El luchador que cumplió su sueño en UFC al inscribirse en una oferta en internet
Marlon Vera desafía al campeón del peso gallo, Sean O'Malley, este sábado en el estelar del UFC 299. El ecuatoriano le ganó en 2020, aunque fue polémico.

Marlon Chito Vera es, junto a Santiago Ponzinibbio, un pionero para las MMA en Sudamérica (exceptuando Brasil). Ecuatoriano y argentino llevan una década en UFC. Se han convertido en referentes para millones de personas. Son referentes, pero hasta el momento ninguno ha podido llegar al máximo en la empresa. Eso cambiará este sábado en el estelar del UFC 299. Vera disputará el cinturón de la UFC del peso gallo. Palabras mayores para un chico que se ha ganado su destino gracias a su convicción.
Chito era un niño inquieto y desde que descubrió los deportes de contacto tenía claro que quería dedicarse a ello. De adolescente caminaba seis kilómetros para tomar el autobús que le llevaba a entrenar jiu-jitsu. Todo cambió cuando tenía 16 años. Abandonó su ciudad natal (Chone, Manabí) para mudarse junto a su familia a Guayaquil. Allí tuvo su primer contacto serio con las MMA. Fue amor a primera vista y en el año 2010, con 18, debutó de profesional.
Vera no dudó en tomar todo lo que le salía. Hizo dos peleas en una liga regional en Quito y empezó a salir de su país. Panamá, México y Perú, en esos tres países peleó. Se llegaba a ofrecer, incluso, gratis. Sabía que cada combate le acercaba a su sueño de ser luchador de UFC. A finales de 2013 tenía un récord de seis victorias, una derrota y un nulo. Su familia le dio un ultimátum, ya que necesitaba ganar dinero y si no era con la lucha debía ser con otra cosa. Su primera hija nació en 2011 y lo hizo con el síndrome Moebius. La dolencia es una parálisis facial que la afectó desde sus primeros días de vida.
El ecuatoriano estaba presionado porque quería costear los gastos médicos que necesitaba. En 2014 su vida cambió. Descubrió que UFC buscaba talento latinoamericano para hacer una edición de su reality (The Ultimate Fighter) y se apuntó a través de una publicación en redes sociales. Entrenó ocho meses en Nuevo México para convencer a la empresa. Ganó su primer combate en la casa del TUF, pero tuvo que abandonar el concurso por una enfermedad en la piel. Aún así, UFC vio potencial en él y le permitió pelear en el primer evento de UFC en México, en noviembre de 2014. Perdió y se dio cuenta de que si quería mantener su sueño debía abandonar Ecuador. Se fue a vivir y entrenar a Estados Unidos. Había logrado su sueño y no iba a dejarlo escapar.
Le costó arrancar, pero siempre tuvo la confianza de la empresa. Daba espectáculo y su mejora era evidente. Actualmente tiene un récord de 15 victorias y 7 derrotas en UFC, lo que le ha dado la primera oportunidad titular de su vida. Ha ganado cinco de sus últimos seis combates, pero el chance le llega por un motivo bien diferente. En 2020, Vera se enfrentó a Sean O"Malley. El ecuatoriano ganó, pero el estadounidense se lesionó en el tobillo antes de ser noqueado. Hubo polémica con el desempeño y al ser el único oponente que ha ganado a O"Malley la ecuación era clara.
La pelea entre ambos viene muy caliente. O"Malley domina a la perfección el trash talking y sabe vender los pleitos. Vera entra al trapo porque la mala sangre es real. Además, para el ecuatoriano es la pelea que puede cambiar para siempre su vida. Gracias a sus casi 10 años en UFC, el luchador ha podido costear las operaciones que ha necesitado su hija y puede dar una buena vida a su familia (tiene dos hijos más), pero un título le daría un estatus mucho mayor que garantizaría el futuro de los suyos.
En lo plenamente deportivo, la oportunidad deja dudas. Había peleas más atractivas por cerrar en el peso gallo, pero el morbo está aquí. O"Malley es favorito. Viene de ganar a Sterling, quien parecía inexpugnable y lo sucedido en 2020 parece un accidente. Aún así, las 13 victorias (10 finalizaciones) del ecuatoriano en el peso gallo de UFC hace que la balanza se nivele. O"Malley tiene un poder de KO de otro nivel. Ha dormido al 75% de sus oponentes, por lo que la pelea está clara. Él buscará esa vía y Vera, siendo más completo, debería intentar evitar el cruce, al menos de inicio. Las trabas nunca han impedido avanzar a Chito Vera. Esta es una más para completar el sueño que empezó a perfilar en Ecuador y que ahora podría dar al país uno de sus mayores éxitos deportivos de su historia.