor de 44.000 dólares, pero no es un dato real. De su sueldo deben pagar a su equipo. Aún así, obviamente, en ese caso saldría rentable pelear dos o tres veces al año, pero son contados.

Al inicio de las carrera todos empiezan cobrando muy poco y viven de otro trabajo o patrocinadores. En España, por ejemplo, en los primeros combate se suele percibir entre 300 y 400 euros. Esa cantidad aumenta con el número de peleas realizadas. Alguien cerca de la decena de combates se puede estar llevando entre 1.000 y 1.500 euros por pleito. A nivel europeo, esa segunda cantidad se puede percibir a partir de los cuatro duelos.

La situación no mejora mucho en la mayor empresa de MMA a nivel mundial. La UFC paga, en su mayoría, 10.000 dólares fijos para las primeras peleas de un contrato. A esa cantidad se suman otros 10.000 por victoria y un fijo de 3.500 dólares derivados de los patrocinios de la marca que viste a al empresa (Venum). Es decir, un pleito con derrota en UFC supone 13.500 dólares. Lo positivo que tiene la compañía es que devuelve los impuestos que tengan que pagar los peleadores, ya que la cantidad es bruta. Con estas cifras y tres peleas al año ya se puede vivir de la lucha, pero fuera de las grandes empresas es complejo. Seas un campeón o estés iniciando tu camino el número de pleitos es similar. Por ello, al inicio muchos luchadores tienen que compaginar su carrera con otro trabajo.